La alianza llamada Unidad Popular-Frente de Trabajadores (UP-FT), conformada por la Unidad Popular (UP), el Partido de los Trabajadores (PT) y el Frente de los Trabajadores en Lucha (FTL), oficializó este martes su fórmula de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Estará conformada por el exdiputado suplente de la UP Gonzalo Martínez y la militante del PT Andrea Revuelta.

En una conferencia de prensa, Martínez apuntó que la UP-FT no representa la “sumatoria” de las agrupaciones que la integran, sino que dicha alianza surgió “a partir de la lucha popular” y se remite a “una nutrida historia” en torno a “valores” y a “propósitos políticos” que las llevaron a “confluir” en “un camino conjunto”. En este sentido, comentó que la razón detrás de la alianza es la de “colocar” y “visibilizar en el escenario público [...] una alternativa auténticamente de izquierda”.

El candidato a la presidencia agregó que existen tres objetivos principales detrás de su unión, que consisten en lograr “la reconstrucción de la unidad de la izquierda”, asegurar “la victoria del plebiscito de la seguridad social”, que el sector apoya, y “volver a colocar en el Parlamento representación de izquierda” que refleje las “voces de los trabajadores”. La intención es lograr “una o varias representaciones parlamentarias”, aunque no van a desistir en “alcanzar los máximos resultados posibles”, agregó.

En línea con ello, Martínez llamó a votar a la alianza política porque representa una “opción posible [y] legítima para que en nuestro país siga existiendo un camino de lucha [y] de unidad en base a las ideas de izquierda [...] sin frenos de ningún tipo”. En ese marco, denunció un percibido “corrimiento” de los sectores políticos hacia la derecha, particularmente el “progresismo”.

También cargó contra el manejo del sistema previsional de la actual administración y se declaró defensor del “sistema público único estatal”. Martínez criticó que el Poder Ejecutivo “imponga a los trabajadores seguir más años en actividad” a favor de una “lógica de la provisión irracional que en última instancia sólo beneficia al capitalismo”, y denunció que la reforma del sistema provisional va en detrimento del “derecho al goce de la vida”. También llamó a eliminar las AFAP, que, según opinó, fueron impuestas a los trabajadores, y “hasta la fecha lo único que hicieron es enriquecerse”.

Los ejes programáticos

El proyecto político de la UP-FT, que figura en un documento al que accedió la diaria, comprende 14 ejes programáticos que contemplan la propuesta extendida por Martínez, pero además, entre otras, la “ruptura” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la suspensión de tratados internacionales “que atan el país al imperialismo”; la creación de un “salario mínimo nacional vital” con un valor equivalente al de la canasta familiar; la implementación de un plan nacional de vivienda popular “que facilite el acceso a la vivienda a los sectores populares y combata la especulación inmobiliaria”; y la derogación de la ley de caducidad.

También intervino Revuelta, quien se refirió a algunas de estas propuestas, y ahondó en algunas de las consideraciones realizadas por su compañero de fórmula. En particular, la candidata a vicepresidenta remarcó el valor de la UP-FT como una disyuntiva a “la falsa polarización” representada por la coalición de gobierno y el Frente Amplio, que “oculta que ambas propuestas acuerdan en los aspectos centrales”, así como el hecho de que “van a cumplir con los requerimientos del FMI” en detrimento de los trabajadores.

Para Revuelta, la existencia de su partido como “una propuesta unitaria de lucha clasista, antimperialista y anticapitalista” es “fundamental”, en tanto permite expresar la “voluntad de lucha” de la clase trabajadora, “que necesita evidentemente una expresión política”. Es así que, para ella, haber concretado “un frente que agrupe los distintos sectores que se colocan por fuera de la visión recortada y desmoralizante de la realidad” en la UP-FT “es un hecho importante”, a cuyo “proyecto de independencia de clase” invitó a sumarse.

La candidata a la vicepresidencia ahondó en la necesidad de continuar con los esfuerzos para alcanzar la cantidad de firmas requeridas para la campaña por el plebiscito de la seguridad social, así como la “dura lucha por lograr el voto” de llegar al mínimo requerido de 270.000 firmas. También cargó contra “las vergonzosas declaraciones del canciller Omar Paganini, negando que exista un genocidio en Palestina”, y llamó a “impulsar y desarrollar de manera constante movilizaciones en defensa de una Palestina libre, desde el río hasta el mar”.