El 27 de junio pasado, aniversario del golpe de Estado, se inauguró en Treinta y Tres un circuito de memoria en la plaza 19 de Abril y en otros lugares de la ciudad. El circuito incluyó la colocación de placas conmemorativas de personas asesinadas, desaparecidas y torturadas en el marco del terrorismo de Estado. Según detalla la Red Nacional de Sitios de Memoria, el circuito homenajea a tres jóvenes del departamento que permanecen desaparecidos, Júpiter Delpino, Arazatí López y Modesto Machado; el Liceo Departamental N° 1 incluye señalizaciones en memoria del maestro y profesor Manuel Toledo y del grupo de estudiantes y docentes apresados por la dictadura en 1975; y en el Batallón de Infantería N° 10 se evoca a Luis Carlos Batalla Piedrabuena, secuestrado el 24 de mayo de 1972 y asesinado en dicho cuartel, y al grupo de mujeres que estuvieron detenidas allí durante la dictadura.
El circuito incluye una placa en homenaje a Mario Eguren, estudiante asesinado por la policía del departamento el 21 de abril de 1972 mientras huía. Eguren era militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y fue detenido cuando llevaba provisiones a militantes clandestinos de ese grupo político. Logró huir de sus captores, trepó a un árbol y luego pasó a la azotea de una casa, donde fue baleado por la policía y esto ocasionó su muerte. Estaba desarmado.
El 7 de noviembre, desconocidos rayaron la plaza del circuito y arrancaron la foto de Eguren.
Este lunes, mediante un comunicado, la Red Nacional de Sitios de Memoria expresó su “repudio al ataque” al circuito de memoria. Recordó que la finalidad de este circuito es “recuperar, construir y transmitir la memoria de lo ocurrido”, como “forma de homenaje y de reparación a las víctimas y a la comunidad”. “Los sitios de memoria son una práctica social y política reparatoria, y cuando un sitio es atacado es una afrenta a toda la comunidad”, sostuvo la organización.