El ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, declaró la semana pasada que la ciudadanía debería armarse para protegerse de ataques y sugirió que tanto las personas que murieron en los atentados de París del año pasado como las víctimas del holocausto judío podrían haberse defendido si hubieran tenido armas.
“Desgraciadamente, no podemos darle el tratamiento que necesita, porque su enfermedad es muy rara, así que necesitaríamos financiamiento de algunas ONG europeas, y las que contactamos ya nos dijeron que para él no hay ni un peso”, explicó un dirigente de su sector político, la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad.
Pero la idea de que el ministro tiene problemas psiquiátricos serios no es compartida por todo el Frente Amplio. Un diputado de Asamblea Uruguay consideró “sospechoso” que sus declaraciones públicas “comenzaron a ser cada vez más extravagantes a medida que crecía el número de militares procesados por violaciones a los derechos humanos que se internan en el Hospital Militar. Yo creo que él está más lúcido que nunca. Desvaría a propósito, porque quiere que lo internen ahí para estar con sus amigos asesinos y torturadores”. En este hospital hay una cantidad de espacios comunes en los que los pacientes “pueden juntarse a confraternizar y realizar actividades recreativas, como jugar a las damas o hacer pactos de silencio para encubrir a criminales sanguinarios y despiadados”.
En agosto trascendió la noticia de que Fernández Huidobro estaba viviendo desde hacía varios meses en la sede del Ministerio de Defensa Nacional. “Si fuera por él, estaría en la cárcel de Domingo Arena o en algún cuartel, pero desde el punto de vista jurídico es complicado, así que se está quedando en la sede del ministerio, que es lo más parecido. Inclusive está pensando en llevar algunos restos de desaparecidos para sentirse como en un cuartel”, aseguró un funcionario de la cartera.