Ingresá

Jóvenes de la Plaza de Deportes Nº 5 durante una demostración de gimnasia artística en el marco de la Semana del Corazón, ayer, en Pocitos. Foto: Pablo Vignali

24 personas por día mueren de infarto en Uruguay

3 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

En una espléndida mañana de primavera se lanzó ayer la 25ª Semana del Corazón, que se conmemora hasta el domingo con actividades en todo el país. “Las acciones de prevención reducen hasta un 80% las enfermedades crónicas y sus factores de riesgo”, expresa en su sitio web la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular (Chscv). Seguir las recomendaciones puede no resultar sencillo al comienzo, pero es posible y disfrutable, relataron ayer niños, adolescentes y personas mayores que se movieron en plena rambla de Montevideo.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Actividades grupales de calentamiento, zumba, esgrima para los más pequeños, cuerdas para saltar, aros que cruzar, vóleibol y tenis de mesa, cancha de vóleibol para adolescentes y un espacio para que niñas de gimnasia artística de la Plaza de Deportes Nº 5 demostraran sus habilidades. Todo eso más frutas, agua, bancos para descansar y música había ayer en la rambla, frente al letrero de Montevideo.

La mañana arrancó con el calentamiento; los veteranos se movían como si no lo fueran; al terminar, uno le dijo al otro: “Quién te iba a decir, que te hacías el dolorido allá en Raigón para no nadar”. Fueron derecho al agua y a la fruta. En la cola, se identificaron como Julio García y Julio Ramallo, de 79 y 65 años, respectivamente. Ambos habían llegado en un ómnibus desde el complejo Sacude, de la Gruta de Lourdes. Hacía poquito que se habían jubilado y que iban a gimnasia, algo que antes, cuando “iban de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”, no podían hacer. Desde entonces, notan cambios: “Físicamente uno anda más sin sentir nada, y se despeja mucho más”, resumieron. Las señoras que participaban en el grupo Los 1, que funciona con el apoyo de Montevideo Shopping, tenían más años de movimiento, y aquello era un reencuentro con las compañeras.

El cierre de la jornada fue con zumba, una práctica que cada vez tiene más adeptos. María Noel, Romina y Marcelo, instructores de zumba del gimnasio Espacio Fitness y de la Plaza Nº 5, contaron que la disciplina “está llamando a gente que nunca se había acercado a un gimnasio, porque se corre la bola de que quemás grasas y te divertís y no te das cuenta de que estás haciendo gimnasia. Es una hora de aeróbica, como salir a correr; lo único que pareciera es que estás en un cumpleaños de 15”, explicaron. Y sí, la sonrisa de los bailantes lo decía todo.

Vida cotidiana

Cecilia del Campo, médica deportóloga y coordinadora del área de actividad física y salud de la Chscv, informó sobre el objetivo de sensibilizar respecto de la importancia de un estilo de vida saludable. Dijo que los adultos “deberíamos movernos mínimamente 150 minutos a la semana”, aunque aclaró que eso no necesariamente implica hacer deporte, sino que alcanza con “dejar lejos el auto, bajarse una parada de ómnibus antes, caminar en el horario de trabajo, salir a un parque, a una plaza. Son actividades que tienen que formar parte de la vida cotidiana de las personas, para poder incluirlas”. Recomendó “estar menos tiempo sentado” y aseguró que “la persona que sale a caminar y está menos tiempo sentada frente a una pantalla tiene una doble protección”.

La deportóloga explicó que los uruguayos no ingerimos las cinco porciones de frutas y verduras diarias que deberíamos consumir como mínimo, y tampoco comemos pescado al menos una vez por semana. Sugirió disminuir el consumo de sal, las comidas envasadas y procesadas, evitar el consumo de tabaco, de alcohol y de otras drogas. “Tenemos que medir la cantidad de grasa; los bizcochos y la torta frita nos acompañan desde nuestra cultura, pero no es lo prohibitivo: es tratar de disminuir y saber que si un día se come mucho con grasa, al otro hay que tratar de disminuirlo, porque esto altera directamente nuestras arterias y todo nuestro metabolismo”, indicó.

También se recomienda “tratar de disminuir y manejar el estrés” y aumentar el descanso. En los últimos diez años las muertes por infarto han disminuido 22% (de 11.000 a 10.000 por año), pero “hay muchísimo que combatir todavía”, dijo la médica. Indicó que por esa causa todavía mueren 24 personas por día en Uruguay (13 mujeres y 11 hombres).

Pequeños movimientos

“Hay una epidemia de obesidad infantil producto del sedentarismo y de muchos otros factores, como el consumo de procesados y ultraprocesados”, comentó Del Campo, y agregó que “el sedentarismo está haciendo mella y va a dejar generaciones con un alto costo familiar y social, porque se ven niños con enfermedades que antes eran vistas sólo en los adultos, como hipertensión y diabetes, y esto va creciendo”. La recomendación para los más pequeños es moverse más y no estar más de dos horas frente a una pantalla (incluyendo la del celular).

Algunos de los niños y adolescentes que estaban ayer la tenían clara. Guadalupe, Lara, Emanuela, Noelia, niñas de cinco a 11 años del grupo de gimnasia artística de la Plaza 5 dijeron que les gusta entrenar varias horas por semana. Sobre el sedentarismo opinaron que, “desde que la tecnología empezó a crecer, los niños hacen menos deporte y, en vez de hacer actividades físicas, se sientan más en el sillón, a mirar la tele, o con los celulares”.

Diego y Sabrina, ambos de 13 años y estudiantes del colegio Francisco Espínola, habían jugado a la cuerda, al vóleibol y al fútbol tenis en una mesa de ping pong con la cabeza. Él juega al vóleibol, pero reconoció no tener una alimentación “muy sana” -aunque es “moderado”-, porque, por ejemplo, come papas fritas con ensaladas. Ella contó que no tiene tiempo de hacer deportes porque estudia inglés, pero aclaró que se cuida más en la comida. A ninguno de los dos parecían pesarles los hábitos saludables; más bien todo lo contrario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura