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Sebastián Torres

Foto: Victoria Rodríguez

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Discurso político de integración del Mercosur debe traducirse en “negocios concretos”.

Los cinco Consejos Sectoriales que el gobierno promueve junto con empresarios, trabajadores y academia, presentaron los avances de sus planes en los primeros cuatro meses desde su lanzamiento. El director de Industrias, Sebastián Torres, explicó a la diaria la situación general de cada uno y los desafíos que enfrentan.

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El 28 de octubre se presentaron ante el gabinete productivo los avances en los cinco Consejos Sectoriales lanzados el 30 de junio: naval, bio y nanotecnología, forestal-madera, automotriz y farmacéutico.

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Torres evaluó que el mundo desarrollado "está en crisis y no se recupera", aunque el dinamismo de los emergentes permitió a Uruguay registrar altas tasas de crecimiento que se reflejaron en diversos indicadores: inversión, empleo e industria. Sin embargo, en la industria "hay diferentes realidades", con algunos subsectores creciendo arriba del promedio y otros que "se han estancado". "Los sectores que no pudieron acompañar esa tendencia son: textil, vestimenta, cuero, calzado, marroquinería, y la industria metalúrgica", detalló. Añadió que la competitividad de esos rubros viene golpeada por diversos motivos: costos energéticos, mano de obra, evolución del tipo de cambio y competencia de terceros mercados. Apuntó que se pueden estudiar "medidas puntuales" para mitigar los efectos, como devolución e impuestos o prefinanciación de exportaciones, que ya se han aplicado a la cadena forestal-madera y la vestimenta. Pero las acciones deben ser "específicas y acotadas en el tiempo", abordadas "de forma integral" y evaluándose sus resultados. "Estamos de acuerdo en buscar todos los mecanismos posibles para apuntalar el sistema productivo, pero tenemos que tener devolución clara del otro lado, que se pueda medir", señaló. Para cumplir ese objetivo citó tres indicadores: la diversificación de exportaciones extra Mercosur, el empleo calificado que se genera y la intensidad tecnológica.

Respecto del naval, Torres describió que el plan apuntó a: creación de un Polo Industrial Naval; un centro de reparación y construcción en el litoral oeste; acuerdos de integración productiva; promoción de inversiones; infraestructura para recibir embarcaciones pos-panamax (buques de carga de gran tamaño y calado); normativa para promoción y fomento de la actividad náutica deportiva; centro de capacitación y certificación, entre otras iniciativas. El polo se instalará en el puerto de Montevideo y al oeste de Puntas de Sayago, donde ahora se alisa el terreno, y en marzo se cercará, previéndose que las obras culminen sobre el final del período. En cuanto a la posibilidad de recibir buques pos-panamax, se hará un "estudio de verificación de posibilidades técnicas" para el puerto de Montevideo, y si el resultado es favorable se licitará la obra. El jerarca mencionó la posibilidad de que un puerto de aguas profundas en Rocha pueda acoger a estos buques, que no excluye la alternativa de Montevideo. En integración productiva, Brasil "tiene un catálogo de navipartes con productos y piezas que son certificadas" para permitir su ingreso al país, y que Uruguay debe negociar para que las empresas locales "cuenten con la certificación adecuada".

Sobre la voluntad de Brasil y Argentina de incorporar a Uruguay en sus planes productivos, Torres destacó que en sus discursos políticos ambos países declaran que "necesariamente el Mercosur como región tiene que avanzar en la integración de sus cadenas de valor, para hacer frente a la competencia externa y a lo que está sucediendo en el sistema económico-financiero internacional". Sin embargo, "la preocupación pasa por alimentar ese discurso en la concreción de negocios". "El Estado puede liderar, tiene que asegurar los temas normativos, los temas de certificación, el acceso al financiamiento, el levantamiento de todas las restricciones, pero los negocios los hacen los privados", puntualizó, para admitir luego: "Ahí queda un camino por recorrer (...) en todos los sectores".

Mucho tecno

El consejo de bio y nanotecnología resaltó la necesidad de una ley que jerarquice el desarrollo del sector como "política de Estado", mejore "los procesos para el registro de productos" e instaure un "marco legal y fiscal para la promoción y desarrollo". También recomendó "crear un sistema nacional de tecnólogos e innovadores", que implica "definir cómo se va a premiar la innovación", y se trabajará con el INEFOP para analizar las demandas de los trabajadores, identificar "puntos críticos" y financiar cursos. Y citó las compras públicas como vía para apuntalar a estos sectores. En materia de promoción tributaria, explicó Torres, "se pensó en emitir un decreto propio" para el sector, pero se descartó porque "va a estar asociada a las modificaciones en la Ley de Promoción de Inversiones", donde "algunos sectores van a tener prioridad en puntaje y exoneraciones, y el biotecnológico va a ser uno de ellos".

De madera

En el consejo forestal-madera se hacen "talleres de difusión" de los beneficios fiscales vigentes. Se realizará una "consultoría para la promoción de productos en el exterior", así como un "relevamiento de las barreras no arancelarias" para el ingreso a determinados mercados, particularmente Brasil y Argentina. El jerarca recordó que a comienzos de noviembre se lanzaron tres medidas concretas para atender la caída de la demanda internacional que afecta al sector por la crisis: suba de la devolución de impuestos del 2% al 4% en 25 rubros; menor plazo para concretar la devolución y acceso a una tasa preferencial de prefinanciación de exportaciones. Pero si bien esas medidas pueden "aliviar los aspectos financieros del negocio", el problema de fondo es la baja demanda global, particularmente desde Estados Unidos y Europa, por lo que la única solución definitiva es recuperar la demanda.

Doble eje

El plan automotriz se basa en dos ejes: inserción internacional y desarrollo humano. Acerca del primero, Torres ponderó la Política Automotriz común del Mercosur (PAM), que se discutirá el año próximo y "debería entrar en vigor a partir del 1º de enero de 2013". Uruguay tiene acuerdos bilaterales con Brasil y Argentina, éstos tienen uno entre sí y a su vez otro con Paraguay, y el cometido del PAM es "unificarlos".

Según el funcionario, que el sector "haya crecido como ha crecido en los últimos años" se debe a la admisión temporaria, la ley de inversiones y "el decreto 316, que le da el 10% del valor FOB de las exportaciones a los productores nacionales". Esa norma, reconoció, "es un subsidio sobre la exportación", pero "dentro de dos años a nivel de la OMC no corre más, hay que modificarlo". De ahí que se trabaje "para que se vuelva un subsidio a la producción, que sí está permitido", y el porcentaje a otorgar dependerá del agregado de valor.

Sobre las empresas que arman autos en Uruguay para vender en Brasil, apuntó que deben "suscribir un plan de integración progresiva" de uno a tres años, por el cual tienen que incorporar 40% de contenido regional el primero, 50% el segundo y 60% el tercero, sin límite de cupo; y otro plan a cinco años apuntando a 50% de contenido regional al cabo del período, con cupo de 20.000 unidades.

Precisó que Brasil pretende se hagan seis de 11 procesos productivos en el sector automotriz, o que el 65% sea de contenido regional. Si la PAM define ese porcentaje "Uruguay estaría mucho más cerca de esa cifra". "Uruguay está de acuerdo con ese objetivo, y la empresa que se instale en el país tiene que suscribir ese acuerdo".

Remedios

En lo que concierne al sector farmacéutico, el consejo respectivo definió “tres herramientas clave”: compras estatales, registros y certificación. Las compras públicas, “si se aplican correctamente, podrían dar un impulso que el sector hoy no tiene a nivel de muchas empresas y laboratorios nacionales”. Los registros son fundamentales para el ingreso a Brasil, porque este país “ha aumentado los controles para el ingreso de medicamentos”, mientras se trabaja con el Latu para avanzar en esa línea. Por último, resaltó que “la certificación y capacitación” supone una dificultad repetida en varios consejos sectoriales. Este sector “actualmente no tiene personal con la capacidad suficiente para atender el incremento de la demanda” que se producirá por el crecimiento de la industria.

“Lo importante es que el sector va a ser clave, y hay que fomentarlo para que los estudiantes se vuelquen a estas áreas”, remarcó.

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