Las elecciones que se realizaron este domingo en la provincia de Buenos Aires terminaron con un rotundo triunfo de Fuerza Patria, denominación con la que se presentó la coalición que nucleó al Partido Justicialista y sus sectores aliados en el distrito más grande y poblado del país, donde estuvieron habilitados para votar más de 14 millones de ciudadanos.
Según los datos oficiales, con casi más del 93% de las mesas escrutadas, Fuerza Patria (FP) sumaba el 47,13% de los votos, La Libertad Avanza (LLA) 33,80%; la coalición opositora Somos Buenos Aires, creada sobre todo con sectores escindidos de la Unión Cívica Radical (UCR) obtuvo el 5,31%, en tanto que el Frente de Izquierda se situó en cuarto lugar con 4,35%.
De acuerdo a lo que informaron las autoridades electorales, en la jornada, que transcurrió con tranquilidad, acudieron a votar el 63% de los habilitados para hacerlo.
Estas elecciones, más allá de que formalmente lo que se renovaba era la mitad del Parlamento bonaerense, 46 diputados y 23 senadores provinciales, además de las autoridades locales de todos los distritos de la provincia, les sirvieron a todos los sectores políticos para saber con bastante precisión dónde están parados, teniendo en cuenta que el 26 de octubre se celebrarán los comicios de medio término, en los que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
El resultado de estas elecciones tuvo varias interpretaciones.
Por un lado, significó un claro triunfo para el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien se jugaba mucho en esta instancia, tanto en la interna del peronismo como hacia afuera.
Fue él quien tomó la decisión de desdoblar las elecciones para que no se realizaran de manera simultánea con las de octubre, algo que generó una dura tensión interna dentro del peronismo, ya que la idea de la expresidenta Cristina Fernández era la de que ambas instancias sucedieran al mismo tiempo.
Por otra parte, el resultado electoral resultó un golpe durísimo para el gobierno de Javier Milei. Hasta hace pocas semanas, perder estas elecciones podía ser considerado un mal resultado por la Casa Rosada, que tenía la aspiración de barrer al peronismo en estos comicios.
Pero en las últimas semanas, luego de que se desató el escándalo de las coimas de la Agencia Nacional de Discapacidad, la realidad cambió, porque la imagen del Ejecutivo que encabeza Javier Milei se vio afectada.
Consumada la derrota, Milei habló en el búnker de LLA en un hotel ubicado en Gonnet, en las afueras de La Plata. En un breve discurso, el mandatario reconoció el mal desempeño electoral, habló de “una profunda autocrítica”, pero reafirmó que las metas de su gobierno no cambiarán.
“Si alguien quiere empezar a reconstruir y salir adelante, lo primero que debe hacer es aceptar los resultados. Y hoy los resultados no han sido positivos, hemos tenido un revés electoral y hay que asumirlo con responsabilidad”, expresó el mandatario.
Casi al mismo tiempo, en un mensaje directo a los mercados, el ministro de Hacienda, Luis Toto Caputo, escribió en su cuenta de X: “Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario. Un abrazo a todos”.