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Estudiantes avanzados y egresados recientes de UTU pueden acceder a un fondo para emprender sus propios negocios.

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Si bien “emprendedurismo” y sus derivados son palabras que no se asocian demasiado a la educación pública, la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) tiene un Departamento de Jóvenes Emprendedores. Una de las principales actividades que impulsa y coordina es la realización de un llamado destinado a egresados recientes o estudiantes que se encuentren cursando el último año de las tecnicaturas o de los cursos de educación media técnica o profesional que ofrece UTU. Los proyectos que son evaluados en forma positiva son financiados con hasta 100.000 pesos, suma con la que los estudiantes pueden implementar el emprendimiento que hayan presentado al llamado y que tiene directamente que ver con la formación que recibieron en la institución. Para conocer los orígenes de la iniciativa hay que remontarse a 2009, cuando surgió como un llamado concursable. Posteriormente pasó a ser un programa y finalmente se consolidó como departamento en la estructura organizacional de UTU.

En diálogo con la diaria, la coordinadora del departamento, Virginia Figueroa, explicó que desde UTU se visualizó la importancia de que sus propios estudiantes puedan desarrollar su formación profesional y técnica en un emprendimiento en el que ellos sean sus propios gestores. Además, a lo largo de sus distintas ediciones se valoró el impacto que tuvo en los jóvenes que si bien no presentaron un proyecto, participaron en las instancias de capacitación que ofrece el departamento. “Capaz que esos estudiantes presentan el proyecto dentro de dos o tres años, o se llevan esa riqueza para crear su emprendimiento en otro momento, tiempo y espacio, o quizá con otras redes de emprendedurismo”, explicó Figueroa. Según agregó, el departamento, que está a disposición de todos los estudiantes de UTU, es una herramienta “sumamente rica” porque participan varias redes de apoyo que posibilitan que cada estudiante encuentre el camino idóneo para sus necesidades específicas sin que se trate por igual a todos.

El proceso

En un acto público, ayer el Departamento de Jóvenes Emprendedores realizó el lanzamiento de la convocatoria 2015 y reconoció a los proyectos que fueron seleccionados el año pasado. A partir de hoy, cualquier estudiante de UTU puede anotarse para participar en la capacitación que brinda el departamento, que está enfocada en el desarrollo de la idea y su conversión en proyecto. Los postulantes también deben participar en un taller de finanzas que da herramientas para determinar qué metodología se puede aplicar a cada iniciativa. En noviembre de este año deberán tener pronto su proyecto y presentarlo para que sea evaluado técnicamente por especialistas de UTU y financieramente por la Corporación Nacional para el Desarrollo -institución que financia las propuestas- y la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas. Los estudiantes de aquellos emprendimientos que sean evaluados positivamente serán citados a una entrevista, instancia definitoria para establecer los proyectos que serán financiados.

De acuerdo a lo que explicó Figueroa, se busca que los proyectos sean innovadores y hagan algún tipo de aporte a la sociedad. Otro factor que es especialmente tenido en cuenta es que los jóvenes puedan desarrollarse en su territorio y que no tengan que migrar. “Por eso, la importancia de tener una relación con el medio productivo del que ellos son oriundos, y que sea porque ellos quieren quedarse, no porque uno quiera retenerlos allí. Es su deseo permanecer con sus familias”, aclaró.

La evaluación consiste en que los emprendimientos sean sustentables desde el punto de vista técnico, económico y ambiental. Por ejemplo, una de las menciones especiales de ayer fue a la iniciativa de un estudiante que planteó la recuperación de oro a partir de chatarra electrónica. Otros de los proyectos financiados tienen que ver con la venta de miel y productos gastronómicos hechos con miel, artesanías, joyas, y hasta un emprendimiento que ofrece actividades turísticas en Montevideo con paseos en el Cerro, Santa Lucía, Ciudad Vieja y la rambla. En algunos casos, la iniciativa es de una cooperativa de estudiantes; para estos proyectos, el Instituto Nacional de Cooperativismo pone hasta 100.000 pesos.

Una vez que los emprendimientos están en marcha con su respectivo financiamiento, son tutoreados por referentes tanto de UTU como de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, y en el caso de los proyectos vinculados al agro, del Instituto Nacional de Colonización. Según explicó Figueroa, “mucho más adelante” los negocios pueden acceder a un fondo de garantía que brinda la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, mediante el que pueden pedir un préstamo amortizable “a buenas tasas” para que el proyecto siga creciendo y “no quede ahí”.

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