La política industrial es objeto de críticas por parte del sindicalismo y el Frente Amplio (FA), quienes denuncian que el gobierno está “ausente”. Los gremios y la oposición sostienen que la falta de un plan estratégico y de medidas concretas para impulsar el sector dejó a algunas empresas y trabajadores desprotegidos, y que se afectó la competitividad a raíz del atraso cambiario, punto cuestionado también por la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU).
Álvaro Macedo, integrante de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI), dijo a la diaria que están en un “momento difícil”. “Hubo empresas que despidieron personal. Estamos todos los días con algún problema serio de trabajo en algún lado. Es un momento dificilísimo. Yo creo que, fundamentalmente, la política industrial del gobierno se define con dos palabras: ‘totalmente ausente’”, indicó.
De acuerdo al sindicalista, no han encontrado “los apoyos o la fuerza” para poder, a través del gobierno, “lograr defender a la industria nacional”. “No hemos podido contar con el apoyo del gobierno. Termina todo en lo mismo: con la reestructura, con el despido o con el cierre. Eso a la industria la está afectando muchísimo. Es un muy mal momento de la industria nacional. Nosotros desde la CSI entendemos que un país sin industria no funciona, no se va a desarrollar jamás. Nos sentimos solos, peleando contra lo que está pasando afuera del país, lo que está pasando a nivel de las empresas, y con una ausencia notoria del gobierno”, apuntó.
En tanto, el presidente de la Cámara de Industrias (CIU), Fernando Pache, expresó a la diaria que esperaba una política industrial “más definida” y de “más apoyo”. En ese marco, sostuvo que “no esperaba que los proyectos de Comap [Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones] tuvieran un proceso tan complejo y tan lento de aprobación”. Además, lamentó el no haber podido lograr “mejores y mayores” acuerdos internacionales “pese a los denodados esfuerzos por parte del gobierno”, donde la CIU también tuvo un rol importante.
Asimismo, comentó que están “insatisfechos” con el atraso cambiario: “No es un tema actual pero es un tema repetitivo. Lo tuvimos en alguno de los tres gobiernos anteriores del FA y ahora pensamos que esto no se iba a volver a dar y lamentablemente prevaleció el cuidado de la inflación frente a la predominancia de la competitividad, en donde la industria se ve altamente perjudicada dado que el tipo de cambio bajo no ha hecho otra cosa que la liberación y el incentivo de la importación de productos especialmente de la región”.
Desde la CSI entienden que en los últimos 30 años ha caído “enormemente” la cantidad de gente de la industria. “La calidad del trabajo de la industria no lo tiene el comercio, no lo tienen los servicios. La calidad, la remuneración, la importancia para el país, el peso en el salario es siempre superior en la industria que en los demás sitios”, agregó. Según la CIU, el sector produce unos 17.000 millones de dólares por año, de los cuales 10.000 millones, aproximadamente, se exportan.
Sin identificar
El economista y exdirector de Planificación en el último gobierno de Tabaré Vázquez, Fernando Isabella, dijo en diálogo con la diaria que le cuesta identificar una política industrial “propiamente dicha” por parte del gobierno. “No hay demasiadas medidas. Sé que hubo algunas cosas que fueron más bien ad hoc, de decisiones de algunas empresas, por ejemplo, adjudicarles una tarifa eléctrica preferencial, pero que en principio no parece ser parte de ningún plan mínimamente estructurado. Después no vi mucha cosa más”, expresó; tanto es así, dijo, que cuando la planta de la Fábrica Nacional de Cerveza de Minas decidió hacer una reestructura, la reacción del gobierno fue “hagamos una mesa para ver cuáles son los problemas”.
Según Isabella, “un poco en línea con el pensamiento” de la coalición de gobierno, en especial del herrerismo, “la política industrial propiamente dicha ha sido algo poco relevante”. “Ha habido cierto desprecio hacia la política industrial porque de alguna manera implica una interferencia del Estado en el funcionamiento natural, por llamarlo de alguna manera, del mercado, y eso se aleja un poco de las concepciones principales, en particular en lo que hace al herrerismo”, planteó.
El herrerismo “siempre” tuvo un foco “muy fuerte” y su base de apoyo en el sector agropecuario, cuyo desarrollo depende mucho más de las condiciones naturales del país para la producción de esos productos, analizó el economista, y añadió que “no hubo ningún plan explícito” pero tampoco “implícito” para el desarrollo industrial y productivo.
“Capaz que lo único que podría ser parte de los planteos iniciales de este gobierno que tuviera un foco en lo productivo eran los temas de costo de las tarifas, sobre todo de energía y de combustible. Ahí se hizo mucho énfasis en que las altas tarifas tienen un impacto negativo en la competitividad de los sectores productivos, lo cual es cierto”, pero en este tema tampoco parece haber habido algún cambio, puesto que las tarifas “no tuvieron ninguna variación relevante”.
A futuro
Macedo señaló que el próximo gobierno tiene que tener la capacidad de sentarse y “planificar”. “Ni siquiera pedimos una política de Estado, porque es muy difícil. Y sobre todo después de la ronda de consultas que hicimos con los precandidatos, es muy difícil pensar en una política de Estado. Haremos lo que podamos”.
A futuro, lo único que esperan es “un plan” o, al menos, “la capacidad de sentarnos a ver qué queremos de la industria en el Uruguay”, dijo Macedo. “Queremos sentarnos y discutir, ver cuáles son las posibilidades. Es difícil hablar de aranceles, de impuestos, es difícil hablar de un montón de cosas. Pero es tan difícil también pensar en la industria como un lugar casi imposible de llegar”, sostuvo.
En tanto, Isabella tiene la “impresión” de que el próximo gobierno en términos productivos “va a tener un desafío bastante grande”. Esto se debe en parte al foco “casi exclusivo” en temas inflacionarios, “además de la ausencia de una política de desarrollo productivo”. Para el frenteamplista, en la política macroeconómica se sumó una evolución del tipo de cambio que deja a los sectores transables en general “en una situación muy comprometida”.
De acuerdo al economista, se necesita una hoja de ruta de conjunto de medidas para hacer posible el desarrollo de esos sectores, y una política de diálogo permanente con los actores principales, entre ellos, trabajadores y empresarios. Además, exigió la “reconstrucción” de una institucionalidad en el sector público que tenga una mirada de desarrollo productivo, “que eso no existe hoy en día”. “Se requeriría una institucionalidad que permita tener esa mirada transversal, que permita articular la multiplicidad de agencias que el Estado tiene en términos productivos”, agregó.
Por su lado, la CIU elevó a todos los precandidatos su propuesta de desarrollo industrial, que fue presentada hace casi dos meses. De acuerdo a Pache, ese documento tuvo buena aceptación en buena parte de ellos; en tanto, la CSI hizo lo suyo tratando de reunirse con todos los postulantes a la Presidencia pero no tuvo mucha suerte, dado que desde el Partido Nacional los tres principales precandidatos no los recibieron, según dijo Macedo, algo que les preocupa.