La tecnología como elemento motivador para los niños, como política educativa en sí misma... ¿Cómo se hacen presentes las tecnologías en las escuelas? ¿Al servicio de qué propuestas didácticas? Esas fueron algunas de las preguntas iniciales que motivaron la investigación El uso didáctico de las tecnologías durante la formación de magisterio y el ejercicio docente, realizada en conjunto entre investigadores de la sede uruguaya de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso Uruguay), y el Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías (PENT), de la sede argentina de Flacso. La investigación toma como sujetos de estudio a los estudiantes de cuarto año de Magisterio y los maestros con hasta dos años de egreso. El proyecto de investigación obtuvo financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y de la Fundación Ceibal, y terminó a comienzos de este año, con la presentación de los resultados.
“El momento actual requiere de perfiles formativos en la docencia de nivel primario muy específicos, y evidentemente esa especificidad en gran medida tiene que ver con el uso, integración y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación [TIC], y lo que denominamos tecnologías en función del aprendizaje y el conocimiento [TAC]”, explica desde Buenos Aires Silvina Casablancas, la directora de la investigación y la coordinadora del área de investigación del PENT, que propone “dejar de hablar de TIC para pasar a hablar de TAC”. Además de profundizar en los usos didácticos que se les da a las tecnologías, la investigación indagó en qué formación en tecnología tuvieron esos futuros docentes o recién egresados, como aspecto clave para entender cómo la utilizarán, algo que para Casablancas en general no es estudiado. “Se investiga normalmente cómo es la formación en los institutos de formación, cómo son las prácticas con tecnologías cuando están ejerciendo la docencia los maestros de primaria, pero no se reconstruye ese recorrido formativo, ese tramo que es interinstitucional, entre instituciones de formación a las escuelas”, explica en diálogo con la diaria.
Representaciones de tecnología
Uno de los resultados de la investigación bucea en las representaciones que tienen los estudiantes de formación docente y los docentes sobre la didáctica y la tecnología. “Tiene que ver con encontrar, entre las voces de los entrevistados, cuáles son esos significantes o esas valoraciones que les atribuyen a las representaciones de tecnología. Por ejemplo, que es motivadora”, explica Casablancas. La de la tecnología como motivación “es una de las representaciones más fuertes presentes en el discurso de los entrevistados y alude a la idea de la tecnología como motivadora en sí misma, como elemento atractivo para la enseñanza”, se menciona en el esquema de representaciones elaborado por los investigadores, que se puede consultar, al igual que el resto de los productos surgidos de la investigación, en: http://www.pent.org.ar/investigaciones/anii. “La motivación tecnológica, entendida como atractivo, elemento que entusiasma a los niños y niñas, por el solo hecho de ser utilizado, más allá de la propuesta didáctica. Se desvincula de este modo de la didáctica y emerge como elemento independiente del proceso de enseñanza y aprendizaje”, concluye la investigación, que enfatiza que la tecnología se vuelve una aliada “por su matiz de interés intrínseco hacia la mirada de los niños y niñas”.
Otra de las asociaciones que aparecen fuertemente al hablar sobre tecnología con los docentes y futuros docentes es la idea de tecnología como política educativa: “Ceibal, CREA, PAM; portales educativos son la forma recurrente en la que los entrevistados nombran a la tecnología en el espacio educativo”, señala el informe. Casablancas añadió que Plan Ceibal “tiene un núcleo central en la formación docente, está impregnada esa política pública en todo este tramo que nosotros decidimos recorrer con esta investigación, de manera muy favorable y muy presente”.
En menor medida, otras representaciones de la tecnología que se desprenden de los discursos son la de tecnología como artefacto (“la computadora debe ser como el lápiz y la goma”, dijo, por ejemplo, un docente recién egresado), como mandato, “asociada a una imposición, a algo con lo que hay que cumplir”, o como un elemento de control, “especialmente de control de las acciones y seguimiento de los estudiantes”.
Aplicaciones en el mapa
Otro de los productos que elaboró el equipo de investigación fueron varios mapas didácticos digitales, en los que se puede consultar cuáles son las aplicaciones informáticas que más utilizan los docentes. En las clases de magisterio las aplicaciones que más utilizan docentes y estudiantes son Google Drive (para trabajar en grupos, en duplas, para compartir materiales o para conectarse con los profesores), la plataforma CREA, Geogebra en las clases de matemáticas (una calculadora gráfica para aprender y enseñar geometría, álgebra, cálculo, estadística), Facebook (también para compartir tareas), o PowerPoint. Este último, en general, es la herramienta que usan los profesores para dar las clases, apoyados en diapositivas. En tanto, los docentes recién egresados afirman que en sus clases con niños utilizan, en mayor medida, la plataforma CREA, Geogebra, Google Maps y la plataforma PAM.
El estudio se detiene sobre el uso del PowerPoint por los docentes de Magisterio. “Lo comentan muchos estudiantes y entonces nos pareció atendible ver qué nos querían decir con eso, eso de ‘te ponen el PowerPoint’, ‘te pasan el PowerPoint’. Evidentemente ahí están haciendo una lectura crítica de este material. Más allá del programa o de la aplicación que se utilice, lo que nos están queriendo decir es que enseñar con tecnologías es mucho más que enseñar con una aplicación, y que de alguna forma necesitan utilizar más herramientas en las clases y saber cómo diseñar las clases utilizando otras tecnologías”, explica Casablancas.
En el libro Educación y tecnologías en perspectiva. 10 años de Flacso Uruguay, los investigadores publicaron un capítulo sobre este proyecto, en el que explican al PowerPoint como una metáfora. Los estudiantes, señalan los investigadores en ese libro, “identifican su uso en prácticas de los docentes de institutos como una forma de señalar aquellas actividades que incluyen tecnologías con escaso valor didáctico”. “Enseñar con tecnologías acorde a la época actual, en voces de estudiantes de magisterio, no sería ‘sólo usar un PowerPoint en la clase’”, concluyen los investigadores, que recogen que los estudiantes “estiman necesaria una formación con mayor énfasis en prácticas con tecnologías que ellos encuentran necesarias para trabajar hoy con los niños y niñas en las escuelas”.
Viene de antes
Por último, los investigadores elaboraron una línea de tiempo de uso de las TIC, de forma de visualizar los distintos usos didácticos que les dieron a las tecnologías, durante toda su vida, quienes hoy están egresando de magisterio o se recibieron recientemente. Según Casablancas, la línea de tiempo es “una forma de contextualizar que los usos no operan en el vacío, sino que tienen que ver con una biografía, con una trayectoria que traen los estudiantes de magisterio a la que se suma la formación en el magisterio y, por último, lo que encuentran en las instituciones en las que empiezan a trabajar”.
La línea de tiempo comienza cerca de 1990, cuando se estima que los docentes nóveles comenzaron la escuela, en una época en que no había computadoras en todos los hogares (si había, eran computadoras fijas) y cuando la conexión a internet era por cable. Los testimonios recogidos sobre esa época dan cuenta de niños que iban antes a la escuela para jugar con la computadora que estaba ahí, que la computadora “era algo importante” y que no importaba tanto qué programa aprendían, “porque te importaba más el juego”. Este docente “arquetípico” cursó el liceo cuando comenzaba a expandirse la banda ancha y las notebooks, y los recuerdos apuntan a los cursos del paquete de Microsoft Office y a que los padres debían pagar extra por la clase de computación. Para el momento en que comenzaron a cursar magisterio, Plan Ceibal ya estaba instalándose, ya había wi-fi, explotó el uso de los smartphones y del consumo de internet desde los celulares. En este caso, los usos de la tecnología por parte de los profesores se reiteran con los del mapa: la plataforma CREA, Geogebra y el PowerPoint.
La miran de afuera
Casablancas representa otra de las conclusiones de la investigación con la figura de las matrioshkas, las muñecas rusas que están una adentro de la otra. Según la investigadora, los docentes se posicionan por fuera del auge tecnológico. “Los docentes de magisterio hablan de sus estudiantes como si ellos fueran los denominados ‘nativos digitales’, como si ellos fueran los portadores de la cultura digital, y de alguna forma los docentes de magisterio se ponen fuera de esa situación, como por arriba, mirando para adentro. Los estudiantes de magisterio ven a los nenes y nenas de primaria como si ellos fueran los protagonistas de la época digital, como si conocieran ellos las herramientas y las aplicaciones, con lo cual nosotros hablamos de miradas desde dentro y desde fuera de la matrioshka, como si cada uno se posicionara siempre por afuera de lo que está sucediendo, no en primera persona. Eso nos parece interesante, porque creo que en este escenario actual de cultura digital todos somos protagonistas, cada uno en su rol, particularmente los que estamos formando docentes y los docentes que están trabajando y formando a esos nenes y esas nenas”, explicó Casablancas.