El primer caso de dengue autóctono, que se le diagnosticó a una mujer de 31 años del barrio Pocitos, inquietó a las autoridades. El lunes, equipos de técnicos del Ministerio de Salud Pública (MSP) y de la Intendencia de Montevideo (IM) recorrieron un área de cuatro cuadras alrededor de la casa de la mujer (más de 350 hogares), y hoy el radio se ampliará cuatro cuadras más. El personal busca larvas, da vuelta los recipientes con agua estancada (acción que se conoce como “descacharrar”) y educa a los habitantes sobre medidas para prevenir el dengue y síntomas para detectarlo. Si dan su consentimiento, se fumiga, pero para la IM debe ser el último recurso.
“La opción es absolutamente nociva. Primero: acá el problema es cortar el ciclo de reproducción del mosquito, o sea, eliminar el huevo, que no es afectado por los productos”, dijo ayer el intendente, Daniel Martínez, en una recorrida por el arroyo Carrasco. La medida, aclaró, puede ser contraproducente, porque puede matar a algunas especies de insectos que depredan al mosquito, explicó. Otro de los peligros es que los insectos vayan desarrollando una resistencia a los productos, dijo a la diaria Analice Berón, directora de Salud de la IM.
Berón contó a la diaria que la IM aplica dos medidas alternativas para las fuentes en espacios públicos y otras concentraciones de aguas estancadas: el Bacillus thuringiensis -una bacteria que enferma y mata a las larvas de mosquito pero que resulta inofensiva para personas, animales y plantas- y la Cnesterodon decenmaculatus (conocidas como “madrecitas de agua”), una especie de mojarras que se compran en acuarios, que se reproducen muy rápido y se alimentan de larvas y huevos de insectos. El Servicio de Salubridad ofrece madrecitas gratis para los ciudadanos que tengan en sus casas lugares con aguas estancadas difíciles de remover, que pueden solicitarse al teléfono 24017402.
Con el objetivo de integrar a los prestadores de salud privados, 80 representantes de las mutualistas se reunieron ayer con Jorge Basso, ministro de Salud Pública, y Cristina Lustemberg, subsecretaria de la cartera. Las autoridades pidieron a los prestadores de todo el país que hagan extracciones de sangre, que notifiquen inmediatamente todos los casos que aparezcan y que instalen mosquiteros y tules para proteger a los infectados. Esa última medida es fundamental: hay cuatro tipos de dengue (denominados simplemente 1, 2, 3 y 4), y el organismo humano puede generar anticuerpos cuando se enfrenta a uno solo, pero la presencia de más de uno favorece la aparición del dengue grave o hemorrágico, que puede ser mortal.
Hay novedades también en el plan del MSP para regular el precio de los repelentes para que la demanda extra que ya se está registrando en los comercios de Montevideo (según informaron los gerentes de San Roque y Farmashop ayer al portal 180) no se traduzca en una suba de precios. Basso dijo ayer a la prensa que hoy se concretará una reunión con el Congreso de Intendentes, representantes de la academia (facultades de Medicina, Enfermería, Ciencias, Agronomía, y el Rectorado), y que en la semana se recibirá a delegados de las farmacias, de las 16 empresas locales que importan repelente y del Ministerio de Economía y Finanzas para pensar cómo evitar el desabastecimiento. Sin embargo, desde el Centro de Farmacias dijeron a la diaria que todavía no les llegó ninguna comunicación.
Por fuera de ese plan, el MSP decidió ayer comprar 100.000 repelentes que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) distribuirá entre las poblaciones más vulnerables del país. Se están por definir los lugares, pero está decidido que incluirán zonas de Salto, contó a la diaria Mauricio Guarinoni, director de Gestión Territorial del Mides.
Las autoridades departamentales y nacionales esperan que las medidas surtan efecto antes de la época en que se registra un pico de reproducción de los mosquitos, entre el 15 de marzo y el 15 de abril, explicó la directora de Salud de la IM.