Ingresá

Daniel Graffigna (archivo, noviembre de 2022).

Foto: Ernesto Ryan

Funcionario de la Junta le pidió trabajo al vicepresidente del BPS; el pase en comisión se aprobó con críticas

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

La resolución fue rechazada por los directores sociales, que entienden que no responde a una necesidad del organismo; para el presidente del BPS, si hay “una persona que quiere venir, que venga”.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Andrés Alba.
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El directorio del Banco de Previsión Social (BPS) aprobó por mayoría, con el voto en contra de los tres directores sociales -que representan a trabajadores, jubilados y empresarios-, solicitar el pase en comisión de un funcionario de la Junta Departamental de Montevideo para cumplir tareas de comunicación en el programa Ibirapitá. La polémica surgió porque “la persona se comunicó” con el vicepresidente, Daniel Graffigna, para pedirle “trabajar en el BPS”, y el presidente, Alfredo Cabrera, entiende que si hay “una persona que quiere venir, que venga”.

Así surge del acta del directorio de hace dos semanas, a la que accedió la diaria, cuyo contenido fue ratificado en la última sesión. El pase en comisión fue aprobado por el BPS y ahora resta que la Junta Departamental de Montevideo avale el traslado. La persona en cuestión es “un especialista en comunicación”, indicó Cabrera en la sesión del directorio, y “la idea” es asignarle tareas en el programa Ibirapitá, que promueve la inclusión digital de los adultos mayores.

Ante la consulta de los directores, Ariel Ferrari y Ramón Ruiz, que representan a los jubilados y trabajadores, respectivamente, Cabrera aclaró que el funcionario que pretende el pase en comisión “se comunicó con el vicepresidente para darle a conocer su voluntad de trabajar en el BPS”.

Esta respuesta provocó intercambios entre las autoridades y, según el acta, Cabrera dijo que “si tienen alguien que quiera venir a trabajar al organismo, [en el directorio] lo pedirán, dado que falta gente”. Agregó que se negará a votar pases en comisión de “todos los que se quieran ir” del BPS y “estará de acuerdo” con “todos los que quieran venir”. Es una “lógica totalmente utilitaria y concreta”, acotó.

Continuando con el razonamiento, Cabrera sostuvo que “no salieron a buscar” al funcionario “ni resulta esencial” hacerlo, pero “le parece bien” pedir el pase en comisión “ante la posibilidad de una persona que expresa su voluntad de venir a trabajar al organismo”.

El presidente del BPS añadió que si “hay una persona que toma la iniciativa de decir que le gustaría venir a trabajar al organismo, será bienvenido, porque se precisa gente con iniciativa”.

Para Ruiz, no es “un buen criterio” el aplicado para el caso: “Se debería avisar y que todo el mundo sepa que puede venir a ofrecerse, porque tal vez otras personas tienen estas capacidades o especialización y no saben que pueden venir, porque la gente piensa que deben presentarse a un concurso para ingresar al BPS”.

De acuerdo al acta, el secretario general del BPS explicó a las autoridades que hay un límite de pases en comisión que opera cuando los funcionarios vienen de la administración central, pero al provenir de la Junta Departamental, “no hay restricción de cupos”.

Una fuente especializada dijo a la diaria que “90% de los pases en comisión” ocurren de esta forma y que más que a “necesidades” de un organismo responden a cuestiones políticas, personales o de parentesco.

Ante las dudas y consultas de los directores sociales, Cabrera dijo a sus compañeros que “no entiende la pequeña polémica que se genera con este asunto”, porque “es lo que es”: “Hay un señor que se arrimó a decir que le gustaría trabajar en el BPS, porque en el lugar que trabaja no hace lo que sabe hacer y aquí tal vez lo podría hacer”.

En esa línea, complementó: “Si hubiera un jefe de administración que le gusta sacar expedientes u oficios y le gustaría venir al BPS porque en la jurídica que está no saca oficios, que venga también”.

En la sesión Graffigna dijo que “lo más fácil” era traer al funcionario de la Junta a trabajar a su despacho, pero entiende “oportuno que desarrolle la tarea en otro lado, a los efectos de fortalecer o aportar lo que tenga para aportar, por la preparación y el expertise que tiene en esa función”. El actual vicepresidente del BPS fue electo edil en el período 2005-2010.

Ferrari dijo que para votar el pase en comisión del funcionario faltan “argumentos, fundamentación”, porque no tiene interés en “traer a todo quien quiera venir al BPS, sino que quien quiera venir tenga un currículum que realmente pueda ayudar a la mejor gestión del organismo”.

En respuesta, Cabrera mencionó que los pases en comisión “son revocables”, es decir que si la persona “no cumple, no sirve, no realiza su trabajo como es debido”, se puede dejar sin efecto el traslado y el funcionario “vuelve a su lugar de origen”.

Consultado por la diaria, el director en representación de los empresarios, José Pereyra, dijo que no acompaña ningún pase en comisión -desde o hacia el BPS- porque “históricamente es algo que hemos criticado desde el sector privado”. Puso como ejemplo que “ningún privado contrata a un trabajador y se lo presta a otro empresario”. Añadió que no tiene pases en comisión en su despacho y, si bien tiene “amigos” trabajando dentro del Estado, “no corresponde” pedir su traslado al BPS.

Sobre el caso en concreto, Pereyra expresó: “El programa Ibirapitá supuestamente es deficitario y hay planes para mejorarlo. El BPS es muy malo en todo sentido en la comunicación, no sé si esta persona será la solución porque no la conozco ni sé su expertise, tiene un buen currículum desde lo teórico, pero pocos antecedentes prácticos”.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura