Friedrich Merz llegó este martes a la sesión del Parlamento en la que se votaría su designación como canciller alemán con una alianza ya conformada.
Después de las elecciones de febrero se llevó adelante una negociación que condujo a una coalición para gobernar integrada por su partido, la conservadora Unión Cristianodemócrata; su equivalente de Baviera, la Unión Socialcristiana, y el Partido Socialdemócrata. Entre todos ellos sumaban 328 votos en el Parlamento, encargado de elegir al jefe de gobierno, lo que aseguraba su nombramiento.
Sin embargo, en la primera votación se registró una situación inédita en la historia de la República Federal de Alemania cuando los legisladores que se pronunciaron a su favor no sumaron los 316 votos que se requerían. Faltó el apoyo de seis diputados y los votos se dividieron en 310 a favor y 307 en contra.
El copresidente de los socialdemócratas Lars Klingbeil y el jefe de bancada de los conservadores, Jens Spahn, además de otros dirigentes de sus partidos, hicieron un llamado a los demás integrantes de la ya acordada coalición de gobierno a apoyar a Merz.
“Toda Europa, quizás el mundo entero, está pendiente de esta votación”, dijo Spahn, según citó la Deutsche Welle. “Hago un llamado a todos para que sean conscientes de esta responsabilidad especial”, agregó.
Fue necesario que la alianza que asumirá el gobierno, y también otros partidos –los Verdes y La Izquierda–, sumara sus votos para hacer una excepción al reglamento y permitir así que se votara por segunda vez en el mismo día para elegir canciller. En esa segunda votación, Merz fue nombrado en el cargo: obtuvo 325 votos, frente a 289 en contra, y hubo además una abstención y tres votos anulados.
Después de la ceremonia de transferencia de mando, en la que participó el anterior canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, Merz agradeció “la confianza” y aceptó la elección en el cargo entre aplausos.
Alice Weidel, líder de la ultraderechista Alternativa por Alemania, el segundo partido en el Parlamento, cuestionó el liderazgo de Merz por haber necesitado una segunda votación.
“Friedrich Merz debe retirarse”, dijo la dirigente, cuyo partido fue declarado el viernes como una organización extremista de derecha por los servicios de inteligencia alemanes.
“Esta supuesta coalición ha sido un desastre desde el inicio. [Lo muestra] el hecho de que Merz no haya podido ni siquiera conseguir apoyo de su propia gente”, dijo. “Su figura está tan dañada que lo sensato sería que se apartara y se retirara. Ya nadie toma en serio a Merz. Alguien así no puede ser canciller”, opinó.
Según informó la agencia de noticias Efe, las reservas contra Merz de parte de sus aliados se relacionan con varios aspectos vinculados con sus posiciones políticas, desde su retórica antisocialdemócrata hasta su decisión de apoyar medidas antiinmigrantes impulsadas por la ultraderecha.
Pero también tienen que ver con frustraciones que dejaron las negociaciones acerca de los puestos que conservadores y socialdemócratas ocuparán en la próxima “gran coalición”, como se le llama en Alemania a esta alianza de gobierno, que fue reeditada varias veces, integrada por los dos princpales partidos del país.
En cualquier caso, la falta de unidad interna exhibida en la votación del canciller se suma a los desafíos que enfrentará Merz al frente de Alemania en tiempos en que el país requiere una reactivación económica, la migración es percibida como un problema, la guerra en Ucrania continúa y la ultraderecha crece en su país, apoyada por figuras como Elon Musk o el propio gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, que cuestionó el viernes la decisión de calificar a Alternativa para Alemania como una organización extremista.
Desde Europa, Merz recibió fuertes señales de apoyo. Minutos después de su nombramiento, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo felicitó, anunció que se reunirá con él este miércoles y escribió en su cuenta de X: “Ahora nos toca a nosotros reforzar de nuevo el motor germano-francés”.
Desde Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski manifestó: “Esperamos sinceramente que Alemania sea aún más fuerte y que veamos más liderazgo alemán en Europa y en las cuestiones transatlánticas. Esto es especialmente importante en un momento en que el futuro de Europa está en juego, y dependerá de nuestra unidad”.
Varios gobernantes de la Unión Europea y altos funcionarios del bloque también saludaron la elección de Merz. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, felicitó al nuevo canciller alemán, al que calificó como un “amigo probado y experto en Europa”, y manifestó: “Trabajaremos juntos por una Europa fuerte y más competitiva”.