Lionel Messi, considerado el mejor jugador de fútbol de la década, anunció su retiro de la selección argentina luego de perder su cuarta final consecutiva jugando con la albiceleste. “Se acabó para mí. Me siento derrotado, ya no tengo ánimos para nada. Me voy a retirar al mejor equipo del mundo a romper récords, ganar 80 millones de dólares por año y evadir impuestos. Es un día negro para mí”, aseguró el astro luego del partido. La derrota contra Chile no hizo otra cosa que ahondar la crisis en la que se encuentra la selección, que ya lleva 23 años sin ganar ningún título oficial. “Lo peor de todo es que los argentinos no hacen nada. Miran para otro lado, o peor aun, se aíslan del mundo y están todo el tiempo pensando en la política nacional, que está siendo usada para distraer a las masas y que se olviden de los problemas del fútbol. Mientras la selección sigue perdiendo finales, el pueblo sólo piensa en los despidos de [el presidente Mauricio] Macri”, aseguraba ayer un comentarista de la cadena TyC Sports.
Mientras tanto, un panelista de un programa de Fox Sports aseguró que “si la gente sigue perdiendo el tiempo mirando programas periodísticos o leyendo el diario, y si los temas de discusión pasan por si peronismo sí o peronismo no, quién mató a Alberto Nisman o cuánto se robó José López, nunca vamos a salir de este pozo. Hay que aprender de Alemania: ellos también tienen política, pero si en lugar de preocuparse por la selección la gente se dedicara todo el día a hablar del ascenso de la ultraderecha o la crisis de los inmigrantes, jamás habrían salido campeones del mundo”.
Un dirigente de la Asociación de Fútbol Argentino que prefirió mantener el anonimato opinó que el gran responsable de la situación “es Maradona, que desde que se tatuó al Che Guevara y empezó a juntarse con Fidel Castro hizo que la gente empezara o ocuparse de la política y todas esas pelotudeces”.