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Tabaré Vázquez, ayer, luego de su discurso en el acto en la avenida 18 de Julio en Montevideo, después de que conocieran los primeros resultados de la jornada electoral. / Foto: Nicolás Celaya

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Sobre las 18.00 de ayer empezaron a llegar los primeros jerarcas del Poder Ejecutivo, legisladores y dirigentes del Frente Amplio (FA) a La Huella de Seregni, sede de esa fuerza política, donde se iban a recibir los primeros resultados de las elecciones. La situación a esa hora no era la más alentadora para el FA. Los teléfonos sonaban, se intercambiaban comentarios y las caras de los dirigentes reflejaban incertidumbre. Cada vez que llegaba otro dirigente, los que estaban le preguntaban si tenía alguna novedad, pero las respuestas siempre eran dubitativas, y enseguida venía otra pregunta: “¿Y cómo la ves?”. Las caras eran poemas.

La información que se tenía en ese momento era que casi 25% de las personas consultadas en las encuestas a boca de urna se negaban a contar lo que habían votado.

A las 19.30, cuando comenzaron a cerrar los circuitos, el local estaba lleno de dirigentes del FA y de periodistas uruguayos y de toda América Latina. Se habían dispuesto varios televisores plasma para seguir las primeras proyecciones de las principales consultoras. En una mesa se sentaron Glenda Rondán, los vicepresidentes del FA Juan Castillo (Partido Comunista, PCU) e Ivonne Passada (Movimiento de Participación Popular, MPP), los senadores Enrique Rubio (VA) y Eduardo Brenta (VA), la intendenta de Montevideo, Ana Olivera (PCU), y la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián, entre otros. El intenso calor hizo que se bebiera mucha agua mineral, aunque la espera también se acompañó con bocados y mucha charla. Los presentes concentraban sus miradas en los celulares para ver si en las redes sociales aparecían indicios que cambiaran las tendencias que abrumaban la tarde. Pero era al revés: en Twitter y Facebook, los mensajes alertaban que Luis Eduardo González, de Cifra, iba a presentar “una sorpresita” entre los resultados, y algún portal de noticias hasta se animó a afirmar que esa novedad iba a ser mal recibida en el comando del FA e iba a alegrar a los comandos colorado y blanco. También se manejó que el Sí a la baja ganaría con comodidad.

A las 20.20 y ya con el FA sabiendo que iba a realizar un festejo por ser la fuerza política más votada, Factum presentó la primera proyección en Canal 4, en la que le otorgó 46% al FA, 31% al Partido Nacional (PN), entre 13% y 14% al Partido Colorado (PC), 3% al Partido Independiente (PI) y 1% a Unidad Popular. Además, Óscar Bottinelli aseguró que el Sí a la baja obtendría 48%, por lo que era probable que la reforma no se aprobara. Mediante las distintas transmisiones de televisión de los escrutinios en directo, comenzaron a ver que los conteos no daban tan mal para el FA ni para el No a la baja. Al poco rato, el FA comenzó a subir en cada actualización de las proyecciones, y cada décima que aumentaba era festejada con gritos de “Y ya lo ve, y ya lo ve, el presidente es Tabaré”. A las 21.10, cuando entrevistaron a Fabiana Goyeneche, de la Comisión No a la Baja, que confirmó la derrota de la iniciativa de reforma constitucional, la ovación fue tremenda, al grito de “Uruguay, Uruguay”.

Reflexiones

Sobre el final de la noche el candidato Tabaré Vázquez anunciaría, basado en datos de proyección de escrutinio elaborados por el centro de cómputos del FA -que daban a última hora de ayer 47,9% a la fórmula frenteamplista- que la coalición de izquierda estaba “en el umbral” de la mayoría parlamentaria. Pero más temprano el optimismo era menor, y algunos dirigentes parecieron abrir el paraguas. El vicepresidente Danilo Astori dijo en rueda de prensa que si bien “es muy cómodo tener mayorías parlamentarias propias, también es muy positivo buscar hacer política basada en encuentros y en acuerdos que permitan encarar con mucha fuerza los grandes temas”.

Consultado sobre si el PI pasó a ser un interlocutor, Astori expresó que “hay que dialogar con todos”, incluso con la izquierda radical, aunque “en particular, con el PI es importante”. En cuanto al resultado del plebiscito, el vicepresidente dijo que “el No a la baja es una gran noticia”, y opinó que “hubiera sido terrible que se impusiera esa reforma constitucional retrógrada, autoritaria y regresiva”.

El senador Ernesto Agazzi (MPP) también relativizó la importancia de la mayoría parlamentaria y dijo que “el Parlamento es un lugar de articulación”. Para el senador, durante el período legislativo que termina “fue cuando se modificaron más leyes de las que envió el Poder Ejecutivo”. “51% de las leyes que envió el Poder Ejecutivo fueron modificadas por el debate de los parlamentarios y por el debate con la sociedad organizada”, concluyó.

Por su parte, la senadora Constanza Moreira dijo que es necesario tener datos “más finos” para poder elaborar una reflexión sobre el resultado. Se mostró satisfecha con el resultado del plebiscito, pero expresó que pensó que “el Sí a la baja iba a tener menos votos”.

El senador Daniel Martínez (PS) manifestó su alegría por el resultado electoral y señaló que lo valora mucho porque “había muchas cosas en contra”. “Hay temas que vamos a tener que revisar con mucha fraternidad en el FA, sobre todo porque hay multicausalidad para que la gente se enoje; las clases medias, que ganan más, se quejaban por los impuestos, etcétera, pero todo salió bien”, concluyó.

La segunda

Apenas cerraron las mesas de votación, la presidenta del FA, Mónica Xavier, realizó un discurso cuando todo era aún incertidumbre y precaución. Xavier se limitó a “saludar a todo el pueblo uruguayo” por la “tremenda jornada cívica”, y al igual que Vázquez más tarde, manifestó su dolor por el fallecimiento de dos militantes frenteamplistas en un accidente. Además, anunció que fuera cual fuera el resultado se convocaba a los frenteamplistas a festejar, porque ya existían insumos para suponer que “el FA sigue siendo la fuerza política más votada en el país”.

El discurso de Vázquez se había anunciado para las 20.30, pero su comando de campaña tenía datos de que el porcentaje del FA seguiría mejorando, lo que estiró el tiempo de espera hasta después de las 22.00. Minutos antes de que el candidato entrara a La Huella de Seregni, las pantallas de televisión y parlantes del salón comenzaron a reproducir el discurso de la fórmula blanca, que fue especialmente seguido por los militantes del FA, que pidieron silencio para escucharlo.

Minutos después retiraron el estrado que habían colocado hacía horas en el escenario para el discurso de Vázquez, porque el candidato tomaría el micrófono en sus manos y usaría la totalidad del escenario. La fórmula del FA llegó saludada por quienes tenían acceso al sector restringido por el que entraron, y coreada por el resto de los militantes. Vázquez fue el único en subir al estrado, y lo primero que hizo fue agradecer a todo el pueblo uruguayo “por la demostración de respeto” que implicó la jornada electoral. Además, afirmó que
“mañana [por hoy] comienza una nueva etapa”.

Lo que se viene

Vázquez añadió que las campañas electorales largas pueden ser “aburridas y tediosas”, pero que deben ser de esa forma porque “así lo marca la Constitución”. Además, anunció que “de acuerdo a datos y proyecciones”, el FA “está en el umbral de la mayoría parlamentaria”. Agradeció públicamente a Pedro Bordaberry, quien lo llamó telefónicamente minutos antes de su discurso, y con quien dijo que se reuniría “esta semana o la que viene”.

Además, sostuvo que “más allá de las mayorías parlamentarias”, si la decisión popular indica que él sea el próximo presidente, el camino será “el del diálogo, el respeto, y el de conocer la opinión de otros partidos políticos”. También hizo alusión a su experiencia en cargos ejecutivos y dijo que eso, sumado al apoyo del FA y su programa, le permiten conocer el camino “para que los uruguayos vivan cada vez mejor”.

Después de la tradicional foto de la fórmula, los candidatos se fueron rápidamente para la avenida 18 de Julio donde los esperaban miles de frenteamplistas, mientras que en la puerta de la sede del FA aguardaba un centenar de adherentes que cantaban, aplaudían y sacaban fotos. El escenario para el acto se ubicaba en la esquina de 18 de Julio y Río Negro y la gente llegaba hasta más allá de la plaza Libertad.

Nuevamente, el único orador fue Vázquez, que comenzó con su tradicional “festejen, uruguayos, que la victoria es de ustedes”, y pidió “paciencia” y “seguir con el mismo entusiasmo”. Además, volvió a hacer alusión a la mayoría parlamentaria y dijo que “deben servir para mejorar el diálogo”, como ocurrió con la baja de la edad de imputabilidad, tema en el que “frentistas, batllistas y wilsonistas” encontraron 
“semejanzas”.

El candidato sostuvo que “el FA va a cumplir” porque “cuando promete, cumple”, y señaló que la de esta campaña también fue una pelea “por valores”. Por ejemplo, nombró el tema del calentamiento global, que dijo que debe ser incluido en la agenda de gobierno porque “nadie puede negar que ya está entre nosotros”.

Vázquez afirmó que en el balotaje se decidirá “si queremos o no seguir avanzando” y “salir para siempre de las peores décadas de estancamiento del país”. Además, dijo que el FA actuó en el gobierno “aprovechando la coyuntura internacional” pero también tuvo que enfrentar dificultades. El candidato se disculpó porque vaticinó que triunfaría en primera vuelta, explicando que tuvo esa impresión “al recorrer el país”, y sostuvo que la votación de ayer es un reconocimiento al partido “después de dos gobiernos”. Además, se mostró confiado de cara a noviembre porque “los uruguayos tienen experiencia y visión para estas decisiones”. “No somos refundadores, pero tampoco restauradores, y lo tenemos claro, como tenemos claro que nosotros en esta segunda etapa electoral no nos vamos a correr hacia ningún lado, somos lo que somos”, señaló.

Además, explicó que aceptó la candidatura porque “no se sintió alejado de su gente” y porque “aún quedan temas pendientes” para el desarrollo del país. Antes del cierre, con su tradicional “hasta la victoria siempre”, hubo tiempo para un saludo al pueblo brasileño por el triunfo de Dilma Rousseff.

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