Si bien la violencia de género es algo que cada vez se denuncia más y está en boca de una mayor cantidad de personas, aún persisten construcciones sociales que deben ser contrastadas con datos para comprender el alcance y las dimensiones del fenómeno. Una de estas construcciones es que la violencia de género ocurre solamente en las clases sociales más desfavorecidas. ¿Qué dicen los datos acerca de esto?
En Uruguay, el Instituto Nacional de Mujeres llevó a cabo en 2013 la Primera Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia Basada en Género y Generaciones, que constituye el primer intento de cuantificar y dimensionar la violencia basada en género (VBG) en el país.
Los resultados indican que 68,8% de las mujeres declararon haber sufrido VBG a lo largo de toda su vida, y al mirarlo por estratos socioeconómicos el porcentaje muestra leves diferencias: 67,7% para el nivel socioeconómicobajo, 68,4% para el nivel socioeconómico medio y 71% para el nivel socioeconómico alto. Esta leve oscilación no parece mostrar una prevalencia de VBG según el nivel socioeconómico del hogar, e incluso muestra una mayor prevalencia en el nivel alto.
Esta misma tendencia se repite en las situaciones de VBG declarada vividas en lugares públicos, en el ámbito educativo y en el ámbito laboral. En cuanto a la primera, 30,6% de mujeres de nivel socioeconómico bajo declararon haberla sufrido, frente a 45% de las mujeres de nivel socioeconómico alto. Respecto de la VBG vivida en el ámbito educativo, el porcentaje para el nivel socioeconómico bajo es de 7,8% y para el alto de 8,7%. En el ámbito laboral, declararon haber vivido VBG 11,6% de las mujeres del nivel socioeconómico bajo y 17,2% de las mujeres de nivel socioeconómico alto. Estos resultados muestran un mayor porcentaje de mujeres de clase alta que declaran haber vivido VBG en dichos ámbitos respecto de las de clase baja. Sin embargo, la situación es opuesta cuando se pregunta por situaciones de VBG vivida en el ámbito familiar y en la pareja. Con respecto al ámbito familiar, 22,8% de las mujeres de nivel socioeconómico bajo declararon haber vivido VBG en este contexto, porcentaje mayor que el de las mujeres de nivel socioeconómico alto (17,3%). Respectivamente, al preguntar por VBG ejercida por su pareja o ex pareja, 50,7% de las mujeres de nivel socioeconómico bajo declararon haberla vivida frente a 38,7% de las mujeres de nivel socioeconómico alto.
Estas dos situaciones reflejan una mayor prevalencia de VBG vivida en las clases sociales más bajas, lo que coincide en mayor medida con el prejuicio extendido en la sociedad. Esto podría indicar que se está reduciendo la violencia de género a la violencia doméstica. De igual manera, ocurre en todas las clases sociales y no sólo en las más desfavorecidas.
Los resultados de esta encuesta acotan a la violencia de género como aquella ejercida contra el sexo femenino, al basarse en la definición de 1993 de las Naciones Unidas, de manera que se excluye las repercusiones que puede tener en los hombres la desigualdad de género, siendo imposible obtener indicadores de lo que ocurre en esas situaciones.
Estos artículos se trabajaron en un taller abierto con adolescentes y jóvenes, organizado por CÍVICO y GEDUCA y llevado a cabo en el Instituto Nacional de la Juventud el 23 de noviembre de 2017.