Saul Nassé es el director ejecutivo del programa Cambridge English Language Assessment, de la universidad inglesa de Cambridge. Dicho programa es el proveedor internacional más reconocido en el campo de las certificaciones de lengua inglesa. En el caso de Uruguay, el programa cuenta con un convenio con la Administración Nacional de Educación Pública, que permite a esa institución educativa ser un centro administrador de los exámenes de inglés de la universidad europea. Por medio de este acuerdo, Cambridge tiene únicamente una función administrativa y de control de procedimiento de la realización de los exámenes, y no es un veedor de los procesos de enseñanza de inglés en el país. En otros países, la universidad presenta otro tipo de acuerdos, que incluyen la provisión de servicios a entidades gubernamentales, como asesoramiento y mediciones masivas para conocer el estado de los niveles de inglés en el país. Pero, en cualquier caso, Cambridge no acredita a las instituciones, que realizan su gestión educativa propia, no necesariamente en acuerdo con la universidad europea. La institución educativa inglesa se ocupa de que se cumpla con las condiciones de seguridad y procedimientos para administrar localmente sus exámenes, entre las que se encuentran las condiciones de las aulas, la forma en que se transportan los materiales de un centro educativo a otro y quién es responsable por la seguridad de los exámenes.
Entrevistado por la diaria, Nassé destacó que Uruguay es el país de mayor penetración de los exámenes de Cambridge en el mundo, y en el que hay más chances de encontrarse con alguien que tenga un certificado de Cambridge. “Sólo caminando por la calle alcanza para comprobarlo”, señaló. El experto consideró que, si bien durante mucho tiempo el inglés fue “el idioma de los negocios”, hoy es la lengua de la world wide web, y de esa forma se transformó en una herramienta de los ciudadanos para acceder al mundo digital. Además indicó que, en el contexto de la educación, el inglés es el idioma del aprendizaje; lo ilustró con el caso de Alemania, donde hay universidades que enseñan ingeniería en inglés, “porque unir la formación profesional con un dominio del inglés les va a abrir la puerta a esos egresados”.
Advirtió que “nunca antes como ahora ha habido una etapa en la que hablar varios idiomas haya sido tan importante”. Para ejemplificarlo, afirmó que el español es un idioma en alto crecimiento, y que eso llevó a que, en acuerdo con otras instituciones, recientemente el Instituto Cervantes diseñara un examen único para certificar el español, “porque es un idioma que necesita ser validado formalmente”. Nassé señaló que también el chino mandarín es una lengua que cada vez está siendo más hablada en el mundo. Aseguró que una persona que habla español probablemente va a tener mayor facilidad para aprender inglés que si habla chino mandarín, “porque el inglés y el español comparten raíces comunes”. Sin embargo, señaló que la mayor dificultad para una persona de habla hispana al aprender inglés -y viceversa- son aquellos sonidos que no son comunes a ambas lenguas.
Otros tiempos
Nassé trabajó varios años en la BBC inglesa, donde lideró el departamento de educación digital, y por lo tanto se ha especializado en este tipo de procesos de enseñanza-aprendizaje. Señaló que lo que hace que la enseñanza sea exitosa por medio de plataformas digitales en primer lugar es el contenido, y también la posibilidad de utilizar las tecnologías digitales para hacer un seguimiento del proceso de aprendizaje. “Por ejemplo, tener pruebas frecuentes para evaluar lo aprendido, que los contenidos sean adaptativos para que el próximo paso refleje si lo que se pudo enseñar se aprendió o no”, explicó. Sobre el creciente uso de las redes sociales, Nassé indicó que ese tipo de plataformas están más asociadas al tiempo libre de los estudiantes, y eso hace que no se aprovechen para la enseñanza en las clases tradicionales. “Es un campo que está desaprovechado”, advirtió.
El experto dice que, en vez de hacer apagar los celulares a los estudiantes, los docentes deberían pedir que los prendan para trabajar en la clase. De todas formas, considera que “ese temor o reticencia es entendible, porque los docentes de aula normalmente han completado su formación en una época en la que no había internet, de modo que sus prácticas pedagógicas les han funcionado y en la tecnología encuentran un modelo desconocido y extraño”, continuó. Para Nassé, cambiar esto llevará un tiempo y se necesitarán varias acciones.
Según Nassé, se puede aprender “algo de inglés” únicamente por medio de plataformas digitales y sin la presencia física de un docente, pero advierte que “hablar inglés o cualquier idioma tiene que ver con la interacción con otros hablantes”. Si bien afirma que “un curso que excluya a la comunicación interpersonal sería una lástima”, admite que es probable que en diez años esté diciendo otra cosa, “porque quizás las tecnologías avancen de tal manera que realmente puedan replicarse situaciones de intercambio más reales de lo que se tiene hoy en día”.
Al hablar sobre experiencias exitosas en el uso de la tecnología para el aprendizaje, consideró que Uruguay es uno de los países en el mundo que mejor desarrollan la educación digital, con el mundialmente conocido Plan Ceibal. Como ejemplo de otras experiencias exitosas de este tipo, nombró un proyecto que lideró en la BBC en el que, por medio de un programa, estudiantes de secundaria que se están preparando para rendir sus exámenes de fin de curso tienen acceso a unidades de información en el proceso de revisión para la prueba.
Lejos de la crisis
En Uruguay, los diferentes actores de la educación mantienen cierta preocupación por la forma en que los jóvenes aprenden el español. No es un problema únicamente uruguayo. Nassé señaló que el tema también está planteado en Inglaterra (en ese caso, sobre el aprendizaje del inglés), donde ha hecho cosas para atacar esa problemática. “La forma de mejorarlo es multifacética, tiene que ver con la currícula, el contenido. El aprendizaje de una segunda lengua puede mejorar el aprendizaje de la primera, porque, al hacer un esfuerzo consciente de revisar estructuras gramaticales, es muy probable que eso se aplique a la optimización de la primera lengua”, señaló.
Pese a lo que muchos sostienen, Nassé se desmarcó de las posturas que advierten que la educación está en crisis en el mundo. El experto consideró que la educación siempre va a estar en el foco de los gobiernos y las instituciones educativas, porque es lo que permite que los niños y los estados avancen. No obstante, señaló que vivimos en un período “increíblemente fértil para el aprendizaje” y que nunca hubo un grado de educación, cultura y desarrollo mayor al que existe en 2015. De todas formas, advirtió que en los años que vienen esto traerá nuevos desafíos.