Ellas son
Sobre la medianoche de ayer se conocieron las nuevas reinas del certamen: son Pamela Blanco (carvanal), Leticia Reyes (Llamadas) y Fiorella Saravia (Escolas do Samba).
El show en el Teatro de Verano de Montevideo empezó a las 21.00 y fue transmitido en vivo por Tevé Ciudad, pero las postulantes a convertirse en reinas de Carnaval, Llamadas y Escuelas de Samba -la categoría del concurso que tiene menos difusión- se estaban produciendo desde las 13.00. El comando fue la antesala de las distintas salas de conferencia con las que cuenta la Intendencia de Montevideo (IM) en su piso 1 y ½, que a diferencia de la solemnidad habitual, estuvo ambientada desde temprano con reggaetón. Un “huevito” que además reproducía luces fue la fuente de la música hasta que, minutos antes de partir rumbo al teatro, su dueña, una de las participantes, buscó una bolsa para llevárselo.
Después de que el año pasado fueran seleccionadas en cada uno de los centros comunales zonales (CCZ) y municipios de la capital, las primeras reuniones de las finalistas se llevaron a cabo en los últimos días de diciembre. Se realizaron jornadas de integración y talleres de formación, principalmente en género y diversidad sexual, que fueron precedidos por talleres de esa temática dirigidos a funcionarios de la comuna.
En diálogo con la diaria, May- ra Rosas, aspirante al reinado de Llamadas por el CCZ 10, Verónica Techera, candidata a la misma corona por el CCZ 2, y Dahiana Romero, aspirante a reina de Carnaval por el CCZ 11, destacaron la unidad del grupo y dijeron que, pese a que algunas participantes son más tímidas, todas hacen el esfuerzo por integrarse. Además, destacaron que existió una buena complementación entre las personalidades de las aspirantes y valoraron el cambio de reglamento impulsado por la comuna.
Otras reglas
A raíz del cambio en las reglas de juego, se eliminaron los topes de edad para participar en el concurso y pudieron participar mujeres trans o con discapacidad. Fabiana Guelmo, candidata a reina de las Llamadas por el Municipio Ch, dijo a la diaria que, a pesar de que por su condición de trans sabía que era “más difícil” ganar en una categoría de las más “tradicionales” del carnaval, algo que no ocurre en la de Escuelas de Samba, estaba dispuesta a “dar lo máximo” y aspiraba a ganar. En cuanto al grupo, destacó que fue “bastante lindo” y que todas se llevaban bien. Agregó que se lleva “una amiga”, que es Joana Maurente, del Municipio E, quien había competido con su hermana en otros años, “pero ahora la relación se afianzó más profundamente”.
Más allá de aceptar que hay gente que puede compartir el cambio de reglamento y otra que no, Guelmo lamentó haber “escuchado y soportado” las declaraciones del presidente de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares de Uruguay (DAECPU), Enrique Espert, que “respeta pero no comparte”, porque “se pasó de los límites” con las mujeres trans, que “antes que nada son personas”. La concursante consideró una “falta de respeto” los dichos de Espert, desde el uso del término “bufarrón” hasta la afirmación de que las trans son hombres, agregó que por los términos que usó fue “muy despectivo y muy hiriente”, y lamentó que su familia haya tenido que escucharlo.
“Tienen que entender que hubo cambios, quieren sacar a la mujer como objeto, y hasta el año pasado [el certamen] era eso. Por eso se modificó y podemos concursar nosotras, que somos mujeres, psicológica y espiritualmente. No necesito tener vagina para ser mujer, yo puedo ser más mujer que muchas. Eso también va en la educación que le hayan brindado, en la formación. No puedo discutir con una persona que tiene mucha ignorancia en el tema”, añadió.
Más lugar
Lourdes Jara tiene 47 años. Fue aspirante a reina de Carnaval por el CCZ 12 y también pudo estar ayer en el Teatro de Verano gracias al cambio de reglamento. En diálogo con la diaria, valoró la oportunidad que implica para ella y para todas las mujeres, que ahora pueden concursar. Jara destacó que se integró “perfectamente” al grupo y que su edad nunca fue una condicionante. “Siempre digo que la juventud no la llevás sobre una coraza, sino que la llevás interiormente. Sé la edad que tengo, lo reconozco, pero capaz que soy más gurisa que las que están conmigo”, señaló.
Danna Báez participó en representación del CCZ 2 en el concurso de Reina de Carnaval y se llevó una de las mayores ovaciones de la noche. Báez tiene 24 años y es sorda, y desde su postulación inicial cuenta con tres intérpretes de lengua de señas que hicieron posible que se comunicara con sus compañeras, con el jurado y con el público durante el certamen. Ellas fueron Dailí Rojas, Lorena Barrios y María Eugenia Rodinor, que en diálogo con la diaria señalaron que todo salió con naturalidad. Mediante la traducción de Barrios, Báez dijo a la diaria que su participación en el concurso fue “un aprendizaje y una enseñanza” para ella y para sus compañeras, algunas de las cuales pudieron aprender palabras en lengua de señas. Contó que le encanta el carnaval y que disfruta de bailar candombe y de observar los espectáculos de murgas, parodistas, revistas y humoristas, en los que se fija, en particular, en la evolución del vestuario y el maquillaje a lo largo de los años.
Tanto entre las participantes como entre los funcionarios se evaluaron positivamente los talleres de formación. Además, este año el diseño del vestuario del certamen se adaptó a la diversidad de cuerpos de las participantes, que por primera vez pudieron quedarse con sus trajes como recuerdo.
A medida que pasaban los minutos, la natural ansiedad se manifestaba de formas diversas: algunas ensayaban las coreografías, otras arengaban, mientras que también estaban las que preferían apartarse y quedarse en silencio. Pintadas, maquilladas y vestidas, las 38 aspirantes se subieron a un ómnibus que, pocos minutos antes del comienzo del concurso, las llevó al Teatro de Verano. En mayor medida que en otras ediciones, este año el resultado del concurso no fue más que una anécdota, y el camino fue la recompensa.