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Supermercado en un barrio de Montevideo (archivo, marzo de 2020).

Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS

Proyecto del FA a estudio del Parlamento busca “transparentar la información” de precios en las góndolas

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La Comisión de Industria convocará a distintas delegaciones, entre ellas la Asociación de Supermercados; se pretende “legislar por la excepción” y sin considerar dos terceras partes del comercio, dijo una fuente del sector.

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Leído por Andrés Alba.
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Este miércoles la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados comenzó a tratar un proyecto de ley presentado por siete legisladores del Frente Amplio (FA), que procura que en las góndolas de las grandes superficies se explicite el precio de los productos por una unidad de medida equivalente —por ejemplo, el precio de las bebidas por litro, o de los fideos por kilo—. Se busca brindar información a los consumidores y evitar posibles engaños o confusiones, en virtud de casos en que resulta más económico comprar dos unidades de un producto de menor tamaño que uno del mismo producto en envase grande.

“El precio de venta de la presentación ofrecida y el precio por unidad de medida deberán ser expuestos en forma inequívoca, fácilmente identificable y claramente legible, exhibiéndose en forma conjunta tanto en la etiqueta del producto exhibido en góndola como en los listados de precios, en la folletería física o electrónica y en los mensajes publicitarios realizados por cualquier medio”, dice el artículo 3 del proyecto de ley.

El diputado del FA Gustavo Olmos, uno de los impulsores, compareció este miércoles ante los integrantes de la Comisión de Industria para hablar sobre el proyecto. En diálogo con la diaria señaló que hubo interés de los diputados y se acordó “citar a algunas delegaciones” para que den su opinión, como el Área de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y Finanzas, organizaciones de consumidores, la Asociación de Supermercados del Uruguay y Cambadu —gremial que agrupa a los almacenes, autoservicios y bares—.

Sobre los motivos del proyecto, declaró: “Mostré varios ejemplos: uno de ellos, de pasta de dientes, en el que la presentación de 50 gramos y de 90 gramos de la misma marca y calidad sale 38,5% más caro en la presentación más grande; hay casos similares, que un mismo producto en un mismo comercio en distintas presentaciones sale más caro cuando tiene un volumen mayor”. Entonces, se procura que “en las góndolas de las grandes superficies —los supermercados con más de dos cajas— así como en la web o aplicación digital para hacer compras, los precios no sólo estén según la presentación sino también en una unidad de medida estándar que permita comprar las distintas presentaciones”.

Según supo la diaria, este asunto será tratado en la próxima reunión de directiva de la Asociación de Supermercados. Si bien no hay una postura oficial aún, una fuente del sector fue crítica con lo el proyecto de ley por distintos aspectos.

Por un lado, planteó que abarcaría sólo a un tercio de los puntos de venta y consumo de los uruguayos, ya que según estudios los supermercados tienen esa porción del mercado —un tercio de las ventas las realizan comercios barriales y ferias, y otro los almacenes y autoservicios—. En ese sentido, cuestionó que la normativa y los controles siempre apuntan hacia las grandes superficies.

Además, la fuente dijo que los supermercados son tomadores de precio y packaging, que marcan un margen a la mercadería adquirida a un proveedor. Sostuvo que casos como los mencionados por Olmos son los menos y se pretende “legislar por la excepción”. Consideró que el precio y la presentación de los productos forma parte de las decisiones empresariales, porque esto puede responder a situaciones como cambios de stock, problemas con algún tipo de envase o promociones.

Olmos dijo que “puede ser que las industrias ya den [a los supermercados] los precios con esas características”, pero apuntó que también hay cuestiones que surgen de “la decisión del comercio”. “Probablemente haya de las dos cosas, ese no es el punto del proyecto, porque no busca hacer un control de precios, sino simplemente transparentar la información para el consumidor. Por lo demás, no cambia nada para el fabricante o importador”, concluyó.

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