El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) es una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo “mejorar el estado del mundo” en materia económica, social y política, y está financiada por cerca de 1.000 empresas multinacionales. Una vez por año los representantes de estas empresas asisten a la asamblea del WEF que se realiza en Davos, Suiza. “Hay gente que critica que hayamos elegido una ciudad tan exclusiva para reunirnos, pero no la elegimos; en realidad, somos un grupo de personas que venían acá a esquiar, comer bien y comentar las cosas que salen en los diarios. Y bueno, un día decidimos hacer esto mismo pero haciendo de cuenta que estamos trabajando”, reconoció el propietario de una empresa sueca especializada en ingeniería naval. Desde el WEF afirman con frecuencia que la organización no está destinada exclusivamente a asuntos económicos, sino que también se preocupa por los problemas que afectan a todos los ciudadanos del mundo y al planeta.
Una crónica del periódico estadounidense The New York Times relata que uno de los temas que causaron más “preocupación y alarma” entre los asistentes a la reunión cumbre fue el cambio climático, y más concretamente “el desastroso efecto que está teniendo sobre las pistas de esquí de Davos”. “Varios empresarios aseguran que llegó el momento de tomar medidas drásticas para enfrentar este problema, porque las consecuencias pueden ser gravísimas. Una pista de esquí con poca nieve es altamente peligrosa, y hasta el más experimentado esquiador, formado en las mejores escuelas suizas, se puede partir una pierna o hasta golpear la cabeza, y ellos son conscientes de esto”, reza la nota. Uno de los asistentes al encuentro opinó que esta reunión anual “no es una más”, ya que “el año pasado quedó claro que la ciudadanía no ve con buenos ojos a los políticos que defienden los intereses de las grandes corporaciones. Es hora de cambiar a los políticos”.