La lancha auxiliar del ROU 51 Isla de Flores se había accidentado, según el Ministerio de Defensa Nacional, en un ejercicio de remolque en el puerto de Montevideo. Sin embargo, según informó El Observador el lunes, la lancha sufrió el accidente durante un procedimiento para hundir dos barcos obsoletos en el Río de la Plata en noviembre, y las autoridades ministeriales ordenaron guardar silencio.
Si bien no está claro de qué forma la lancha terminó volcando -en una “vuelta de campana”-, fuentes citadas por el citado medio agregaron que la lancha -que va en la popa del ROU 51- en realidad chocó contra una roca. Luego se la remolcó hasta la costa para ser izada con una grúa; la embarcación se alzó brevemente y luego cayó, golpeándose contra el agua, lo que le provocó más daños.
Asimismo, hundir dos embarcaciones en el medio del Río de la Plata -lo que finalmente se hizo a pesar de los inconvenientes- requiere permisos ambientales difíciles de obtener, o contar con el visto bueno de las direcciones de Planificación y de Impacto Ambiental, algo que, según dijo el entonces ministro de Ambiente, Adrián Peña, a El Observador, no ocurrió.
Esto provocó que el ministro de Defensa Nacional, Javier García, fuera convocado a la comisión de Defensa del Senado el próximo lunes para “tener la información de primera mano”, señaló a la diaria la senadora frenteamplista Sandra Lazo, que preside la comisión.
Según Lazo, se enteraron del hecho por la prensa. “Hechos que también involucraron a la Armada”, además de hacerse “sin la autorización” de las direcciones correspondientes, por lo que a la oposición le preocupa “qué daño podría producir al medioambiente” y piensa preguntarle a García “cómo se había tomado esa decisión”, adelantó.
El llamado desierto
Lazo señaló que también se llamó a García a la comisión para consultarle por el llamado a ofertas para adquirir patrullas oceánicas, conocidas como Offshore Patrol Vessel (OPV), abierto en diciembre de 2021 pero que finalmente fue declarado desierto. A pesar de que las patrullas chinas habían quedado en primer lugar de acuerdo a las evaluaciones, costaban 160 millones de dólares, más de lo que el gobierno pretendía gastar.
De esta forma, el propio García declaró meses más tarde que en el ministerio estaban “analizando con profundidad y seriamente” una propuesta desde Noruega que esperaban “poder concretar”. Sin embargo, no hubo noticias respecto de esta adquisición.
Según Lazo, el llamado a ofertas “se había cerrado”, pero señaló que desde la bancada frenteamplista no son “ajenos” a “algunas versiones que salieron por allí, en las cuales habría existido un tipo de presión desde el punto de vista económico o ideológico para que no se adquirieran las que técnicamente se supone que eran las adecuadas”.
La idea también es obtener “información del ministro de por qué se van tomando esas decisiones”, puesto que se han pedido “algunos informes que han demorado bastante y nos pareció que lo mejor es que se informe al Parlamento en qué está hoy esa negociación”.