El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó este jueves que en los próximos días se reunirá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el que será el primer encuentro entre los líderes desde que el republicano retornó a la Casa Blanca.
En una conferencia de prensa que ofreció en el Kremlin, luego de mantener una reunión con el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, Putin dijo que tanto Moscú como Washington estaban interesados en la reunión, que si bien no tiene fecha confirmada, se celebraría la semana que viene.
Sobre la sede del encuentro, el líder del Kremlin dijo que Emiratos Árabes Unidos sería un lugar “adecuado”.
“Tenemos muchos amigos dispuestos a ayudarnos a organizarlo. El presidente de Emiratos Árabes Unidos es uno de ellos. Creo que tomaremos una decisión, pero [Emiratos Árabes Unidos] sería un lugar adecuado, bastante adecuado”, expresó Putin al lado del mandatario árabe.
El tema central de la reunión entre el presidente ruso y su par estadounidense será la guerra en Ucrania. Por eso trascendió que existía la posibilidad de que Putin se reuniera con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aunque por el momento fue descartada por el líder del Kremlin.
Putin también señaló que no se opone a una reunión con Zelenski, pero aclaró que deben cumplirse ciertas condiciones.
“Una reunión con Zelenski es posible, pero deben crearse las condiciones para eso. Desafortunadamente, aún queda un largo camino por recorrer para que se creen esas condiciones”, expresó el mandatario según lo que consignaron medios rusos.
El portal France 24 informó que el anuncio del esperado encuentro entre los máximos líderes de Moscú y Washington llegó tras la sorpresiva visita a la capital rusa del enviado de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, quien el miércoles se reunió durante tres horas con Putin.
Horas después, el asesor de Asuntos Exteriores del Kremlin, Yuri Ushakov, afirmó que la cumbre podría celebrarse la próxima semana en un lugar que “en principio” ya había sido acordado por las partes.
El miércoles, hablando con periodistas en la Casa Blanca, Trump dijo que un acuerdo para alcanzar el fin de la guerra en Ucrania estaba cada vez más cerca.
“Tuvimos muy buenas conversaciones con el presidente Putin hoy”, dijo sobre la visita de Witkoff a Moscú, “y hay muchas posibilidades de que podamos cerrar la ronda, llegar al final de la guerra. Hay muchas posibilidades de que haya una reunión muy pronto”, afirmó.
El encuentro bilateral se realizará después de que Trump en las últimas semanas mostrara signos de creciente frustración con la poca disposición de Putin en las negociaciones de alto el fuego para la guerra en Ucrania.
El presidente estadounidense amenazó con imponer fuertes aranceles a Rusia y a los países que continúan teniendo relaciones comerciales con esa nación, en un intento por obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones, y fijó el viernes como fecha límite para un alto el fuego.
De hecho, el miércoles impuso una tasa extra de aranceles, del 25%, a los productos indios que ingresen en el mercado estadounidense. Como argumento alegó que el país asiático le compra petróleo a Rusia.
El miércoles, además, Trump informó a los líderes europeos y al presidente Zelenski sobre su plan de reunirse con Putin en los próximos días. También insinuó la posibilidad de celebrar una reunión trilateral con el presidente ruso y Zelenski, algo que fue descartado categóricamente por Moscú.
En el discurso que da cada noche, el miércoles Zelenski afirmó: “Rusia ahora parece estar más inclinada hacia un alto el fuego. La presión está surtiendo efecto”.
Pero el presidente ucraniano advirtió que “la clave es asegurarse de que no engañen a nadie en los detalles, ni a nosotros ni a Estados Unidos”.
Tanto Kiev como sus aliados europeos reaccionaron con lógica inquietud ante el anuncio del encuentro privado entre Putin y Trump, quien desde que comenzó su gobierno, en enero, intenta poner fin a la guerra en la que Estados Unidos está siendo, por lejos, el mayor apoyo que tiene Ucrania en el aspecto militar.
Para Trump, finalizar el conflicto es una prioridad. Por eso, el mes pasado dio a Putin 50 días para llegar a un acuerdo de tregua con Ucrania, y la semana pasada acortó el plazo al 8 de agosto, alegando frustración por la falta de voluntad de su homólogo ruso para cooperar.