Victoria Rodríguez
Los focus groups que se hicieron durante la preparación de la cadena colocaron a la conductora como una de las figuras con mayor llegada entre el público, pero Tabaré Vázquez puso el grito en el cielo cuando le dijeron que una mujer iba a ocupar su lugar. Temeroso de que desde la iglesia católica (estratégicamente ubicada junto a él en la cama matrimonial) se lo acusara de transmitir a la ciudadanía las confusiones que promueve la ideología de género, el presidente le bajó el pulgar a Victoria y pidió “un poco menos de relajo”.
Ignacio Álvarez
Tabaré Vázquez suele brindarle primicias al conductor de Montecarlo y Radio Sarandí, así que colocarlo como su vocero hubiera sido una decisión lógica. Las diferencias de Álvarez con el Poder Judicial acerca de la protección de la identidad de los menores víctimas de abuso sexual, sin embargo, impidió que se lo eligiera para la labor. El presidente, sabedor de que la posibilidad de mantenerse en los primeros planos de la política durante los próximos 25 años depende en buena medida de personas que ahora son niños, no quiso incomodar a los más chiquitos con esta versión televisiva del Cuco.
Mirtha Legrand
La fascinación de Tabaré Vázquez por la reina de los almuerzos televisivos apareció a mediados del siglo XX, cuando él era un adolescente y ella una belleza adulta que disparaba sus fantasías desde las pantallas del cine de La Teja. El idilio se renovó al siglo siguiente, cuando el antikirchnerismo feroz los puso nuevamente en la misma sintonía. El presidente estaba más que dispuesto a convocarla, pero sus asesores le explicaron que era prácticamente imposible que se ciñera a la letra y no terminara yéndose por las ramas con anécdotas de la época dorada del cine argentino. “La idea es distraer la atención, pero no tanto”, le explicó uno de ellos.