El programa Yo Estudio y Trabajo se lanzó por primera vez en 2012, con el objetivo de que cientos de jóvenes de entre 16 y 20 años pudieran tener su primera experiencia laboral. La experiencia consistía en una pasantía de un año en alguno de los organismos públicos que se sumaron al programa. El único requisito para los jóvenes era que fueran estudiantes y que además no tuvieran una experiencia laboral formal previa. Ese año se ofrecieron 609 puestos en 54 localidades de todo el país, y se anotaron 46.694 personas que cumplían con los requisitos.
Un año después, en 2013, el programa ofreció 741 puestos en 64 localidades, y los postulantes fueron 43.783; 37% de ellos ya se había inscripto al llamado el año anterior. En ambas ediciones del llamado, 50% de quienes se postularon tenían entre 16 y 17 años de edad, y 60% eran mujeres. Además, 60% de los participantes son estudiantes de bachillerato y 21% cursan nivel terciario.
Ayer, autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) anunciaron el lanzamiento de la edición 2014. Los jóvenes que cumplan con los mismos requisitos que en años anteriores podrán anotarse desde hoy hasta el 29 de mayo en la web www.inscripcion.com.uy.
Para el llamado de este año se ofrecen 703 puestos (326 de ellos en Montevideo) en 16 organismos públicos ubicados en 67 localidades de todo el país. El llamado cuenta con una novedad -únicamente para Montevideo-: por primera vez se aplicarán las cuotas de discriminación positiva previstas en la Ley de Empleo Juvenil, que prevé una cuota de 2% para jóvenes trans, 4% para discapacitados y 8% para afrodescendientes, según dijo a la diaria el director del Instituto Nacional de la Juventud, Matías Rodríguez. Después de la fase de inscripciones, el 30 de mayo se realizará el sorteo de los cargos para luego pasar a un proceso de capacitación de los jóvenes por medio de talleres. Comenzarán a trabajar en setiembre de este año, cuando los pasantes de 2013 terminen su experiencia.
Son números
Durante la presentación del llamado, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, José Bayardi, explicó que según una encuesta que el MTSS está realizando a los pasantes para evaluar la experiencia, 55,8% de quienes pasan por ella tiene como objetivo educativo finalizar alguna carrera en la Universidad de la República. Además, casi 70% de los pasantes dijo tener como objetivo terminar el liceo o la UTU, adquirir capacitación para un oficio o realizar algunos años en la universidad.
Bayardi también evaluó positivamente que de 747 pasantías, sólo 8% de ellas fueron abandonadas. Seis de esos casos se debieron a que los jóvenes se desvincularon de sus estudios, otros seis por mala conducta, 18 decidieron priorizar el estudio y 19 renunciaron por problemas personales. El ministro recordó que en 2012 había dudas acerca de si el programa duraría más de un año, y señaló que había quienes sospechaban que la experiencia de las pasantías sería utilizada para que luego los jóvenes ingresaran como funcionarios públicos, pero eso finalmente no ocurrió.
Consultado al respecto, Rodríguez señaló que el programa no sólo cumplió con sus objetivos laborales para los jóvenes, sino que además fue bien valorado por las empresas. En una línea similar, tanto el presidente de la UTE, Gonzalo Casaravilla, como el de OSE, Milton Machado, se refirieron en la presentación del llamado a lo positivo de las experiencias, especialmente para los funcionarios. Según dijeron, en un principio éstos se quejaban por tener que explicar las nuevas tareas a los pasantes, pero finalmente no sólo la transmisión de información no tuvo dificultades, sino que además, año a año, los trabajadores reclaman la reedición de los llamados.
Por su parte, el director de ANCAP, Juan Gómez, resaltó el hecho de que ante una cantidad baja de cargos previstos la respuesta de los jóvenes fue “altísima”, y según dijo, ese hecho deber ser leído políticamente. Además, manifestó su deseo de que el programa se convierta en una política de Estado y que no quede únicamente en la agenda de este gobierno. En este sentido, Bayardi agradeció a los 16 organismos públicos que son parte de la experiencia y resaltó el rol social que están cumpliendo al posibilitar la primera experiencia laboral de los jóvenes.
El jerarca dijo además que le parece algo normal que en las instituciones primero exista rechazo a los cambios, pero que una vez que estos funcionan sean aceptados. Destacó la experiencia de UTE, en la que hay funcionarios que se postulan para ser madrinas o padrinos -referentes- de los pasantes. El ministro anunció también que desde este año “se corregirá una inequidad” y se pagarán seis Bases de Prestaciones y Contribuciones a los jóvenes que tengan hijos a cargo, sean varones o mujeres.