Bahamas, Bahrein, Camerún, Croacia, y Polonia fueron los ganadores de los cinco torneos preclasificatorios para los Juegos Olímpicos de París 2024, con los que la FIBA mantuvo las posibilidades de estar en París para 40 selecciones que no estarán en el Mundial.

Afuera

Uruguay quedó eliminado de toda posibilidad de estar presente en la cita olímpica, estirando una sequía que se prolonga desde 1984, última participación celeste en JJOO, y desde 1986 si tomamos en cuenta los Mundiales de la FIBA. Era lógico. El lugar de los nuestros en el baloncesto actual ya dista mucho de aquel que ocupaban los medallistas de bronce de 1952 y 1956. Es difícil imaginarse a Uruguay en el selecto grupo de 12 selecciones olímpicas, cada cuatro años. El objetivo más próximo parece ser acceder a un Mundial de 32 selecciones, pero sigue siendo esquivo en los últimos ciclos.

En un nuevo proceso con Gerardo Jauri en la conducción técnica, y tras el retiro de Esteban Batista –último emblema de una generación que arañó algunos logros, pero no los pudo concretar–, la selección celeste llegó a este torneo con ausencias de peso, como las de Bruno Fitipaldo, Luciano Parodi, Agustín Ubal, Santiago Vescovi y Jayson Granger.

El objetivo era participar en cuatro partidos, es decir, llegar a semifinales. Se logró.

Lo que no se logró fue una actuación digna de ser destacada, ni por rendimiento, ni por resultados (una victoria contra Colombia, y tres derrotas contra Chile, Islas Vírgenes y Bahamas). Los de Jauri no mostraron claridad en las ideas puestas en cancha, tratando de resolver los partidos en base a impulsos individuales y con poco lucimiento colectivo.

Es lógico, podrán decir algunos, ya que el proceso recién empieza y fueron apenas un par de semanas de entrenamientos. “Muy pocos estímulos”, dijo el entrenador a DSports durante el torneo, como para poder desarrollar mejor un modelo de juego.

Lo cierto es que por una razón o por otra, desde hace algunos años pasan los torneos y la selección sigue sin poder plantear una identidad de juego aggiornada a este básquetbol moderno.

Si antes el problema era la ausencia de “grandes” –lo sigue siendo, porque Uruguay da ventaja en talla–, ahora se le suma la ausencia de buenos porcentajes de tiro.

En la última derrota del sábado 78-62 contra Bahamas, los celestes tiraron para un 36% de campo y 28% de tres puntos. Pobres números, contra un equipo que contaba con tres basquetbolista de NBA: Buddy Hield, Eric Gordon y Deandre Ayton.

Eso proviene por un lado, por la calidad de los tiradores, que no destacan en nuestro país como para emparejarse con consistencia al nivel internacional. Pero por otro lado, por la calidad de los tiros producidos, tarea a trabajar como equipo, para dar mejores oportunidades de anotar de tres puntos a los que lo hacen de buena forma.

Uruguay no ha desarrollado hasta el momento, una identidad de juego como selección, que sea compatible con las aptitudes de sus jugadores.

Por otra parte, otras selecciones como Chile o Colombia, muestran su progreso y complican cada vez más en la competencia regional.

Lo próximo para Uruguay será la eliminatoria para la Americup de 2025, en donde la celeste integra el Grupo B junto a Brasil, Panamá y Paraguay. Clasifican los tres mejores del grupo, por lo que la instancia es accesible. Esperemos que no haya sorpresas.

El sistema

Siete selecciones, además de la ya clasificada Francia –anfitriona de los JJOO– tendrán su cupo asegurado a la cita olímpica una vez finalizado el Mundial de Japón, Filipinas e Indonesia, que comenzará este viernes 25 de agosto. Se adjudicarán esos lugares las dos mejores selecciones de América, las dos mejores de Europa, y las mejores de África, Asia y Oceanía respectivamente.

Los otros cuatro cupos disponibles para los JJOO se definirán en 2024, en cuatro torneos de clasificación olímpica, de seis selecciones cada uno, con sedes todavía a definir. Solamente el ganador de cada llave podrá ir a París.

Esos 24 países con derecho a jugar los clasificatorios, provendrán del Mundial (19 cupos) y de los cinco torneos preclasificatorios que acaban de finalizar (5 cupos) y que son los ya mencionados Bahamas, Bahrein, Camerún, Croacia y Polonia.

Los 19 cupos que provengan del Mundial se repartirán de la siguiente manera:

  • El segundo mejor clasificado de Asia en el Mundial
  • El segundo mejor clasificado de África en el Mundial
  • El tercer mejor clasificado de América en el Mundial
  • Los restantes 16 mejores equipos del Mundial que aún no se hayan clasificado a los JJOO.

De los 32 equipos del Mundial, uno es Francia, por lo que entre los 31 equipos restantes, –entre los siete clasificados y los otros 19– seguirán con opciones de ir a los JJOO 27 de ellos.

Esto da especial importancia a los partidos por posiciones, más allá de la definición de la Copa del Mundo.