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Alta demanda por balcones y azoteas para presenciar los incidentes violentos que se registrarán durante el desfile de Llamadas

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Vecinos y turistas sienten ansiedad morbosa por ver la alegría, el color y la “violencia pintoresca” que se viene desatando en el evento desde hace algunos años.

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El desfile de Llamadas está pautado para hoy y mañana, pero entre las autoridades y las comparsas participantes existe el temor de que el mal tiempo que se pronostica obligue a suspender una o las dos fechas. “Tradicionalmente las Llamadas reflejan el dolor de la raza negra por la esclavitud y las privaciones que ha sufrido históricamente. Pero en los últimos tiempos también refleja el clima de mierda que nos toca todos los años”, explicó un periodista especializado en carnaval.

El interés que despierta el evento entre los vecinos de Montevideo y los turistas excede ampliamente la oferta de butacas oficiales, por lo que los propietarios de viviendas ubicadas sobre la calle Isla de Flores alquilan balcones y azoteas, una costumbre que se repite desde hace varios años. “Yo sé que hay gente a la que le parece mal que uno explote las tradiciones más auténticas, pero qué querés, me banco todo el año las llamadas esas que no tienen vedettes, ni trajes, ni colores, ni nada. Una vez que pasa algo interesante, dejame hacer unos mangos”, aseguró uno de ellos.

Pero este año se registró un fenómeno diferente. Además de la demanda para ver el desfile, aparecieron muchos interesados en ver los incidentes violentos que se han vuelto frecuentes en los puntos de salida y de llegada de las comparsas. “Seamos honestos: la gente se acerca a la cultura negra solamente como un espectáculo, mientras que el resto del año y en cualquier otra circunstancia a nadie le importa nada. Y bueno, como últimamente el tema del racismo y la esclavitud que forman parte de las propuestas de las comparsas ya está un poco gastado, los blancos se empezaron a interesar no sólo por la alegría y el color, sino también por la violencia pintoresca”, aseguró el periodista especializado. Un vecino que este año alquiló su azotea con este fin aseguró: “La gente viene acá buscando autenticidad, que para la mayoría de las personas es sinónimo de algo malo”.

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