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Nelson Hernández y Pablo Ferreri, ayer, durante el acto en que éste asumió al frente de la Dirección General Impositiva

Foto: Pablo Nogueira

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Mejora en eficiencia de la DGI debe sustentar futuras reducciones impositivas; lucha contra la evasión disminuirá inequidades.

El nuevo titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Pablo Ferreri, aseguró que mantendrá una política “continuista y profundizadora”, y que la modernización realizada en el organismo en la pasada administración servirá de base para la reforma del Estado propuesta por el presidente de la República, José Mujica. Adelantó que centrará su gestión en cuatro pilares: fuerte fiscalización, simplificación del pago de tributos, inserción del organismo en la sociedad y continuación de la reestructura institucional. El ministro de Economía, Fernando Lorenzo, enfatizó que las reducciones impositivas propuestas por el Frente Amplio durante la campaña electoral deben sustentarse en la mejora de la eficiencia del organismo recaudador.

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Promo cruzados

El nuevo director de Rentas aseguró que para reducir la evasión, el organismo se focalizará en el “cruzamiento de datos” a fin de detectar posibles incumplimientos tributarios. “La DGI obtiene [datos] por diversas vías y va a entrelazar la información para encontrar posibles casos de evasión y así reducirla”, adelantó. En ese sentido, informó que ayer unos 50 inspectores “salieron a la calle recabando datos de todas las automotoras del país, para obtener los datos de quienes han comprado vehículos en los últimos años, para cruzarlos con las declaraciones de IRPF”. Realizada en todo el territorio, la inspección se centralizó en Montevideo, “donde está el 90% de la venta de automotores”.

Ante una nutrida presencia de funcionarios y en un clima que rozó lo emotivo, se presentaron ayer las nuevas autoridades de la DGI, instancia a la que asistieron, entre otros, el vicepresidente Danilo Astori, el ministro de Transporte, Enrique Pintado, y el ex director de Rentas Eduardo Zaidensztat.

El nuevo director, que leyó su discurso, destacó que realizará una política “continuista y profundizadora” de la aplicada en el quinquenio anterior. Resaltó que “tras la reforma de 2005 la DGI es un ejemplo de eficiencia y ética”, aunque aclaró que ello implica una “construcción que nunca se detiene”.

Elogiando al director saliente, Nelson Hernández, Ferreri enfatizó que asumir esa tarea representa “un enorme desafío, facilitado por el camino andado”, y añadió que la DGI debe jugar un “papel de medular importancia” en la reforma del Estado propuesta por el primer mandatario. Su gestión se centrará en cuatro pilares. El primero consistirá en promover una “fuerte impronta de fiscalización”, apuntando “hacia aquellos que no cumplen con sus obligaciones tributarias”; su objetivo será evitar la competencia desleal y las prácticas asociadas a la evasión, como el “no cumplimiento de las obligaciones laborales”, y aumentar la recaudación para los fines anunciados por el gobierno. El segundo pilar buscará “simplificar el pago de tributos” por los contribuyentes, ya que “quien cumpla con sus obligaciones va a tener un aliado en la DGI”; aquí se facilitarán todas las gestiones burocráticas y posibilitará el pago por internet, entre otras medidas. En tercer lugar se buscará “consolidar” la política de “inserción de la DGI en la sociedad”, promoviendo “el acercamiento con la ciudadanía” y “brindando educación” para que se comprenda la relevancia del cumplimiento tributario. El cuarto pilar supondrá continuar la “reestructura organizacional y de la carrera administrativa” de la institución, punto en el cual convocó al trabajo conjunto con los funcionarios.

A modo de resumen, valoró como de vital importancia que el organismo cumpla con su cometido de garantizar el cumplimiento de las obligaciones desde la sociedad. “Desde la DGI debemos dejar el alma en la cancha para financiar el país de primera”, sintetizó.

A luchar por la justicia

El ministro de Economía, por su parte, aseguró que Ferreri tiene “toda la confianza” del gobierno y llamó a mejorar la eficiencia para seguir reduciendo la evasión fiscal, que es “el combate a una de las formas más dañinas de inequidad que hay en nuestra sociedad”. “Las mejoras de eficiencia contribuyen a la justicia social en una doble vía: porque se está haciendo pagar a aquellos que debían pagar y no lo hacían, y porque los recursos adicionales que provinieron de eso están detrás de las realizaciones que forman parte del acervo de logros del gobierno del Frente Amplio”, puntualizó. Dirigiéndose a los funcionarios, destacó que “en sus manos está la consolidación de lo realizado y los avances que hay que realizar en un futuro”.

Lorenzo también se refirió a “la obligación electoral de realizar adecuaciones y reducciones impositivas”, enfatizando que la DGI tiene un rol “absolutamente decisivo en su implementación”. “Las reducciones de impuestos, todas, tienen que materializarse en mejoras de la eficiencia de la DGI”, propuso el ministro.

Sin licencia

Hernández se refirió a sus “38 años en la DGI” pero especialmente al proceso de modernización iniciado con la ley aprobada en noviembre de 2003, norma que “permaneció inaplicada hasta que asumió el Frente Amplio en marzo de 2005”; ese proceso “cambió a la DGI y pauta lo que es hoy el organismo”. “Además de establecer una nueva vinculación entre los funcionarios y la institución, la dedicación exclusiva y una remuneración acorde a esa dedicación, se dio un cambio en el modelo de administración, que pasó de ser típicamente burocrática a una dirección por objetivos”, sostuvo el jerarca saliente, valorando que ese proceso “va a marcar la reforma del Estado” promovida por el nuevo gobierno. Destacó los avances en esa línea mediante la mejora de la eficiencia, que le significó a la DGI ser reconocida internacionalmente. Sobre Hernández, Lorenzo anunció que “seguramente no tendrá ni un día de licencia” y continuará incidiendo sobre la política fiscal, ya que pasará a ocupar la Asesoría Tributaria del Ministerio de Economía y Finanzas.

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