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Tiro con carambola

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Recomiendan a empresas considerar escenarios y aplicar modelo conveniente para cada uno.

Entre 2002 y 2007 los precios de los commodities agroindustriales crecieron más que los costos del sector, pero en los últimos años esa tendencia se revirtió y “los costos vienen tragándose a los precios”, aseguró a la diaria León Shocrón Benmuyal de la consultora de gestión SB&A. No obstante, explicó que la rentabilidad puede mantenerse con un modelo de negocios que considere distintos escenarios económicos, y estimó que los precios de los commodities permanecerán altos, en particular, los alimentos.

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El consultor de origen cordobés dio, ayer, una conferencia en la Cámara Mercantil denominada Competitividad en contextos turbulentos: Desarrollo de rentabilidad en empresas agroindustriales, donde analizó que la rentabilidad global exhibe “una gran volatilidad”, con “cambios día a día”, que generan “una rentabilidad sectorial cambiante”.

Pero aseveró que el sector no enfrenta “un problema de precios sino de costos”. Tras la presentación, detalló a este medio que “si bien los precios son crecientes, [ya que] de 2002 a 2007 crecieron más que los costos, hoy los costos están creciendo más que los precios. Es decir, que aunque no se percibe que los precios crecen, los costos vienen tragándoselos y la rentabilidad evoluciona de forma distinta”. Actualmente ello “depende de cómo se esté gestionando: antes era favorable para todos, ahora lo es para quienes gestionen bien”. Sin embargo, estimó probable que la demanda de commodities, particularmente de los alimenticios, siga elevada, por lo cual “no tienen una mala perspectiva más allá de la volatilidad de cada día”. “Es esperable que no tengan una caída drástica ante una situación de crisis [...] Cualquier volatilidad les va a pegar menos que a otros rubros, y caerá más la demanda de bienes suntuarios”, proyectó.

Evocando el tránsito de las sociedades desde la revolución agrícola hasta la industrial, y hacia la llamada “tercera ola”, basada en el desarrollo de los servicios, y después a la revolución del software, evaluó sobre el presente: “Hemos vuelto al mundo agrícola”, dado que “el mundo se dio vuelta”.

Ante las incertidumbres internacionales recomendó a las empresas “planificar” su actividad considerando “escenarios alternativos” y no sólo “el escenario más probable”. “Eso ya no funciona. Se deben plantear distintos escenarios y estar preparados para cada uno”, sugirió Shocrón, añadiendo la conveniencia de que el modelo de gestión a elegir sea “compatible con todos esos escenarios”. De otro modo, las firmas deben “tener planes de contingencia para pasar de uno a otro, con los menores costos y la menor dilación posible”. Otro punto mencionado acerca del modelo de negocios fue el manejo de personal, que presenta “dificultad para involucrarlo”, además de “alta rotación”, “mayor demanda de participación” y “rápida pérdida de interés” de los empleados.

Advirtió a los empresarios presentes que “no existe el mejor personal”, y que no les sirve buscar a los mejores trabajadores sino al mejor equipo. “Argentina tiene a Messi pero Uruguay tiene el mejor equipo de América”, graficó. Las firmas necesitan “involucrar a los equipos de trabajo” y “compartir la información” que usan para desarrollarse, aunque “no se trata de contarle todo a todo el mundo” sino de decidir qué datos se brindan, para “reducir la incertidumbre”. “La gente sabe más de lo que creemos, pero aquello que no sabe lo supone y, generalmente, es para peor”, sostuvo el experto, añadiendo que al compartir información “no se pierde poder, se gana estabilidad”.

Aludiendo a un debate macroeconómico de máxima actualidad en todo el mundo, dijo que las empresas no deben bajar gastos ante las incertidumbres porque ello genera su “achique”. “Si bien es una medida simpática, sobre todo para quien pone la plata, no es la solución”, valoró Shocrón, ejemplificando que el riesgo implicado “es como la anorexia: primero nos sentimos bien porque perdemos peso, pero después nos puede matar”.

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