Jorge Gandini: Este proyecto para la creación del Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad es un desastre, empeora el del Poder Ejecutivo. Acá se está generando un superaparato burocrático en el que no hay transversalidad, no hay orden, no hay nada. Para colmo, el proyecto original se llamaba Sistema Nacional de Competitividad y acá le agregaron palabras, es mucho más largo. ¿Y el proyecto para financiar a los productores lecheros? Otro desastre. ¿Y el café que se sirve en sala? Horrible, peor que un desastre.
Gonzalo Civila: Pero, señor diputado, yo no pretendo que defienda el proyecto del oficialismo, porque la verdad es que ni nosotros sabemos bien qué es eso de la competitividad. Pero no puede ser tan malo. Además, a usted todo le parece malo. Es una máquina de quejarse.
Jaime Trobo: Yo estoy de acuerdo. La verdad es que hasta a mí me cansa un poco.
Jorge Gandini: Sí, yo a veces lo pienso también. Es que tengo algunos problemitas personales que están afectando mi carácter.
Gerardo Amarilla: Pero ¿qué le pasa, buen hombre? ¿Estrés? Mire que si quiere, acá en la cámara le podemos pagar un viajecito a donde usted quiera para que se relaje y disfrute un poco de la vida.
Jorge Gandini: No, no es eso. Es algo más bien, cómo decirlo, íntimo.
Fernando Amado: Ya sabía: problemas sexuales. ¿Impotencia?
Jorge Gandini: No, tampoco. Es que me da un poco de vergüenza decirlo. Sufro de estreñimiento crónico.
Graciela Bianchi: Qué feo que es eso, lo compadezco. Coma puré de ciruelas; no falla.
Gerardo Amarilla: ¿No intentó encomendarse a Dios? Mire que a veces el Señor nos coloca en estas situaciones difíciles para poner a prueba nuestra fe.
Jorge Gandini: No, ya probé todo. Nada me sirve, paso semanas sin ir de cuerpo. Y encima, es todo un desastre: el gobierno, la oposición, el herrerismo. ¿Cómo quieren que no esté de mal humor?