La Comisión de Defensa Nacional del Senado recibió este lunes a una delegación del Ministerio de Defensa Nacional encabezada por el subsecretario de la cartera, Rivera Elgue, para hacer una puesta a punto sobre la situación de los radares aeronáuticos, que sufrieron fallas que alteraron el funcionamiento del aeropuerto de Carrasco a mediados de este año y llevaron al Sindicato Único de Especialistas Aeronáuticos (SUEA) a denunciar la situación en el Parlamento. Las autoridades se refirieron también a la situación de los recursos humanos de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), que calificaron de “más que grave” y profundizada por el Decreto 90/020, que dificulta cubrir vacantes.
El brigadier general Gaetano Battagliese, director nacional de Aviación Civil, aseguró que actualmente “la cobertura radar en el país está asegurada”, y que los inconvenientes que alteraron el funcionamiento de Carrasco fueron subsanados. Según explicó, la falla del radar Selex, que funciona en ese aeropuerto, generó sólo el desvío de una aeronave comercial de la aerolínea Copa, que se tuvo que ir a Paraguay. “El resto fue por niebla, y en eso no tuvo nada que ver el radar”, aseguró. Además, señaló que ante la falla del radar en cuestión se puso en marcha un plan de contingencia que involucró el radar de Durazno, y resaltó que “los controladores de tránsito aéreo están entrenados para eso, e incluso tienen por escrito el procedimiento para llevarlo a cabo”.
Battagliese reafirmó que “en ningún momento quedó en peligro el espacio aéreo o las condiciones de la aviación comercial”. Una vez que el Selex falló, en mayo, se empezó a trabajar con el “viejo” radar Thompson, indicó, pero este también dejó de funcionar en julio. “En Carrasco no teníamos radares pero teníamos el radar de Durazno funcionando, con un plan de contingencia, que no es ni más ni menos que un plan de separación de aeronaves y más en pandemia, en la que prácticamente no hubo tránsito; bajo ningún concepto hubo ningún tipo de peligro ni riesgo”, aseveró el jerarca. Entonces, se iniciaron conversaciones con técnicos italianos para arreglar el exradar Selex, actualmente Leonardo, que se compró por medio de la Organización de Aviación Civil Internacional en 2014 y que, según explicó Battagliese, no contaba con repuestos.
Finalmente, el radar Leonardo quedó operativo en octubre, pero para tener un back up se arrendó un radar Indra, que es el proveedor de radares militares. “Lo fuimos a buscar en el Hércules y en menos de 30 días, en setiembre, ya estaba operativo”, afirmó Battagliese. Sin perjuicio de lo anterior, insistió en que “si los dos radares de Carrasco quedaran fuera de servicio, cosa que no va a volver a pasar, hay un plan de contingencia, que los controladores tienen bien claro y especificado, de separación de aeronaves, como para que no corra ningún tipo de peligro la aviación comercial”.
Por otra parte, Elgue señaló que prevén suplantar el radar que hay en Durazno mediante el nuevo contrato que se extendió a Puerta del Sur. “Además de eso contamos con radares militares; uno instalado en Santa Clara de Olimar y otro móvil” que “actúan de respaldo del sistema”, sostuvo el subsecretario. En ese sentido, Battagliese explicó que “como sucede en todos los países del mundo, todos los radares del país conforman un sistema. O sea que toda la información que puedan tener los radares va a un mismo sistema, sin importar si son civiles o militares”.
Consultado por el senador frenteamplista Mario Bergara sobre si existe la posibilidad de que la concesionaria también se haga cargo del radar de Carrasco, el director general de Secretaría, Fabián Martínez, afirmó que en principio no está dentro de lo acordado, pero “no existe ninguna inhibición que impida negociar eventualmente”.
“La situación es crítica”
Los legisladores de la comisión también consultaron a la delegación por la situación de los recursos humanos en la Dinacia, que también fue motivo de denuncia del SUEA en su comparecencia de agosto. En esa ocasión, los trabajadores afirmaron que la dirección actualmente “cuenta con aproximadamente 450 funcionarios presupuestados, civiles”, de los cuales “más de 50% está en condiciones de jubilarse en menos de dos años”. En la sesión del lunes, las autoridades ratificaron estas declaraciones, y transmitieron su preocupación ante ese escenario.
El director general de Recursos Humanos, Gustavo Figueredo, indicó que “la base de la Dinacia son 600 funcionarios”, pero hoy en día hay “412 y esa cifra va disminuyendo”. También advirtió que, ante esta coyuntura, “lamentablemente, ya hay responsabilidades que para principios del 2022” no podrán cumplirse, por ejemplo, “inspectores de transporte aerocomercial en Laguna del Sauce”. “Me atrevería a decir que la situación es más que grave”, sentenció. Consultado respecto de cuándo se inició este déficit en el personal, Figueredo explicó que “dejó de haber 600 funcionarios a partir de diciembre de 2008 y durante 2009”, y que, con base en la proyección de las jubilaciones, es esperable que para diciembre de 2025 haya 220.
Por otro lado, Figueredo afirmó que toda esta situación se ve complejizada por el decreto de austeridad fiscal (90/020) que el gobierno aprobó en sus primeros días de mandato, en marzo de 2020, y que limita a un tercio las renovaciones de las vacantes que se generen en la administración pública. Ese decreto “nos genera un grave inconveniente porque, como saben, impide llenar las vacantes generadas anteriormente, establece que para el año 2020 sólo se puede cubrir un tercio de las vacantes, y plantea que para este año se pueden cubrir las vacantes que se vayan generando”, apuntó Figueredo, y dijo que esto se suma a las trabas burocráticas para incorporar personal en un área de alta especialización.
“Sin duda, la situación es crítica y se puede llegar a complicar un poquito más el año que viene si no logramos cubrir a tiempo las vacantes que nos permiten, que es alrededor de un tercio de las ya generadas”, enfatizó Figueredo. En tanto, Battagliese acotó que para funcionar bien se necesitan al menos 15 cargos nuevos de controladores aéreos.