A partir del caso de préstamos de la empresa Pronto! otorgados por intermedio de una mueblería de la Unión, publicado ayer (ver http://ladiaria.com.uy/ACaq), la Dirección General Impositiva (DGI) envió inspectores al local de Ébano, ubicado en 8 de Octubre y Felipe Sanguinetti. Según informaron desde el organismo en forma preliminar, no surgieron irregularidades desde el punto de vista estrictamente tributario. En cambio, desde Defensa al Consumidor explicaron que el miércoles concurrieron inspectores de la división que continúan indagando aspectos relacionados al tipo de información con la que se otorga el préstamo y a la condición de comprar mercadería para poder retirarlo, con parte de ese mismo monto. Ayer el comercio siguió otorgando el mismo servicio, aunque visiblemente con menos clientes.
En contacto con la diaria, Pamela González, quien se definió como una “pasante” que está ayudando a administrar la mueblería Ébano a su dueño, y que además es propietaria de locales similares en Costa de Oro, Pando, Maldonado y Rocha, deslindó responsabilidades y explicó que únicamente se dedica a hacer de intermediaria entre Pronto! y los clientes. Se mostró indignada porque entiende que la difusión del caso como algo negativo se debe principalmente a “envidia” de los comerciantes linderos. “Los demás comerciantes deberían preocuparse por lo de ellos, yo jamás miro lo que hacen los otros, es un tema de cada uno”, se quejó.
Por otro lado, sostuvo que preguntarle por los antecedentes penales a la gente que hace la cola todos los días “sería discriminar”, y negó que la actividad de su comercio se vincule a algún tipo de lavado de activos, algo que ha estado circulando en la zona en los últimos días, según dijo. “Si fuera lavado o narcotráfico le darían la plata a todo el mundo y no es así”, explicó.
En respuesta
Pronto! también dio su versión, pero en un comunicado de prensa. Aclara que da préstamos por intermedio de comercios con terminales, pero que la venta de productos es responsabilidad estricta de cada local. Con respecto a Ébano, indican que constataron un abrupto aumento de la demanda en diciembre, por lo que realizaron controles, sin encontrar irregularidades en el accionar. El comunicado afirma que “los comercios que operan con préstamos de Pronto! no tienen forma de establecer condiciones propias del crédito” ni de determinar “a quién se le presta”, y que eso responde a procesos “automatizados y alineados a la política de Pronto!”. La empresa adjudica el aumento exponencial en la actividad de Ébano -que volvió a ser constatado el 11 de enero- a “estrategias comerciales” y niega cualquier mensaje publicitario de Pronto! al respecto. “También como el caso tuvo un fenómeno de atracción a consumidores, al pasar los días concurría gente que en mayor medida, por su historial crediticio, no aplicaba para acceder al crédito, por lo que pudo haber aumentado el nivel de no concesión”, señala.
Consultada acerca de esos requisitos, señaló que la responsable es la prestamista Pronto!, y reiteró que su rol es el de intermediario: “Primero nos dijeron que como no éramos una empresa financiera no podíamos tener la máquina que saca los préstamos, pero si me la dieron es un problema de ellos [en alusión a la prestamista]”.
Fantasía
Consultada acerca de la facturación con boletas del Free Shop Maldonado, ubicado en Rocha, González admitió que se trata de una falta, pero argumentó que se debe a que se están haciendo cargo de la firma desde hace poco, pese a que cuenta con 60 años en plaza, como lo indica el cartel de su puerta. Explicó que el local de Rocha no es un free shop, sino que se trata de un “nombre fantasía” para un negocio similar al de Ébano, ya que cuando su marido buscaba un nombre, averiguó y le respondieron que eso era legal.
Acerca de la difusión y la información brindada sobre los préstamos a los clientes de su mueblería, admitió que es un punto flojo y especuló con que quizás sea necesario difundirlo mejor, “por ejemplo a través de un altoparlante en el barrio”. Además, dijo que no pusieron el negocio para ayudar a la gente, sino para favorecerse a ellos mismos y “si los clientes se benefician es tema de ellos, nosotros no estamos con una ametralladora como en Cuba para que saquen el préstamo”.
Acerca de la viabilidad del negocio, cuando entre los propios solicitantes del préstamo se comenta que es una deuda que no va a ser cubierta, se limitó a decir que las prestamistas, cada vez más, otorgan préstamos con menos requisitos, y que todos los negocios tienen un margen de pérdida. “Yo arranqué trabajando en prestamistas, y una mitad te paga y la otra no, eso siempre pasó”, agregó. También dijo que a su local no va “planchaje” sino gente “humilde y trabajadora”, que son los que más cuidado tienen con los préstamos, porque es su única manera de subsistir.
Acerca del pago de la plata mediante el Cambio Iberia, González señaló que “les dio miedo trabajar con efectivo”, y que por eso optaron por ese mecanismo. Añadió que junto a otros comerciantes de Costa de Oro está trabajando en la promoción de la “regulación de la competencia leal”, porque como está planteado el negocio se benefician las importadoras y los grandes comercios. Deslizó que no descarta incursionar en política y dijo que hasta el momento no lo ha hecho porque no tiene tiempo.