El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el PIT-CNT y representantes de las cámaras empresariales se reunieron este miércoles en el segundo encuentro del Consejo Superior Tripartito, de cara a la undécima ronda de los Consejos de Salarios, que serán convocados en el correr de la próxima semana.
El objetivo de este segundo encuentro era que el Poder Ejecutivo respondiera a las partes las dudas que habían quedado en la primera reunión, en la que el gobierno presentó los lineamientos salariales. El empresariado, por ejemplo, cuestionaba que el modelo de franjas adoptado por el gobierno no reconocía la “heterogeneidad” de los diferentes sectores de actividad.
El gobierno respondió a esa inquietud y, a pesar de que los empresarios volvieron a manifestarse en contra, mantuvo los lineamientos tal como los había definido. Juan Mailhos, asesor jurídico de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios y vocero de los empresarios, dijo que siempre tuvieron la inquietud de que “se respetara la heterogeneidad”, ya que “no es lo mismo un sector exportador” que un “sector importador”, o la “gran empresa multinacional” que la “empresa nacional”.
Mailhos marcó que el gobierno “reconoce situaciones y realidades distintas” entre los sectores, al haber diseñado un conjunto de políticas para atender el diferencial de precios que se da en la frontera con Brasil. “Nos parece muy bien, pero a esa gente que se le da con una mano se le quita con otra con los lineamientos”, sostuvo.
Sobre este punto, el subsecretario de Trabajo, Hugo Barretto, dijo a la diaria que las heterogeneidades planteadas por los empresarios serán “contempladas en la propia negociación” que comenzará la próxima semana, cuando se comience a convocar a las diferentes mesas de negociación.
Entre los empresarios “no hay conformidad”, además, porque las pautas definidas “no se adecuan al contexto que el propio Poder Ejecutivo pintó”, según dijo el dirigente empresarial. “[Ese escenario] tiene un crecimiento magro para estos dos años, un PIB también magro, diferencias con el comercio con Brasil, una inflación que hoy por hoy está controlada, pero existen situaciones de contexto internacional que pueden impactar”, y estos elementos “pueden llegar a tener” incidencia sobre la “realidad”, consideró. “Estas pautas prevén aumentos que van a ser caros para el sector empresarial”, sentenció.
En esa dirección, opinó que estas pautas “pueden afectar el nivel de empleo de calidad”. “Acá no es agitar fantasmas ni cucos, es decir algo que en el mercado de trabajo ya conocemos: el mercado de trabajo se regula por precio o por cantidad; si usted me sube el precio, la cantidad va a ser menor”.
De todos modos, para Mailhos los empresarios “siempre van a apostar a los acuerdos”, porque “es la manera que tiene el empresario de hacer previsibles sus costos y poder apostar a la paz sindical”. “Eso es lo que el empresario necesita para producir riqueza para el país”, resumió.
Sergio Sommaruga: el gobierno “está muy firme en la convicción de que la inflación se va a mantener en la proyección prevista”
En declaraciones a la prensa a la salida de la reunión, Barretto ratificó las posiciones que mostraron las partes en la reunión: “Hubo observaciones, uno por considerar que [los lineamientos] son insuficientes y otro por considerar que son excesivos”. Justamente, la central de trabajadores le manifestó al Poder Ejecutivo su acuerdo en general con la propuesta, pero marcó algunas dudas, sobre todo respecto del mecanismo dispuesto para que no haya pérdida de salario real en el medio del período de vigencia del acuerdo.
“En términos generales, caracterizamos como positivos los lineamientos en función de lo que venía del gobierno anterior”, manifestó en diálogo con la diaria el dirigente Sergio Sommaruga. En esa dirección, apuntó que es valorable que el Ejecutivo haya priorizado los salarios sumergidos y que haya una aspiración general al crecimiento del salario real.
Sin embargo, dijo que por cómo está planteada la propuesta desde el punto de vista técnico “no hay mecanismos” que “consoliden esos objetivos”. Los lineamientos, sostuvo, garantizan que dos de las tres franjas (las dos con mayores ingresos) no van a perder salario en el punta a punta, pero quedan dudas, apuntó, sobre lo que pueda pasar en el período intermedio.
“El gobierno propone un correctivo a mitad del convenio por inflación”, señaló el dirigente, pero cuando la inflación está más allá del rango de aplicación del correctivo, este no se aplica. Dijo que “hay un margen de tolerancia”, en tanto el Poder Ejecutivo plantea que haya movimiento de la inflación en medio punto. “Hay un mecanismo, no podemos decir que no existe, pero no tiene robustez. Puede pasar como no, y si pasa, empezás a tener una caída del salario real” en esas dos franjas, apuntó.
“Toda la variable de crecimiento salarial depende de la inflación, es como una espada de Damocles”, dijo Sommaruga, y apuntó que tampoco observan un “mecanismo que consolide” que el salario real acompañará el crecimiento del PIB. “El salario real nunca alcanzaría un incremento del guarismo del crecimiento”, afirmó.
“El problema más importante es que toda la expectativa del crecimiento del salario real y del crecimiento descansan en la variable inflacionaria. Si se mantiene en el rango del Banco Central [BCU], el objetivo se cumple. Si la inflación se comporta por arriba de eso, ya empieza a haber pérdida”, comentó el sindicalista, y subrayó que el gobierno “está muy firme en la convicción de que la inflación se va a mantener en el rango previsto”.
“Hay confianza en el número, y proyectan también dos puntos de crecimiento de la tasa de empleo. Teóricamente el planteo es consistente, pero hay que ver en la práctica”, especificó.
Barretto dijo a la diaria que no cambiarán estos puntos, porque la pauta se estructura sobre la base de una proyección de inflación del 4,5% anual, que está dada por la proyección del BCU. “Es un dato objetivo, es una meta que tiene el gobierno a través de la proyección del BCU. Eso no tiene movimiento”, afirmó el subsecretario.
Estos intercambios llevaron a que en la reunión se planteara la posibilidad de extender el plazo para el inicio de las rondas, pero fue descartado luego de laudar que era necesario refrendar cuanto antes el acuerdo salarial, que venció el pasado 30 de junio.
“La convocatoria a los Consejos de Salarios es una gran oportunidad, un acontecimiento que se da en medio de pareceres distintos, de los trabajadores y de los empresarios, que son simétricos pero contrarios. Nos queda un período, con el objetivo de que la negociación tenga un lapso de 90 días. Hay plazo suficiente para que las partes vayan acercando sus puntos de vista; el ministerio podrá operar en favor de la búsqueda de consensos”, señaló Barretto.