El Poder Ejecutivo fijó este miércoles, vía decreto, los precios de los combustibles que regirán a partir del 1º de mayo. Por segunda vez consecutiva desde que asumió el actual gobierno, el precio máximo de venta del gasoil 50S tendrá una baja, pasando de 50,17 a 49,42 pesos uruguayos el litro, una reducción de 1,49%.
El precio máximo de venta de la nafta Súper 95, en tanto, se mantendrá nuevamente en 78,54 pesos por litro, el mismo valor que tenía este combustible cuando asumió la actual administración. De hecho, el valor de la nafta Súper 95 no se modifica desde el 1º de enero de este año. También se mantendrá sin cambios el valor del supergás, a 88,46 pesos el kilo.
Del mismo modo, el precio máximo de venta de la nafta Premium 97 continuará a 81,08 pesos por litro. Este valor tampoco se actualiza desde principios de este año. En cuanto al valor del gasoil 10S, el Poder Ejecutivo determinó una reducción de 58,10 a 57,23 pesos por litro, una baja de 1,5%.
Por otra parte, en un segundo decreto, el gobierno exhortó a Ancap a “tomar las acciones necesarias para que se continúe instrumentando el descuento del 50% sobre el precio de venta al público de las recargas de garrafas de 13 kilogramos de supergás” hasta el 31 de diciembre de 2025, una medida que proviene de la anterior administración.
Por último, el Poder Ejecutivo le encomienda al Ministerio de Industria, Energía y Minería conformar un “grupo de trabajo interinstitucional”, que estará integrado por representantes del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Economía y Finanzas, “a los efectos de estudiar el asunto y proponer alternativas”.
El ajuste determinado por el Poder Ejecutivo difiere del informe elaborado por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), correspondiente al mes de abril. La Ursea calculó, en el caso de la nafta Súper 95, un aumento de 0,18%; mientras que, en el caso del gasoil 50S, el organismo regulador calculó una baja de 3,40%.
La semana pasada, en conferencia de prensa, la ministra de Industria, Fernanda Cardona, había anunciado que el próximo ajuste de los precios de los combustibles no sólo tendría en cuenta el precio de paridad de importación calculado por la Ursea, sino también “la realidad de los números de Ancap”, que, según el gobierno, tuvo una pérdida de 118 millones de dólares al cierre del año pasado.