Ingresá

Ribera del arroyo Miguelete desde el puente sobre la calle José María Silva, al costado del Cementerio del Norte. / Foto: Ricardo Antúnez (archivo, julio de 2010)

Desde la ribera

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Familias que viven sobre el arroyo Miguelete de Montevideo participarán en un proyecto de regularización y mejoras del barrio.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La calle Behring, en el barrio Lavalleja de Montevideo, fue cortada para llevar a cabo la presentación del proyecto Ribera del Miguelete. La actividad que se desarrolló ayer congregó a vecinos que viven en distintos asentamientos de la zona. La mayoría eran mujeres. Los niños también eran numerosos. Éstos no dudaban en posar frente a cuanta cámara de televisión se prendía, y cuando no eran enfocados se reubicaban detrás de las autoridades entrevistadas. Entre otros se encontraban la intendenta de Montevideo, Ana Olivera; el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, y el coordinador del Programa de Mejoramiento de Barrios (ex PIAI), Fernando Cabezudo.

Antes de que comenzara la ceremonia y mientras muchos vecinos disfrutaban del solcito de las tres de la tarde, la diaria conversó con algunos de los presentes sobre los motivos por los que habían sido convocados. Una abuela que llevaba a su nieto agarrado de la mano comentó entusiasmada: “¡Para respaldar a Tabaré, para que vuelva a salir!”. Sobre el proyecto puntual reflexionó que “seguramente” plantearían “terminar la costanera” o habilitar el puente Santos, que no se puede cruzar desde hace años porque allí se construyeron algunas de las viviendas precarias. Resumió que vive en la zona desde hace 31 años y que ella y los vecinos están “conformes” con la construcción de una calle que antes era de barro y ahora es de material. “Yo pedí que nos sacaran de la tierra y lo hicieron. Estamos conformes, y si estamos conformes tenemos que hacer méritos para que vuelvan a ganar”, concluyó.

Una sensación similar tenían María y Beatriz, dos veteranas que también aguardaban que comenzara la oratoria de las autoridades. Dijeron que “suponían” que habían sido convocados por el tema “arreglo de calles” y “regularización de casas”. “Porque ¿no es que hablan de Asentamiento Cero?”, preguntó con ironía María, mientras que Beatriz le respondió: “Sí, eso es lo que dice Lacalle [Pou]”. María reconoció que ayer había “olor a política” y manifestó ser una de las primeras militantes a favor de una tercera reelección del Frente Amplio: “Decímelo a mí, que soy de La Teja y revolucionaria a morir”.

En obra

El arroyo Miguelete y las calles Bulevar José Batlle y Ordóñez, Behring, camino Máximo Santos, Pedro Fuentes, camino Edison, Arq. Juan Giuria y Bulevar Aparicio Saravia delimitan la zona de intervención. Dentro de esta área están comprendidos los asentamientos Lavalleja Sur, Nuestra Esperanza, Giuria y los complejos Aquiles Lanza, Jardines de Behring (40 Semanas), Edison y Behring.

Según se informó desde la Intendencia de Montevideo (IM), en la zona viven 3.400 personas y hay unos 870 hogares.

Entre los objetivos propuestos en el proyecto se encuentra la integración de los diversos asentamientos entre sí y con el resto del barrio Lavalleja, la recuperación de la trama urbana próxima a la ribera del Miguelete, así como la recuperación ambiental en el tramo del arroyo comprendido entre Aparicio Saravia y Batlle y Ordóñez.

En un plazo de 12 meses, los vecinos, guiados por un equipo privado multidisciplinario, deberán acordar cuáles son las necesidades del barrio y qué particularidades tendrá el proyecto. La intendenta remarcó que para que se concreten obras en la zona, 70% de los vecinos deberá estar de acuerdo con la propuesta.

Mónica y Ángela, dos pobladoras de la zona, estuvieron de acuerdo en que el barrio necesita reparación de calles, colocación de luminarias en la vía pública, y que quienes están sobre la ribera sean realojados, “porque viven en ranchos”. Asimismo, señalaron que la creación de un espacio común puede posibilitar el diálogo entre los habitantes del lugar y fomentar un intercambio directo sobre las necesidades que tienen.

Cabezudo explicó que no hay fechas previstas para el desarrollo de las obras, puesto que una vez que finalicen los 12 meses previstos se abrirán las licitaciones, lo que implicará un mínimo de entre seis y ocho meses. ´

El dinero no es todo

Tanto Beltrame como Cabezudo se refirieron a la “inviabilidad” de la iniciativa del plan de gobierno del presidenciable blanco Luis Lacalle Pou, Asentamiento Cero, que consiste en eliminar los asentamientos en un plazo de diez años. El coordinador del programa de Mejoramiento de Barrios remarcó que la integración social “no se logra solamente con dinero”.

Sobre este mismo punto, el ministro explicó que “estos procesos apuntan no solamente a hechos físicos”, sino también al “involucramiento de la población”. “Es difícil prever estrictamente los plazos en que esta integración puede llevarse a cabo”, acotó.

Beltrame detalló otros aspectos que enlentecen el proceso de realojamiento de personas en situación de vulnerabilidad. Si bien muchos son predios fiscales, también hay terrenos de privados, lo que implica una negociación económica que no siempre es exitosa. La falta de medios fue otro de los puntos que mencionó, ya que si se efectuaran llamados a licitaciones para todas las obras que se necesitan para la erradicación de los asentamientos, no habría la cantidad suficiente de empresas disponibles para llevar a cabo las obras, lo que además encarecería los costos.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura