Tremendas flores del fútbol se retiraron en los últimos partidos del 2023, altísimos exponentes de la pelota. Algunos colgaron los botines y agarrarán el silbato, otros buscarán destino y nervios, pero a todos, los sábados de tarde, el corazón se les volverá redondo y de cuero. Esa sensación de extrañar jugar no se parece a casi nada.

Gonzalo Chory Castro, en una noche emotiva, dejó entrever que jugará para el Porongos de Flores que lo vio nacer mucho antes de volver a nacer en Nacional: Porongos me dio mis primeros pasos, a ver si puedo terminar ahí, dijo el jugador que agradeció a la gente que lo fue a buscar tres veces, y les dijo que trató de devolverlo con fútbol. Alta carrera la del Chory.

En Defensor Sporting se despidió Álvaro Navarro. El Chino jugó 20 años al fútbol. En Uruguay sólo lo hizo con la camiseta violeta donde será ídolo por siempre. En el clásico ante Danubio de la última fecha fue titular y jugó hasta los 63', cuando se fue de la cancha ovacionado por los hinchas. El Chino debutó con la viola en el año 2003, y a lo largo de su carrera logró cuatro consagraciones: Apertura 2007, Uruguayo 2008, Clausura 2009 y la reciente Copa Uruguay del 2022. En su pasaje por el fútbol del exterior defendió a Gimnasia y Esgrima de La Plata y Godoy Cruz de Argentina, Cobresal de Chile, Olmedo de Ecuador, Botafogo de Brasil y Puebla de México. Goleador y pico, el Chino, sexto goleador histórico de Defensor con 79 goles anotados, lo superan únicamente Ramón Ferrés (81), Eliomar Marcón (88), Alberto Santelli (90), Juan Emilio Píriz (110) y Antonio Castaldo (135). El Chino Navarro piensa en ser entrenador.

Otro surgido de la cantera de Defensor que se retiró con los últimos albores del Clausura fue el Tata Álvaro González, de la misma categoría 1985 que Navarro. El Tata decidió terminar su carrera profesional en el partido que disputó La Luz con Fénix. Jugó la misma cantidad de años que Navarro ya que surgieron prácticamente al mismo tiempo.

El Tata debutó profesionalmente en el violeta en 2004. En 2007 fichó por Boca Juniors. Jugó en Nacional donde también es querido, jugó en la Lazio, en el Torino y en el Atlas de México. Se anota en su palmarés el Argentino 2008 y la Recopa Sudamericana 2007 con Boca Juniors, y la Copa Italia del 2013 con Lazio.

Con la celeste tiene toda una historia. Jugó 72 partidos, ganó la Copa América del 2011 y jugó la del 2015 y la del 2016, el Mundial del 2014 y la Copa Confederaciones de 2013. Fue uno de los pilares del proceso de Óscar W. Tabárez. Para siempre estará en el recuerdo la vez que contó las estrellas que tiene Uruguay arriba del escudo, para responderle a un chileno subido de tono con las efímeras conquistas de su selección.

Otros que dijeron adiós son los futbolistas de Cerro Matías Cabrera y el Gato José Luis Tancredi. El Gato debutó en Bella Vista en el 2004; cuando emigró estuvo un montón de años entre Ecuador y Colombia. Con Millonarios dio un par de vueltas olímpicas. Cuando volvió, volvió a Cerro. Y siempre volvió a Cerro. A pesar de haber jugador además en Racing, en Albion, en equipos de Chile y de Bolivia.

En la entrevista que se le hizo a Cabrera, el futbolista se mostraba feliz de concretar su carrera en el Cerro que lo vio nacer futbolísticamente. Tras disputar 21 partidos en 2023 con la albiceleste, Matías se retiró en el club donde debutó en el año 2006 con 19 años. Ese mismo año ascendió desde Segunda División y ganó la Liguilla en el 2009, lo que determinó su pase a Nacional. Tras haber atravesado un duro accidente, se refirió al fútbol de la siguiente forma: “Es fuerte lo que voy a decir pero es real: le dediqué la vida al fútbol, era mi sueño máximo, y si de ese día del accidente no salía, moriría intentando cumplir mi sueño. No me hubiese arrepentido de nada. Si me hubiese muerto, hubiese sido jugando al fútbol”.

Hablando de la Segunda División profesional que siempre importa, se retiraron Santiago Correa en Albion y Edgar Martínez en Atenas de San Carlos. Correa, de conocido pasaje por Central Español, Rampla Juniors y Sud América, y que supo jugar en el fútbol de Centroamérica para el Real España de Honduras, deja una carrera de trabajo silencioso.

Edgar Martínez, por su parte, quien ya se había retirado, que incluso fue entrenador y volvió a jugar, ahora sí parece haberle puesto fin a su carrera como futbolista profesional, y su pasión lo llevará, en breve, a dar órdenes cerca de la angustiosa línea punteada.