Los pacientes del Programa de Obesidad y Cirugía Bariátrica del Hospital Maciel, una prestación que surgió de una alianza con la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, se movilizarán este viernes frente al centro de salud, “en agradecimiento” a la atención que brinda, ya que es el único que cuenta con un programa específico que realiza intervenciones anuales, sin costo extra para los afiliados. A su vez, una vez más, reclamarán que la cirugía se incluya en el Plan Integral de Atención de Salud (PIAS).

Además de este centro, en el país hay otros lugares que hacen la intervención, pero con bastante menos cantidad de pacientes. Es el caso del Hospital Militar, el Hospital de Rivera y el Hospital de Carmelo.

En diálogo con la diaria, Isabel Fassari, integrante del grupo de pacientes, explicó que desde que se creó el programa, en 2012, accedieron a la prestación “500 personas”, pero la demanda es muy alta y, por ello, en la actualidad hay 350 personas más “en proceso” y una lista de espera “amplia” para poder acceder.

Fassari explicó que muchas veces quienes padecen obesidad se afilian a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) para acceder a la cirugía, ya que en las mutualistas cuesta entre 14.000 y 20.000 dólares. La alta demanda hace que en el Hospital Maciel el tiempo de espera para la intervención sea de entre “cuatro y cinco años”.

Por su parte, Gustavo Rodríguez, el director del programa especializado del Hospital Maciel, dijo a la diaria que si bien en Uruguay se hace foco en la prevención primaria –con relación a la obesidad y a la concientización en cuanto a los alimentos y la actividad física–, no se trata “la enfermedad como tal”. En tanto, alertó que esto “es preocupante ya que en la actualidad “dos de cada tres uruguayos padecen sobrepeso u obesidad” y estas cifras “van en aumento”.

“Lamentablemente, son contados los lugares del país en los que se hace un tratamiento integral”, que implica un abordaje “multidisciplinario a una enfermedad que es compleja”, apuntó. A esto se dedica el programa gracias a la colaboración del Hospital Maciel, que aporta el lugar, recursos humanos y el sustento económico, “sobre todo para los insumos, que son costosos”.

Sobre el tratamiento que brinda la institución, Rodríguez detalló que cada paciente es atendido por un médico internista especializado en obesidad, un especialista en nutrición, un licenciado en psicología y un cirujano bariátrico que hace la intervención. “Este equipo evalúa si el paciente aplica o no a la cirugía”, acotó. Para eso deben reunir las características que detalla un consenso internacional de la Federación Internacional de Cirugía de la Obesidad, que plantea que se debe operar a pacientes que tengan más de 15 años. “99% son mayores de 18 años” y el límite ya no son los 65 años, como hasta hace un tiempo, “ahora lo que se evalúa es “la condición física y mental del paciente”, explicó. Si es una persona con patologías como Alzheimer, no es posible intervenir porque la parte cognitiva es “muy importante”, subrayó Rodríguez.

Algunos pacientes acuden a la cirugía “como puente” para realizarse otros procedimientos. Por ejemplo, quienes padecen artrosis de cadera o de rodilla, antes de acceder a una prótesis necesitan bajar de peso, ejemplificó.

Si bien el Hospital Maciel recibe a una gran cantidad de pacientes, el programa abarca a una “minoría”: “Sólo 1% o menos de quienes necesitan el tratamiento lo están recibiendo”, estimó Rodríguez. A su vez, explicó que en el Hospital Maciel no se opera a más de 80 personas por año porque el centro no cuenta con los recursos para hacerlo. “Como no está dentro del PIAS, no hay financiación”, dijo Rodríguez, y explicó que el programa se sostiene porque desde 2012 las diferentes direcciones del centro entienden que los pacientes lo necesitan y destinan los recursos pertinentes.

“Tiene que tomarse como un problema de salud porque es una enfermedad que, como tantas otras, mata”, expresó. Asimismo, sostuvo que genera otras enfermedades que dejan secuelas y generan discapacidad. Concluyó que es “urgente” que el acceso a la cirugía se amplifique incluyéndola en el PIAS, porque si bien hasta ahora no se hizo “por un tema de costos”, para el sistema de salud es “mucho más caro” sostener los tratamientos de todas las enfermedades y complicaciones que genera la obesidad.

Los proyectos de ley

En el Parlamento hay varios proyectos de ley sobre este tema y uno de los últimos fue presentado en 2022 por un grupo de legisladores nacionalistas que pretende regularizar el acceso a este tipo de cirugías.

Según el proyecto, el Fondo Nacional de Recursos cubriría la prestación a quienes tengan entre 15 y 65 años, un índice de masa corporal igual o mayor a 30 kilogramos “por metro cuadrado”, o por lo menos, una de las siguientes comorbilidades: diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, insuficiencia respiratoria o cáncer de mama posmenopausia. También incluye a quienes tengan la misma edad y un índice de masa corporal “igual o mayor a 40 kilogramos por metro cuadrado”.

También quedan comprendidos quienes hayan padecido “obesidad no reductible”, que se pueda demostrar con su historia clínica un riesgo quirúrgico aceptable y que hayan intentado “otros métodos no quirúrgicos”, bajo supervisión médica por lo menos durante 24 meses.

Consultado por la diaria sobre el estado actual de las propuestas, el diputado por el Partido Nacional Rodrigo Goñi dijo que los proyectos sobre obesidad se están tratando “en forma conjunta”.