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Salón de los Pasos Perdidos.

Foto: Alessandro Maradei

Flores, banderas y recuerdos: el velorio de José Mujica en el Palacio Legislativo

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Políticos, dirigentes y miles y miles de ciudadanos despidieron al fallecido exmandatario en una larga jornada en el Salón de los Pasos Perdidos, que seguirá este jueves.

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En la entrada principal del Palacio Legislativo había demasiado silencio. Este miércoles de tarde una larguísima fila de personas, que se perdía por avenida Libertador, aguardaba para darle el último adiós al fallecido expresidente José Mujica. Una señora, emocionada hasta las lágrimas, con una bandera del Movimiento de Participación Popular (MPP) y otra de Uruguay, haciendo flamear ambas, salió del Palacio y rompió el silencio al grito de “¡hasta siempre, Pepe!”, y varios de la fila empezaron a aplaudir.

Del otro lado, frente a la plaza Primero de Mayo –en donde colgaba una bandera de color rojo furioso con la imagen de Mujica–, era por donde salían los principales políticos y dirigentes. Por allí estaba María Julia Muñoz, quien supo compartir gabinete con Mujica durante la primera presidencia de Tabaré Vázquez, cuando ella era titular del Ministerio de Salud Pública y el expresidente estaba a cargo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Muñoz le dijo a la prensa que recuerda “infinitas” anécdotas con Mujica, en particular de aquel primer gobierno del Frente Amplio (FA), porque se sentaban juntos en las reuniones de ministros.

“Siempre hablábamos, él contaba chistes y Tabaré nos rezongaba. Decía que parecíamos los caramelos Mu-Mu, por Muñoz y Mujica. Siempre tenía anécdotas de cuando iba al interior y dormía en los galpones de la peonada. Mujica es un ser entrañable, que hemos perdido pero nos deja muchas enseñanzas para reflexionar”, finalizó.

Adentro, en el Salón de los Pasos Perdidos, la exministra de Turismo Liliam Kechichian estuvo conversando un buen rato con Lucía Topolansky, viuda de Mujica, mientras estaban sentadas frente al féretro. Al retirarse, esperando el ascensor, Kechichian le dijo a la diaria que Topolansky le estuvo contando sobre estos últimos días: cómo, obviamente, optó por no hacer campaña y dedicarse a estar al lado de su marido “todo el tiempo”. Además, le comentó “todo lo que dejó preparado” Mujica, desde los detalles “más pequeños”, como lo que había que plantar en la chacra, hasta “lo más profundo”, como “una cantidad de cuestiones políticas”.

Pensando en lo global, Kechichian sostuvo que “es impensable el Uruguay de hoy sin Mujica”, por lo tanto, “es un desafío para la izquierda”, porque el FA se quedó sin el último dirigente “de esa trilogía fantástica” luego de Liber Seregni: Tabaré Vázquez, Danilo Astori y Mujica.

Kechichian señaló que siempre recuerda que Mujica la escuchó mucho cuando ella era jerarca de Turismo, en la segunda mitad de su presidencia. “No entendía nada de Turismo, y decía cosas de las que yo estaba tan en contra… y me peleaba con él. Pero me demostró que era un hombre que sabía escuchar, y terminó entendiendo perfectamente esta actividad y apoyándola”, sostuvo.

También presente en el velatorio, el exintendente de Canelones Marcos Carámbula valoró que Mujica “fue cumpliendo” el “deseo de irse en paz”. “También en eso Pepe nos dio un gran ejemplo; sabía lo que tenía, pero decidió seguir el camino hasta que sus fuerzas dieran y no sufrir”, planteó el dirigente. “Se nos va un pensador con un valor universal, con un valor, sin duda, latinoamericano”, agregó.

Carámbula se detuvo en la relación de Mujica como presidente con los intendentes y comentó que quienes lideraban en aquella época los departamentos “querían venir todos juntos” a rendirle tributo. “Pepe comprendía como nadie el interior, comprendía como nadie lo que son los desafíos de los gobiernos departamentales”, comentó el exintendente de Canelones.

Dijo que en el FA ya no quedan consejeros como Mujica. “Ese pensamiento tan profundo no es fácil de reemplazar”, puntualizó. Agregó que “la única manera” de que la fuerza política puede sustituir su ausencia “es un trabajo en colectivo”.

Como persona cercana a Orsi, Carámbula comentó que el presidente está “muy afectado”, pero apuntó que como mandatario “traza su camino con mucha fortaleza” y “con mucha austeridad”, como aprendió de Mujica. Agregó que confía en que Orsi consolidará “una propuesta de país que va a dar a todos lo mejor”.

Vidalín: “Fue el caudillo más importante de este siglo”

Del otro lado del féretro, los dirigentes que habían mostrado sus respetos se quedaban conversando en pequeños grupos. Allí estaba el exintendente de Durazno, Carmelo Vidalín, del Partido Nacional, con una expresión un tanto compungida. Vidalín le comentó a la diaria que tiene “un afecto muy grande” por Mujica porque “fue un luchador de la vida”, aunque haya sido “un tipo que cometió errores, como cometemos todos”. Resaltó que estuvo “12 años guardado” y, cuando salió, lo hizo “con la mano extendida, con la palabra reconciliación, sin odios”.

El dirigente nacionalista se refirió a cuando se solía criticar a Mujica por aquello que dijo en su asunción como presidente ante la Asamblea General (el 1° de marzo de 2010), “educación, educación, educación”. Vidalín subrayó que le agrega un “educación” más, ya que “gracias a él el interior tiene la Universidad Tecnológica, que le ha dado las mismas posibilidades a la gente del interior que a la de la capital”.

“Él era un hombre libre. Esa libertad que tenía para manifestarse tal como era va a llevarnos a que durante muchos años estemos analizando cada una de sus palabras. Y fue el caudillo más importante de este siglo”, sostuvo. Además, pensando en el legado político de Mujica, Vidalín dijo: “Quienes estamos en la actividad política tenemos que cuidar mucho la austeridad y reconocer a los otros como nuestros iguales. Él predicó a través de su vida lo que manifestaba con las palabras”.

Por su parte, el senador nacionalista Sergio Botana definió a Mujica como “un adversario imposible” al que le guarda “mucho cariño” porque el fallecido líder del MPP fue como presidente “sumamente respetuoso” con los “liderazgos departamentales”. Puntualizó que durante el mandato de Mujica se hicieron “los avances concretos más grandes para los gobiernos departamentales” después de la reforma de la Constitución de 1996. “De alguna manera, hacía que nosotros representáramos al gobierno en nuestros departamentos”, recordó como exintendente de Cerro Largo.

Por otra parte, Botana se refirió a “la ayuda silenciosa” en “temas prioritarios” que le dio Mujica al gobierno de Luis Lacalle Pou. Como ejemplo, se refirió a la postura que tuvo sobre la seguridad social y los nexos que generó con Brasil. “Ese magnetismo, ese carisma que tenía, esa popularidad que tenía, qué bueno es que la haya canalizado por la democracia, por la participación”, valoró también el legislador blanco. En ese sentido, comentó que con su muerte se entra en una “zona de riesgo político”, porque sólo “los grandes” como él pueden “frenar los impulsos destemplados”. “Que no nos pase que muchos quieran ganar liderazgo radicalizando”, pidió Botana. Por último, y en referencia al origen blanco del exmandatario, el legislador reconoció que tenía “los usos, las costumbres y las formas” de su partido, porque era un caudillo. “En la izquierda fue un innovador”, consideró.

Mientras los políticos, legisladores, dirigentes, etcétera, charlaban por diversos rincones del Palacio, la fila de gente que quería ver el ataúd de Mujica nunca dejaba de avanzar. Muchas personas lo querían ver, así que el buen ritmo sólo daba para hacer algún pequeño gesto ante el féretro. Un señor levantó su puño izquierdo, un muchacho se persignó y otro se sacó los lentes, como para que nada interfiriera en su visión de una imagen que seguro recordará muchas veces. Un padre le indicó a su niña una foto de un rozagante Mujica que descansaba a un costado, de cuando fue presidente (2010-2015). Y fueron varias las personas que dejaron flores.

Los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y Luis Lacalle Pou también se hicieron presentes en el velatorio, aunque en momentos distintos. Por supuesto, también estuvo el actual mandatario y correligionario de Mujica, Yamandú Orsi, quien habló largo y tendido en una rueda de prensa. En uno de los tantos pasillos del Palacio, cuando Orsi bajaba por el ascensor, a pocos metros se alejaba del lugar el exsenador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, que también fue a expresar sus condolencias.

“Se fue un protagonista de las últimas décadas en la historia y el escenario político nacional”, dijo Manini Ríos a la diaria, y subrayó que Mujica “ponía sentido común y bajaba la pelota al piso, como se dice vulgarmente”, y por eso piensa “que se lo puede llegar a extrañar”. El militar retirado destacó que Mujica buscaba “resaltar lo propio, lo nacional, por encima de los dictámenes que vienen de otras latitudes, al menos en el discurso”, aunque muchas veces no se haya llevado a la realidad. “Eso hay que rescatarlo y puede ser el legado principal de Mujica”, finalizó.

Esperando a Lula

El músico Mario Carrero, luego de mostrar sus respetos, le dijo a la diaria que tiene la sensación de quedar un poco huérfano, y no simbólicamente, sino porque le faltará “la posibilidad de conversar, en el acuerdo o el desacuerdo, con una referencia universal”. Especialmente, recordó un acto en el que participó con Mujica, cuando el fallecido dirigente, hablando sobre el futuro, la inteligencia artificial y los “avances violentos de la tecnología”, dijo que los jóvenes tienen que prepararse mucho. “Si no, el mundo ha cambiado tanto, que no van servir ni para que los exploten”, les señaló Mujica. Unas palabras que perfectamente podrían ser los versos de alguna canción de Carrero con su compañero de todas las horas, Eduardo Larbanois.

Entre las presencias internacionales en el Palacio Legislativo estuvo la de Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires. “En lo personal y en lo institucional sentí la responsabilidad de venir a traer nuestras condolencias y respetos al pueblo uruguayo por su pérdida”, dijo Kicillof en una rueda de prensa, y contó que pudo encontrarse un ratito con Orsi y con Topolansky. Además, resaltó que tuvo un “vínculo personal” con Mujica y le cuesta “darlo por fallecido”.

El velatorio empezó a las 15.00 y siguió hasta la medianoche. Este jueves a las 10.00 se abrirán las puertas del Palacio Legislativo otra vez, y se espera que por la tarde llegue el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva –que está en China de visita oficial–, además de toda la gente que no pudo asistir este miércoles. Porque de noche la fila por avenida Libertador seguía como al principio.

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