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Carlos Abin

Nacional

Mucha ira, poca sustancia

Rafael Mandressi escribe bien, qué duda cabe, es ingenioso, concibe imágenes atractivas, suelta algunos párrafos eficaces: fuegos artificiales que no alcanzan para disimular la desprolijidad de su aproximación a un tema que es demasiado grande, demasiado complejo para ser planteado, discutido y resuelto a los empujones en unas pocas líneas llamativamente iracundas.