El PIT-CNT emitió un comunicado este jueves por lo sucedido en el liceo IAVA entre ayer y hoy, cuando a raíz del sumario iniciado al director de la institución por parte de la Dirección General de Secundaria (DGES) por “insubordinación” los estudiantes decidieron ocupar el liceo -aunque fueron desalojados pasado el mediodía- y la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) decretó un paro de 24 horas.

En el texto, la Mesa Representativa Nacional de la central sindical entiende que desde la aprobación de la ley de urgente consideración (LUC), “asistimos a un proceso de creciente aumento del verticalismo, autoritarismo y persecución en la órbita educativa” que se ha expresado “en sumarios a compañeros y compañeras, tanto dirigentes como de los núcleos de base, y sanciones por la adopción de medidas sindicales”, por lo que se “solidariza” con docentes y estudiantes de la institución, al tiempo que convoca a la marcha prevista para hoy a las 17.30.

“Asimismo, en intentos de desarrollar procesos ‘disciplinarios’ sobre estudiantes agremiados y de desconocimiento de la organización estudiantil, se les niega de forma permanente los espacios de diálogo o negociación”, continúa el comunicado y se detiene en lo sucedido en el IAVA y la “resolución infundada” de la DGES “de trasladar el salón gremial del IAVA”.

Para el PIT-CNT, por cómo se ha desarrollado la discusión en torno al salón gremial, se trata de un “proceso” que implicó por un lado “el desconocimiento del edificio, su historia, su desarrollo institucional y comunitario” y por otro “un férreo ataque a la organización estudiantil bajo argumentos que faltan a la verdad” y se coloca “a los estudiantes en la posición de explicar que no son ellos quienes impiden la accesibilidad sino las autoridades que no resuelven los verdaderos problemas de la educación”.

A su vez, critica el sumario al director del liceo “citando normativa de la dictadura ya derogada” que “no sólo es improcedente”, sino que “constituye una provocación y un atropello sobre las libertades democráticas y el buen funcionamiento de las instituciones educativas” al tiempo que “dinamitan procesos pedagógicos de diálogo e intercambio a la hora de resolver conflictos, para instalar una lógica autoritaria y verticalista de acatamiento acrítico de resoluciones -así sean absurdas-, y constituye un precedente nefasto que en última instancia amedrenta al conjunto del colectivo docente”.