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Roberto Markarian y Álvaro Rico, profesores candidatos al rectorado de la Universidad de la República, ayer en la sede del Partido Nacional. / Foto: Nicolás Celaya

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En un escenario polarizado, delegados en la AGC resuelven hoy si apoyan a Rico o a Markarian.

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Todavía no puede pronosticarse lo que pasará esta noche en la Asamblea General del Claustro (AGC) de la Universidad de la República (Udelar) con la elección del nuevo rector. Al cierre de esta edición, varias delegaciones de distintos órdenes estaban definiendo las posturas que tomarán hoy. Los cálculos sobre cómo irá la votación fueron variando con el paso de las horas, y se prevé que eso se repita en el correr del día de hoy. La definición más trascendente será la que tome la Corriente Gremial Universitaria (CGU), que planea votar en bloque con sus cuatro delegados estudiantiles, junto con agrupaciones afines de docentes y egresados, que hacen un total de 11 votos.

Según pudo saber la diaria, la interna en la CGU está muy pareja, y quienes prefieren a Álvaro Rico son el mismo número de militantes que quiere que Roberto Markarian sea el nuevo rector. En los últimos días, la CGU mantuvo reuniones con ambos candidatos, y planea tomar una definición en la mañana de hoy. Además, un insumo importante será el debate que organizó ayer la Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional (PN), al que la CGU es afín.

Visitantes

Antes de que comenzara el debate, varios militantes blancos y de la CGU bromearon con ambos candidatos acerca de lo atípico de la situación. Uno de ellos le preguntó a Rico “cómo se sentía” en la sede del PN; otro llamó a militantes del cogobierno universitario a que se acercaran más, porque “los blancos no les iban a hacer nada”. El hecho tampoco pasó inadvertido para los presentadores del debate, que incluso mencionaron la actividad como un “hecho histórico”.

Antes que los candidatos, varios ex militantes universitarios afines al PN expusieron los que consideraron que son los principales desafíos de la Udelar para los próximos años. Leonardo Altmann, ex militante estudiantil de la CGU, criticó el tono de polarización que tomó el debate en torno a la elección en la Udelar, y se mostró preocupado porque algunas unanimidades que se consiguieron durante la gestión de Rodrigo Arocena no pudieron concretarse en la profundización de los cambios propuestos.

En una línea similar, el ingeniero agrónomo Alberto Majó dijo que lo que se resuelva hoy en la AGC será sólo “una preferencia”, y descartó que vaya a ocurrir algo “dramático” en la institución. Además, y pese a que la Udelar se pronunció a favor de la existencia de más universidades públicas, destacó la presencia de una “inercia inconsciente del monopolio” de la institución, y dijo que es “vergonzoso” que no exista una agencia de acreditación de carreras de la Udelar. Majó habló también del “claro mensaje” que el sistema político le dio a la institución al haberle aprobado el 100% de los fondos solicitados únicamente para el programa de desarrollo en el interior del país.

En debate

En el debate organizado por el PN, Rico planteó la necesidad de lograr un gran acuerdo nacional de educación que no sólo incluya a los partidos políticos, sino que también incorpore a las instituciones autónomas y a gremios y sindicatos. Además, indicó que en los últimos días hubo una “actualización” de su plataforma electoral a partir de los insumos que fue recogiendo en los distintos debates y conversaciones con actores universitarios, que se traducen en cuatro nuevos documentos y 80 propuestas. El candidato consideró que las más importantes son la continuidad y profundización de las políticas en conjunto con la Administración Nacional de Educación Pública, la vinculación con el sector productivo y la reafirmación de la presencia en el interior, a partir de una revisión a realizar en función de las nuevas instituciones creadas.

Markarian estuvo de acuerdo en la necesidad de un acuerdo educativo y además dijo que la Udelar “se la jugó por hacer lo que el gobierno le planteó”, en referencia a la política descentralizadora, y que no puso esfuerzos reales en la generación de otras instituciones terciarias. Al respecto, el candidato afirmó que, al igual que instituciones de calidad para enseñar profesiones, también las debe haber para enseñar cosas como “manejar un tractor”, pero que la Udelar no debe encargarse de las segundas. “¿Cómo se rompe con el monopolio si se quiere tener a todos los estudiantes?”, cuestionó.

Acerca de las unanimidades alcanzadas en su momento, Markarian señaló que no significaron que se estuviera de acuerdo en todo, y señaló que el error de las autoridades en los anteriores períodos fue el de “no escuchar” y ser poco autocríticos. Además, dijo que la escasa información que manejan los órdenes llevó a que la opinión de las autoridades fuera muy importante y que quienes tenían visiones contrarias no encontraran argumentos para plantear. En este punto, Rico salió al cruce y sostuvo que las dinámicas empleadas en el Consejo Directivo Central de la Udelar hicieron que en reiteradas ocasiones los puntos del orden del día fueran postergados para su discusión y que incluso se pidieran distintos asesoramientos. Además, consideró que el argumento de las “mayorías falsas” deslegitimaría al propio cogobierno y habló de la existencia de “vetos” de varios colectivos, principalmente de “docentes prestigiosos y estudiantes radicales”.

Sobre el final, uno de los militantes de la CGU consultó a los candidatos sobre la participación del gremio en el gobierno central de la Udelar, porque dijo sentir que “le cuesta incidir” a ese nivel. Rico señaló que la CGU constituye una garantía para el funcionamiento democrático de la institución y habló de la necesidad de contar con un vínculo “fluido” para poder incorporar “críticas y propuestas”, algo con lo que Markarian estuvo de acuerdo.

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