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Represión policial en manifestación antidictatorial, el 3 de junio de 1984.

Foto: Cámaratres

52 años de la Huelga General: los acontecimientos que se produjeron ante la disolución de las cámaras del Parlamento

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En un nuevo aniversario de la fecha, la diaria repasó las acciones de quienes se manifestaron a raíz del golpe de Estado.

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Leído por Andrés Alba
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“Libertad o muerte” es la frase estampada en el cartel que sostiene un hombre en medio de una multitud que llenó la avenida 18 de Julio el 9 de julio de 1973. Este plano fue capturado por el fotoperiodista Aurelio González el mismo día en que la redacción del diario para el que trabajaba, El Popular, fue allanada por fuerzas militares. Este miércoles, a 52 años de los hechos, la asociación de extrabajadores del medio se movilizó para recordar ese día.

Ese día hubo una movilización contra el golpe de Estado que se había concretado unos días antes, el 27 de junio. Fue convocada por la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), estudiantes, organizaciones sociales y por los partidos políticos que se expresaron en contra de la dictadura, el Frente Amplio (FA) y el Partido Nacional.

Otra de las fotografías de ese día muestra a la misma multitud sobre 18 de Julio, pero desde otro plano; González captura a las personas desde arriba y en el centro se puede ver a Nibia Sabalsagaray, docente de Literatura y militante de la Unión de Juventudes Comunistas, quien fue asesinada por los militares un año después de esa movilización.

Las fotos de González están en la página web del Centro de Fotografía de Montevideo. Además de registrar la represión en esa movilización, también dejó un archivo sobre el día que comenzó la Huelga General, decretada por la CNT para cuando se produjera el golpe de Estado.

“El fotógrafo, por regla general, tiene que ir a donde están los hechos. Yo lo tenía muy claro: la historia estaba pasando en un montón de decenas o centenares de fábricas”, recordó González en el documental de 2004 A las cinco en punto, dirigido por José Pedro Charlo, sobre la movilización convocada ese día y los 15 días que duró la Huelga General. “Tú agarrabas la calle Veracierto, y eran todo fábricas textiles ocupadas por centenares de trabajadores y trabajadoras”, agregó.

El fotógrafo relató que cuando fue a sacar fotos a la estación Buceo se encontró con “gente muy angustiada” y “muertos de frío”, “con mucha preocupación”. “A la gente no le importaba que le sacara fotos, lo que querían saber era qué estaba ocurriendo”, señaló, y continuó: “Me preguntaron qué estaba ocurriendo en Montevideo, y yo me di cuenta de que les tenía que dar ánimo, que les tenía que decir que la gente resistía, que las fábricas estaban ocupadas, porque sabía que era así, porque la gente iba a responder al llamado de la CNT de ocupar las fábricas si había golpe de Estado”.

Wladimir Turiansky, ingeniero de usinas eléctricas, exdiputado del FA y exintegrante de la Agrupación Usinas y Teléfonos del Estado, contó en ese documental que cuando se produjo el golpe militar, “inmediatamente”, se reunió esa misma madrugada el Secretariado Ejecutivo de la CNT y puso “en práctica la resolución”. “Lo único que se estaba esperando era la confirmación del decreto de disolución de las cámaras y poner en marcha la resolución de huelga a través de una declaración que se aprueba esa noche, que se imprime y se hace llegar a los sindicatos”.

Dos días después de disueltas las cámaras en el Parlamento, el diario Ahora publicó una noticia titulada en letras mayúsculas: “Exige la CNT vigencia de las libertades sindicales: dos entrevistas con Bolentini, hoy convocados por los comandantes”. El ministro de Interior de entonces, Néstor Bolentini, había convocado a la central sindical para solicitarles que se levantara la huelga.

Ignacio Huguet, uno de los fundadores del Centro Obrero de Alpargatas y del Centro Obrero Textil y representante de los textiles en el comando de la huelga, dijo en el documental mencionado que el ministro “quería conversar sobre el tema del conflicto y ofrecía, naturalmente, garantías para la delegación que la CNT eventualmente pudiera designar”.

Según relató, a la interna de la central se discutió sobre “la conveniencia o no” de responder afirmativamente a la invitación. Finalmente se aceptó, se designó a la delegación, que quedó conformada por él, Jose D’Elía, presidente de la CNT, y Gerardo Cuestas, quien era secretario de la central y también dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines.

“Nos decía [el ministro] que la huelga había que levantarla de inmediato, nos daba un plazo razonable para organizar las medidas que nosotros consideráramos, pero que la huelga había que levantarla a cambio de la promesa de una resolución del Poder Ejecutivo en materia salarial”, señaló, y dijo que Bolentini les transmitió que iba a “contemplar las aspiraciones” de los trabajadores. Sin embargo, afirmó que “no lo concretó en oferta ninguna” y que luego de eso escucharon en los informativos que “el gobierno ya dictaba el decreto de disolución de la CNT, la declaración de ilegalidad y el requerimiento de todos nosotros y de toda la dirección de la central”. “Era ingenuo pretender que el compañero D’Elía llamara nuevamente [para ver] qué respuesta tenía el gobierno al planteo que le habíamos hecho”, apuntó.

El 4 de julio, el gobierno de facto emitió el Decreto 518/973, que establecía “sanciones para las actuales situaciones de paralización del trabajo, promovidas con fines ajenos al interés gremial”, y declaraba que “las huelgas, paros y diversas formas de trabajo irregular promovidas en la actual circunstancia constituyen conductas ilícitas no amparadas por nuestro derecho positivo”. Esto permitió el despido sin indemnización de los trabajadores que realizaran medidas de fuerza.

Cinco días después, y con la huelga llegando a su fin, se convocó a la movilización en rechazo de la dictadura. “El acto del 9 de julio fue acordado con las fuerzas políticas que se habían pronunciado más decididamente contra el golpe, y en apoyo a la huelga que estábamos llevando los trabajadores”, dijo Hughet.

Sin embargo, la convocatoria no fue tan sencilla. En la edición de Ahora del 29 de junio de ese año apareció en la parte superior de la tapa, junto a unas letras mayúsculas que alertaban que se trataba de una “edición de emergencia”, un aviso que alertaba sobre prohibiciones”.

Este decía que a partir del 27 de junio los medios de difusión se encontraban sometidos a determinadas restricciones, como dar “noticias y comentarios que afecten negativamente al prestigio del Poder Ejecutivo y/o las Fuerzas Armadas o que atenten contra la seguridad y el orden público”; “versiones relacionadas con la disolución del Parlamento”; “versiones de líderes políticos, legisladores y cualquier otra persona que contravengan lo dispuesto en el numeral primero”; “versiones sobre detenciones de imputados por la Justicia Militar”; y “convocatorias a reuniones, mítines o manifestaciones de carácter político que contravengan lo dispuesto en el numeral primero”.

En este contexto de censura, el director de teatro y comunicador Rubén Castillo fue la única persona de los medios de comunicación que convocó a esta movilización. Lo hizo en la radio Sarandí, en código, recitando el poema de Federico García Lorca “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, que tiene por estribillo el verso “a las cinco de la tarde”. Así Castillo llamó a quienes estuvieran escuchando a reunirse en la avenida 18 de Julio a la hora indicada por la pieza, para manifestarse en contra del golpe.

Dos días después, a pesar de algunas resistencias internas relatadas por Jorgelina Martínez, una de las fundadoras del Congreso Obrero Textil, la Mesa Representativa de la CNT definió levantar la Huelga General y “pasar a otras formas de lucha contra la dictadura cívico-militar”.

Se presentó un documental sobre los 50 años del Plan Cóndor

Este miércoles, los colectivos Sitios de Memoria, Plan Cóndor y el PIT-CNT presentaron un corto documental de un minuto y medio sobre los 50 años del Plan Cóndor, la coordinación entre las dictaduras del siglo XX en América Latina.

El programador y desarrollador web Rodrigo Barbano explicó en diálogo con el portal de la central sindical que la pieza audiovisual presentada tiene el objetivo de visibilizar el aniversario y aclarar conceptos que se confunden con frecuencia, como “¿qué fue el Plan Cóndor?; ¿fueron todas las dictaduras?; ¿cuántas víctimas hubo de la coordinación represiva?”. Además, señaló que otro de los puntos que se busca “visibilizar” es el rol de Estados Unidos “en el impulso de estos procesos dictatoriales”. “Es una pieza más en este rompecabezas de múltiples esfuerzos, todo enmarcado en el 50° aniversario del Plan Cóndor”, destacó.

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