Todo comenzó con uno de los arquitectos más admirados del siglo XX: Oscar Niemeyer se convirtió en un artista innovador que revolucionó la arquitectura moderna, y todos saben que fue uno de los diseñadores de Brasilia. Era uno de los últimos íconos de la generación de grandes intelectuales comunistas brasileña, y por eso, cuando terminó esa sensual apuesta, advirtió: “Construir una ciudad ha sido fantástico. Pero luego el sueño se acabó, precisamente el día de la inauguración. No subí al palco de las autoridades: me quedé abajo, con los peones que habían trabajado para construir una ciudad donde no podrían vivir. El mundo soñado era imposible. Dejábamos de ser iguales”.
En 2007, cuando se cumplieron 100 años de su nacimiento, el arquitecto y fotógrafo mineiro Leonardo Finotti expuso su proyecto 100 fotos, 100 obras, 100 años: Oscar Niemeyer. Con esta instalación, Finotti descubrió que no sólo sería un fotógrafo de arquitectura. Según nos contó, antes sólo utilizaba a la fotografía como parte del trabajo, y, desde entonces, lo que le interesa es pensar la imagen a partir de un concepto. Y esto también es algo que comenzó a trasladar a las exposiciones.
Con los años, Finotti se convirtió en uno de los referentes latinoamericanos de la fotografía arquitectónica, con un definido interés por la exploración y relectura de la arquitectura moderna latinoamericana y la indagación de los espacios urbanos informales. Su trabajo pasó a formar parte de instituciones públicas y privadas como la Bauhaus Foundation (Alemania), AzW (Austria), MOT (Japón) y Patrimonie (Francia); representó a Brasil en importantes bienales, y en 2008 fue invitado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) para integrar la exposición que se dedicó a América Latina. El proyecto le llevó siete años, y además de integrar la exposición e inaugurar el catálogo, 15 de sus fotografías fueron adquiridas para la colección permanente del museo.
En este recorrido por Latinoamérica en el que reinterpretó, a nivel visual, el legado de la arquitectura moderna, surgió Latinitudes: se trata de un nuevo trabajo en el que establece una narración lineal entre ocho ciudades, ordenadas por su latitud, desde Montevideo a La Habana. Inaugurada el jueves en el Museo Zorrilla, Latinitudes estructura diversas realidades desde una construcción de sentido que apuesta por la reflexión sobre la ciudad y la arquitectura.
La muestra, curada por la brasileña Michelle Jean de Castro, podrá visitarse hasta el 12 de agosto.