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Liceo Nº 18, en Parque Posadas. Foto: Iván Franco (archivo, mayo de 2013)

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Liceos deben hacer “los máximos esfuerzos” por permanencia de estudiantes durante todo el turno, que dejó de ser obligatoria.

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La obligatoriedad de que los estudiantes de ciclo básico permanezcan en el liceo durante todo el turno al que asisten estuvo en debate los últimos días. La decisión había sido tomada por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) el año pasado y, si bien abarca tanto a secundaria como a UTU, generó mayor rechazo entre los profesores liceales. Después de que comenzaron los cursos, varios núcleos sindicales de la filial de Montevideo de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria expresaron su rechazo a la medida y explicaron sus motivos, que principalmente tienen que ver con la falta de personal y espacio para generar una propuesta pedagógica alternativa ante la falta de un profesor.

En concreto, los docentes agremiados del Liceo Nº 57 (Maroñas) señalaron que, si bien “es importante” la asistencia a clase de todos los estudiantes, en ese centro educativo no se cuenta con “las condiciones mínimas” para que eso suceda. La declaración de los profesores del liceo explica que en el centro educativo aún hay horas docentes sin asignar y que se generaron algunas renuncias por superposición de tareas, sumado a que los adscriptos, quienes se deberían hacerse cargo de los grupos que quedan sin profesor, están “desbordados” porque a esa tarea debe sumarse la atención a padres, el trabajo administrativo y el seguimiento a estudiantes con asistencia irregular, entre otras. Agregaron que los profesores y los padres se han quejado de que los estudiantes sean retenidos en el liceo, en algunos casos sin ningún profesor durante toda la jornada. Además, señalan que el centro educativo no cuenta con espacios para trabajar con los grupos libres, debido a que en el patio se realizan las clases de educación física.

En el mismo sentido se pronunció el núcleo sindical del Liceo Nº 64 (Mercado Modelo), que planteó que cubrir horas en los grupos libres “no permite la realización de proyectos adecuados a cada clase, lo que no contribuye a la formación de los estudiantes”, ya que se trata de actividades de “urgencia” y en las que hay “improvisación”. Los profesores del Liceo Nº 64 agregaron que la permanencia de todos los estudiantes genera “disturbios y distracciones” para los grupos que tienen clases normalmente, y señalaron que el equipo multidisciplinario y los cargos de docencia indirecta “descuidan” el resto de sus tareas por atender a los grupos. En suma, consideraron que “el liceo debe informar debidamente a los padres de las horas libres y que ellos decidan si sus hijos deben permanecer en el liceo o no”.

No alcanza

La actual representante de los docentes en el Consejo de Educación Secundaria (CES), Isabel Jaureguy, escribió un artículo el año pasado en el que también criticaba la circular del Codicen. Plantea que todos están de acuerdo en que los estudiantes deberían tener clase durante todo el turno, pero cuestiona algunos de los fundamentos de la circular, como la que sostiene que mediante esa disposición se busca cumplir el “derecho a recibir educación en tiempo y forma”. Jaureguy sostiene que no alcanza con que los estudiantes permanezcan en el centro educativo para que ejerzan el mencionado derecho, y que se necesita fundamentalmente espacio y personal disponible.

“La norma viene a suponer que por ‘estar’, se aprende y se da seguridad y claramente, eso no es tan mecánico”, agrega al respecto, y también cuestiona la utilización del término “seguridad” en la fundamentación de la circular. Según explica, se trata de una palabra que “resonará en los miedos más básicos de las familias y seguramente generará consenso público sobre la norma”. Además, señala que la circular indicaba que el CES debía establecer pautas y protocolos para cumplir con lo resuelto, algo que no se concretó, y también cuestiona que se cite un reglamento aprobado en dictadura para definir que los adscriptos sean quienes deban hacerse cargo de los grupos que no tengan profesor. Plantea que al referirse a esa norma también se debería hacer cumplir otras disposiciones, como, por ejemplo, las que establecen que los adscriptos son los responsables de controlar el largo del cabello de los estudiantes.

Además, el mismo día en que comenzaron las clases este año, la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) llamó a una conferencia de prensa para plantear varios desacuerdos con las autoridades, entre los que estaba la obligatoriedad de la permanencia de los estudiantes durante todo el turno. En ese momento, los dirigentes de Fenapes fueron más allá y dijeron que con la disposición del Codicen las instituciones educativas y los docentes se transforman “en una especie de payasos” que tienen que ponerse una “nariz roja” y “divertir a los muchachos”.

Otra vuelta

El 16 de marzo, el CES aprobó una circular que, “en el marco de su autonomía”, “interpreta” la definición del Codicen, según explicó Jaureguy a la diaria. Lo que hace la circular es quitar la obligatoriedad de que los liceos retengan a los estudiantes cuando no tienen profesor, a partir de un planteo de la Inspección General Docente sobre la situación en los liceos. A partir de ello se “exhorta a realizar los máximos esfuerzos para potenciar los tiempos pedagógicos y de permanencia de los estudiantes en los establecimientos educativos, en especial de la cohorte 2016”. También se reconoce el “compromiso” de los profesores para lograrlo y se los invita “a enfatizar -realizando los máximos esfuerzos- en la permanencia durante todo el horario educativo en la medida de lo posible”.

Pese a que las autoridades no lo plantean en esos términos, Fenapes consideró que se trata de una “marcha atrás” del CES gracias a los planteos del sindicato. Según Jaureguy, no se trata de una victoria de unos actores ante otros, sino que hubo un acuerdo, primero entre los integrantes del CES y después en una instancia bipartita con los representantes de Fenapes. Además, valoró el acuerdo como “un buen ejemplo para reivindicar la autonomía, la negociación y el diálogo”.

La consejera dijo que siempre hubo horas libres en los liceos, y que en algunos centros no hay dificultad para atender a los grupos que quedan libres, porque tienen espacio y gente, mientras que en otros, “si faltan tres profesores, es imposible hacerlo”. Consideró que la circular no puede ser genérica porque incluso dentro de un mismo liceo la situación no es idéntica todos los días. “Si un día se enferman todos, hay que decirles a los chiquilines que se vayan”, ilustró.

Por lo tanto, el CES entendió que la disposición del Codicen “se puede tomar en el marco del contexto”, y aseguró que “nadie dice que esto no se va a aplicar”, porque los propios sindicatos plantean que “esto se aplique cuando se pueda”.

Para Jaureguy, el tema no puede ser enfocado en clave de psicosis por la seguridad, sino que los estudiantes deben permanecer en el liceo porque lo que se hace adentro debe ser educativo. “Podés tener ratos libres y recreativos, pero en el contexto de la institución educativa adquieren valor educativo. Parece raro que la única forma de lograrlo sea mediante el encierro”, agregó la jerarca.

Al mismo tiempo, dijo que ante la falta de un profesor se prioriza la atención de los estudiantes de primer año en detrimento de la de los de tercero. De todas formas, Jaureguy señaló que se mantiene la disposición de la obligatoriedad para UTU, el otro subsistema que atiende a estudiantes de ciclo básico.

La representante de los docentes en el CES dijo que después de Semana de Turismo, el consejo hará una evaluación de las primeras semanas de clase y de varias de las medidas que adoptó este año, como las dos semanas de iniciación a la vida liceal para los estudiantes de primero. Para ello, dijo, se enviará una consulta a cada liceo para poder sistematizar las respuestas.

Por asignar

Según informó el CES en su página web, el viernes anterior a Semana de Turismo faltaba asignar 5% de las horas docentes. Si bien en todos los departamentos quedan horas vacantes, Montevideo es el que tiene más horas sin asignar (4.388), seguido por Canelones (3.042) y San José (1.208). El viernes el acto de elección de horas no pudo realizarse por el paro de transporte, pero está previsto que se retome el lunes.

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