El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó esta mañana de la inauguración del puente ubicado sobre el arroyo Solís Grande, en el límite de los departamentos de Lavalleja y Canelones, y durante su oratoria el mandatario se refirió al proyecto Neptuno-Arazatí, que esta semana recibió la autorización ambiental por parte del Ministerio de ambiente.
El mandatario sostuvo que el compromiso de su gobierno es “trabajar hasta el 28 de febrero o el 1º de marzo del 2025 de la misma manera, con las mismas ganas y con el mismo ímpetu que el primer día”. Bajo ese entendido, se refirió a las obras que ha inaugurado en la recta final de su gestión.
Defendió que “como gobernamos bien, como respetamos los dineros de la gente, como no lo tiramos en proyectos faraónicos que nunca se hicieron, tuvimos plata para hacer esto”, refiriéndose al puente inaugurado esta mañana, una obra “con más contenido personal, político, de trayectoria”, dijo previamente.
Luego, el presidente se refirió a “la obra que tiene comprometida el gobierno de una nueva fuente de agua potable”. Señaló que “el primer proyecto” que vió de Arazatí databa del año 1997, y “nadie hizo absolutamente nada”. Lacalle Pou aseguró que cuando asumió la presidencia “me dejaron dos carpetitas arriba del escritorio, una que era, si tenés tiempo y conseguís la plata, la represa de Casupá, y la otra no me acuerdo cuál era. O sea, no había un proyecto empezado”.
La construcción de la represa en el arroyo Casupá, en el departamento de Florida, es la iniciativa sobre la que avanzó la última administración frenteamplista, pero la desestimó el gobierno de Lacalle Pou. La fuerza política del presidente electo se ha manifestado crítica a las concreción del proyecto Neptuno y, por el contrario, algunas de sus figuras, como la vicepresidenta electa Carolina Cosse y el futuro secretario de presidencia, Alejandro Sánchez, han reiterado que la “prioridad” de su gobierno será hacer Casupá.
El presidente sostuvo que “en base a estudios técnicos, en base a algo que no es muy difícil de saber, la represa de Casupá es la misma fuente de agua que la que toma Aguas Corrientes”, la represa que es la que potabiliza el agua para toda el área metropolitana. Por tanto, “nosotros dijimos, vamos a buscar una fuente alternativa, que no era no hacer Casupá en el futuro”, afirmó Lacalle Pou.
“Ese proyecto -Neptuno- lo empezamos, ese proyecto llevó todo un desarrollo técnico, llegó una licitación, se otorgó la licitación, hace dos días el estudio de impacto ambiental”, dijo el mandatario y preguntó: ¿Y cuál es el deber del Presidente de la República si dijo el 1 de marzo del 2020, que el 1º de marzo del 2025 iba a seguir gobernando? ¿Poner freno de mano?”.
Para el presidente, “si viene una sequía”, le van a echar la culpa “al que se fue y no hizo la cosa”, lo cual no quiere decir “que no conversemos”. Sostuvo que “nos hemos pasado conversando” y entre los temas que habló con el gobierno electo, este fue uno, “a modo de consulta ‘barra’ información”.
Lacalle Pou aseguró que, “lo que vamos a hacer es sentarnos, cuantas veces tengamos que sentarnos en la mesa” para ver qué “puntos intermedios” con los que “todos quedemos satisfechos” tiene el “proyecto que ya decidimos hacer, porque es bueno para el país”.
Agregó que, si bien no es una obligación del gobierno hacerlo, “es una obligación que nosotros, como individuos, como gobernantes, sentimos”, porque “yo no le quiero dejar un problema al gobierno que viene, yo le quiero dejar una solución”.
Al cierre de su discurso, el mandatario dijo que sobre el final de su gobierno “se nos atoraron las obras” y “en vez de elegir cuál tenemos que terminar, es cuál vamos a elegir, porque vamos a tener muchas terminadas, algunas las vamos a inaugurar”. Allí se dirigió al secretario general de la Intendencia de Canelones Francisco Legnani y le dijo “capaz, ya le decís a Yamandú -Orsi-, vos que sos medio cercano, que la primera semana va a tener 10, 12 obras que le dejamos prontitas para que las inaugure”.