Luego de participar en una instancia tripartita en el Ministerio de Trabajo este viernes, con negociadores de la secretaría de Estado y representantes de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), la empresa Claldy resolvió despedir a 32 trabajadores, a los cuales les informó que estaban cesados por mensaje de texto. De los trabajadores despedidos, tres son de Montevideo y el resto de Young, Río Negro. El sindicato estima que en los próximos días podrían informarse más despidos.
En un comunicado firmado por la dirección general, la empresa confirmó que, “en respuesta a la situación de baja productividad”, se tomó “la decisión de avanzar con la reestructura”, que implica 32 despidos y finalizar 20 contratos eventuales a partir del lunes 11. “Somos conscientes de que es una situación difícil para todos los involucrados, pero entendemos que es una decisión absolutamente necesaria para seguir construyendo responsablemente hacia un futuro sostenible”, fundamenta.
El dirigente de la FTIL Enrique Méndez dijo a la diaria que en la reunión con la empresa, en el marco de la negociación colectiva, “hubo una propuesta del ministerio de avanzar hacia tres meses de seguro de paro, con el corte de 20 empleados zafrales y a 30 trabajadores del seguro de paro”, y añadió que en la reunión el ministerio solicitó a la empresa que explique “en qué formas iba a procesar y trabajar en la planta con menos personal”, pero las explicaciones “no fueron convincentes, porque planteaban trabajar con menos trabajadores que los necesarios para el funcionamiento de los sectores”.
En ese sentido, sostuvo que la empresa “abordó el tema de la polifuncionalidad como condición fundamental”, y dijo que eso “fue utilizado para intentar cumplirlo sacando a trabajadores. Es decir, mandando a empleados a seguro de paro a cuenta de que se extremen o precaricen los trabajos a realizar”.
Méndez resaltó que la empresa, durante la reunión, “no aceptó ninguna rotación de seguros de paro, que para la FTIL es fundamental para aceptar una propuesta de estas características, porque la empresa había anunciado que analizaba despedir 50 trabajadores, y que tenía identificado a quienes despedir, porque en su momento habían afirmado que pretendían contar con gente que sí quisiera trabajar”.
En ese escenario, la federación contestó que no aceptaba que la empresa tuviera una lista negra, “porque entiende que es represión sindical”. Ante eso, y tras no haber convencimiento en la negociación para las partes, dirigentes de la FTIL expresaron que en el plenario del lunes 11 se analizaría la situación desde la federación, y que además se desarrollaría una asamblea del sindicato para evaluar una contrapropuesta a realizar.
“Salimos de la negociación, y antes de que pasara una hora a los trabajadores, por mensaje de texto, les comenzaron a informar que estaban despedidos desde ese momento. Eso aconteció sólo con los trabajadores sindicalizados”, dijo el dirigente, y afirmó que entre los empleados cesados están todos los integrantes de la dirección del sindicato y dirigentes sindicales de la dirección anterior. Además, a los trabajadores que estaban trabajando en ese momento les informaron que tenían diez minutos para retirarse de la planta de la empresa.
Comentó que a los trabajadores que despidieron se les adeuda el salario de julio, y que la empresa horas antes había reconocido en el Ministerio de Trabajo que no tenía dinero para abonarlo. “Ellos señalaron que no quieren tocar los dineros recibidos desde el Fondo de Reconversión de la Industria Láctea para pagar los salarios de los trabajadores”, dijo Méndez, quien acotó que, tanto en Montevideo como en Young, los trabajadores estarán en asamblea permanente.
Méndez dijo que la decisión de la empresa “es un hecho de represión sindical brutal y desmedido, que jamás se había dado de esta forma. La propia patronal es la que está generando los conflictos que se están desarrollando en la industria láctea”.
Por los despidos acontecidos, la Mesa Directiva de la FTIL se reunió “en carácter grave y urgente” y resolvió acciones que se desarrollarán este sábado en las puertas de las plantas de Claldy (en Young, Río Negro), donde habrá asambleas para acompañar y solidarizarse con los empleados despedidos. Sostuvo que “el sindicato de Claldy está en asamblea permanente a partir de este viernes y se encomendó al plenario de la federación a modificar el paro del día martes 12”.
Ese día habría un paro parcial, pero en el plenario se tratará la opción de realizar un paro de 24 horas en toda la industria láctea, “por culpa de las decisiones de la empresa Claldy. En ese marco evaluaremos el resto de las acciones que se llevarán adelante y la fecha de realización de la asamblea general de nuestra federación”.
Méndez viajó este viernes a Young para acompañar a los trabajadores de Claldy, pero también para presentarse ante una sesión de la Junta Departamental de Río Negro, donde en nombre de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea iba a informar y explicar lo sucedido durante la jornada en Montevideo y la posterior decisión de la empresa. “Nos reciben de carácter grave y urgente, por la decisión de Claldy”, detalló.
Con relación al tema, el dirigente comentó que habló por teléfono con Juan Castillo, y que el tema fue tratado como “grave y urgente” por parte de la cúpula del Ministerio de Trabajo. “El ministro expresó que se volverá a comunicar con el paso de las horas para analizar cómo evoluciona el tema. Además, realizaremos gestiones para ser recibidos por la Comisión de Legislación y Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados”, añadió.
Juan Castillo: “Solicitamos a la empresa que detenga la comunicación de los despidos”
Por su parte, el secretario de Estado, tras ser consultado este viernes por el tema en rueda de prensa, señaló que tras conocer la información “la primera reacción es de preocupación, porque estuvieron hace pocas horas reunidos en un ámbito tripartito, por los Consejos de Salarios”. Agregó que se le pidió a la empresa “que detenga el proceso de comunicación de los despidos”, que “no hará otra cosa que generalizar el conflicto en toda la industria láctea”.
El secretario de Estado dijo que “hubo alternativas en la negociación, y se pidió tiempo para expedirse sobre la situación de fondo de la empresa, y quedaron en tener una nueva instancia de diálogo la semana que viene. Pasado escaso tiempo de finalizada la reunión, el anuncio que realiza la empresa es comunicar el despido de una treintena de trabajadores”. Detalló que unos 20 funcionarios son zafrales, mientras que los 30 restantes eran efectivos.
Dijo que la resolución de la empresa “en el interior del país puede complicar muchísimo”, y dada la gravedad de la situación se convocará una nueva reunión tripartita para el lunes 11.