La expresidenta argentina Cristina Fernández habló este martes desde la sede del Partido Justicialista en Buenos Aires, minutos después de que la Corte Suprema ratificara la condena en su contra en el marco de la causa denominada Vialidad.
La exmandataria había estado esperando el fallo en el local partidario acompañada de muchos dirigentes, de representantes de organizaciones sindicales y sociales y de simpatizantes que se acercaron hasta el lugar.
En paralelo, aun antes de conocerse el fallo que dejará a la expresidenta sin la posibilidad de competir en las elecciones en la provincia de Buenos Aires que se realizarán en setiembre, militantes kirchneristas cortaron la ruta Panamericana y otras vías de entrada y salida a Buenos Aires.
Tras conocerse la condena de seis años y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Fernández expresó: “Esta Argentina en la que estamos viviendo no deja de sorprendernos. Al cepo del salario que ha puesto el gobierno de Javier Milei, ahora el partido judicial le agrega el cepo al voto popular”.
Apuntando directamente a los tres jueces que integran la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, la exmandataria dijo: “Este cepo no lo pone este triunvirato de impresentables. Son tres monigotes que responden a mandos naturales muy por arriba de ellos. Es el poder económico concentrado de la República Argentina”.
Hablando de su condena, Fernández declaró que mientras “los Macri y los Caputo puedan caminar sin que nadie les diga nada, estar presa es un certificado de dignidad histórica”. Por eso, agregó la dirigente, “cuando fui a declarar dije que la sentencia ya estaba escrita, y no me equivoqué”.
“Como siempre, pondremos el cuerpo, porque los peronistas no nos profugamos; eso lo hace la derecha, nosotros no somos mafiosos”, añadió la exmandataria, de acuerdo a lo que consignó Página 12.
En el cierre de su discurso, Fernández hizo un llamado a los militantes peronistas. “A militar, a organizarse, a estar junto a la gente que los necesita. Hay que estar con los colectivos sociales. Es fundamental tener una dirigencia que esté con la gente y no con los problemas que tienen los dirigentes entre sí. Hay que ayudar a los que necesitan ser organizados y ayudados”, sentenció.
Medios argentinos informaron que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2, que fue el que llevó adelante el juicio por la causa Vialidad, le dio cinco días hábiles a la expresidenta para presentarse en la sede del Palacio de Tribunales, ubicado en la calle Comodoro Py, para hacer efectiva su detención para comenzar a cumplir con su condena de seis años de prisión.
Por ser mayor de 70 años –Fernández nació hace 72 años en la ciudad de La Plata– la expresidenta cumplirá su condena bajo arresto domiciliario, seguramente en su apartamento en la ciudad de Buenos Aires, ya que, de acuerdo a lo que le manifestó a su entorno, quiere estar cerca de su hija y de su nieta.
Según recordó La Nación, los fallos de la Corte Suprema son inapelables, por lo que dentro de la Justicia argentina el equipo legal de la mandataria no tiene más recursos que presentar. De todas maneras, Fernández ya había expresado su deseo de llevar su caso a tribunales internacionales para denunciar que su condena está basada en intencionalidad política. En este caso, podría apelar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que debería analizar la causa y determinar si le da intervención a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La condena de la exmandataria fue vivamente celebrada por numerosos políticos antiperonistas, empezando por el presidente Javier Milei, quien se encuentra en Israel cerrando una gira internacional.
En un mensaje publicado en su cuenta de X, el líder ultraderechista expresó: “Justicia. Fin. La República funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad”.