La elección de la localidad floridense de Cardal como sede del Consejo de Ministros que se celebró el lunes no fue casual: en ese departamento comenzó a implementarse el Plan Ceibal hace diez años. El presidente Tabaré Vázquez destacó que la iniciativa “sigue siendo tan importante como al principio, porque hay que adaptarse a un mundo cada vez más cambiante. Es cierto que hace diez años yo era presidente y ahora sigo siendo presidente. Pero el resto del mundo cambió muchísimo”. El mandatario recordó que el Plan Ceibal tuvo “muchos detractores” en sus comienzos, pero con el tiempo demostró que era “un paso importantísimo para preparar a los niños para el mundo del mañana”. Y aseguró que un buen ejemplo de esto es “un estudio realizado por el gobierno que indica que este plan dota de importantes herramientas a los escolares para cuando crezcan y abandonen el liceo”.
“Para un adolescente que tenga solamente segundo de liceo aprobado ya es bastante difícil conseguir trabajo. Si encima no sabe nada de computación, entonces la situación se vuelve mucho más compleja todavía”, aseguró. También agregó que el impacto del programa, que está cumpliendo diez años, es “especialmente positivo para el caso de los adolescentes que dejan los estudios para dedicarse al delito, ya que para sobrevivir en las cárceles hoy en día es importantísimo saber manejar un smartphone”.
Pero Vázquez también reconoció que el Plan Ceibal “no es perfecto y aún hay inconvenientes que no hemos podido solucionar”. Uno de los problemas que subsisten es el desperdicio de recursos que representa darle una computadora a un niño de clase baja con talento para el fútbol, que cuando crece hace una carrera en Europa y resuelve su futuro económico para el resto de su vida, por lo cual es completamente innecesario que sepa manejar una computadora. De todas maneras, el mandatario aclaró que se trata de un problema “de todo el sistema educativo, ya que toda la inversión que realiza el Estado en formar a ese niño es dinero tirado a la basura”.