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Estudios históricos del gobierno sugieren que a Uruguay podría haberle ido mejor si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial

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En el Poder Ejecutivo aseguran que, más allá de las diferencias ideológicas con el Tercer Reich, su derrota trajo “perjuicios”.

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El vicecanciller, José Luis Cancela, aseguró ayer en declaraciones a la radio El Espectador que las relaciones con Estados Unidos “se intensificarán” cuando Donald Trump asuma la presidencia de ese país. “No hay razones para pensar que en el futuro vamos a tener problemas, sobre todo cuando dejemos el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y podamos sacarnos de encima todos estos problemas sobre los que ahora tenemos que opinar”, aseguró.

No es la primera vez que desde el gobierno afirman que la llegada de un presidente de derecha a otro país puede favorecer los intereses nacionales. Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en Argentina como sucesor de Cristina Fernández, se volvió frecuente escuchar a altos jerarcas del gobierno augurar una mejora de las relaciones entre Argentina y Uruguay. En la interna del Frente Amplio muchos critican estas posturas, pero el ministro de Relaciones Internacionales, Rodolfo Nin Novoa, las defiende y asegura que no se trata de “acciones improvisadas o aisladas”, sino que hay “una política de análisis permanente de la realidad”.

Puso como ejemplo un estudio encargado por el gobierno a prestigiosos historiadores para que elaboraran una hipótesis sobre qué habría pasado si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial. “Las opiniones fueron unánimes: a Uruguay le habría convenido”, aseguró el jerarca. De todos modos, aclaró que esto no significa que los “lazos de amistad” que en aquel entonces unían a Uruguay con Inglaterra, Estados Unidos y Francia fueran perjudiciales. “Los pueblos francés, inglés y norteamericano eran pueblos hermanos, y no habríamos tenido problemas con ellos. Pero la verdad es que las políticas de sus gobernantes nos perjudicaban. Con Adolf Hitler como dueño del planeta, la situación hubiera cambiado”. Un jerarca del Ministerio de Economía y Finanzas coincidió con esta postura y agregó: “Claramente teníamos diferencias ideológicas con el Tercer Reich, pero una cosa es la ideología y otra el comercio. La derrota de los nazis nos trajo perjuicios”.

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