Renovables SA es una empresa ubicada en la localidad de Toledo, en el departamento de Canelones, que desarrolla sistemas de energía renovable (fotovoltaica, térmica y eólica) desde hace diez años y que hace uno incorporó, como un rubro adicional, la conversión de vehículos. Ringeltaube explicó que esta experiencia se basa en el conocimiento de Gabriel González Barrios, técnico que trabajaba en forma particular y que cuenta con "más de diez años de experiencia en conversión de vehículos eléctricos, pero no con esta tecnología de punta". González Barrios es director de la organización Autolibre, y en su sitio web puede leerse que "esta tecnología es aplicable a motos, autos, camionetas, camiones, autobuses, maquinaria agrícola, transporte aéreo y marítimo".
Ringeltaube señaló que en este primer año de trabajo se han convertido muy pocos vehículos, todos utilitarios, de pasajeros, y que la mayoría de los clientes ha sido del exterior. La empresa apunta a "desarrollar el mercado interno, mejorar las condiciones tributarias e impositivas y luego empezar a pensar en la región", puesto que es la única que se dedica a la conversión de automóviles en América Latina.
Enchufado
"En un sistema eléctrico, se retira el motor de combustión interna, embrague, caja de cambios, radiador, silenciador y tanque de combustible. Se instalan los componentes, motor eléctrico, variador de velocidad electrónico programable, electrónica de control, elementos de seguridad, banco de baterías y cargador de baterías" detalla la Organización Autolibre en su página web.
Ringeltaube reconoció que "la conversión aún es un poquito cara", porque se paga el máximo de aranceles de importación de materiales, y que la inversión inicial se desquita en el mediano plazo. Cuesta de 10.000 dólares para arriba, de acuerdo a la capacidad del motor.
En cuanto a la vida útil de estos vehículos, explicó que "los motores no tienen desgaste, salvo los rodamientos que deben ser sustituidos cada 100.000 km (son de bajo costo, 200 a 300 pesos cada uno), pero lo que tiene desgaste son las baterías, que deben ser reemplazadas cada 60.000 o 70.000 kilómetros", y las baterías cuestan "un tercio de la conversión".
La recarga de la batería es muy simple, sólo requiere de un enchufe a 220 voltios, y alcanza para recorrer una distancia de 100 kilómetros. Estos vehículos están pensados para recorrer distancias cotidianas, se calcula que "la media de recorrido diario está en el entorno de los 40 kilómetros, lo que permite dos días de traslados sin recarga". El tiempo de recarga total de la batería (cuando fue totalmente gastada) es de cinco horas y media o seis horas, mientras que para un traslado diario alcanza con poco más de dos horas de carga.
Según Ringeltaubem, la recarga completa requiere 14 kilovatios por hora y cuesta unos 40 pesos.
El costo de conversión del automotor no sólo se desquita en el ahorro de combustible, se compensa también porque prácticamente no requiere de mantenimiento: "Se ahorra el cambio de lubricantes y filtros de todo tipo, no hay más cambio de aceite ni de caja de cambio", dijo.
"Es un vehículo muy silencioso, las baterías están libres de mantenimiento y vienen selladas, pasa a ser un vehículo sumamente seguro".
Hasta el momento, la conversión que realiza Renovables SA no permite combinar el sistema a combustión con el eléctrico, pero Ringeltaube explicó que la idea es que en un futuro se incorpore tecnología que permita utilizar a la vez el motor a combustión para los viajes largos, y que para el uso cotidiano se utilice el eléctrico. "La electrónica en Uruguay está pronta, el tema son los componentes que sí o sí tenemos que importar, la idea es buscar algún beneficio de devolución de impuestos que no podemos desarrollar acá”. A>Amanda Muñoz.