Este miércoles sesionó la Comisión de Asuntos Administrativos del Senado, que tiene siete integrantes. En el orden del día no había ningún tema polémico, pero la sesión se picó incluso antes de empezar, por una camiseta. La que llevaba la senadora del Frente Amplio (FA) Amanda Della Ventura, que decía “desafuero o complicidad”, en referencia al desafuero del líder de Cabildo Abierto, el senador Guido Manini Ríos, que finalmente no será aprobado porque el Partido Nacional (PN) no lo votará.
Della Ventura contó a la diaria que llegó a la sala y ya estaba la senadora nacionalista Graciela Bianchi, que preside la comisión. Se sentó frente a ella y al ver su camiseta Bianchi le “exigió” que se la saque porque le “hiere la sensibilidad”. La senadora del FA ofreció correrse de lugar para que no pudiera verla, pero Bianchi se lo negó. “Entonces, empezó con que era el Senado y yo tenía que entender, porque era maestra. Le dije que era censura, porque en democracia tenemos derecho a ponernos lo que queramos”, señaló Della Ventura.
Agregó que luego llegó el senador del PN Jorge Gandini, también integrante de la comisión, que le dijo que por el Senado “pasaron los próceres”. Entonces, se sacó la camiseta porque entendió que “no había que complicarla”. “Es realmente lamentable, porque la libertad de expresión y la democracia dicen que podemos ir como queramos, siempre y cuando vayamos prolijos. Pero en este caso era una manifestación que quería hacer a través de la camiseta y creo que tenía derecho a hacerla”, sostuvo.
La senadora contó que cuando llegaron los otros miembros de la comisión ya no tenía la camiseta y empezaron a trabajar, pero se dio cuenta de que le tenía que contar la situación a los demás porque “no se iban a enterar”. “Entonces, al final pedí para hablar y dije que antes de empezar la presidenta me había exigido que me retirara la camiseta porque hería su sensibilidad. Me parecía que ellos tenían que estar enterados para que no lo supieran por otro lado y dijeran que estuvieron presentes y no pasó nada”, sostuvo.
Por último, Della Ventura aseguró que Gandini le dijo que en 2005, cuando la entonces diputada del FA Nora Castro asumió como presidenta de la Cámara de Diputados, tenía “el mate, el termo y una bolsa de bizcochos”, por lo tanto, ya se vio “por qué lado se iba a ir”.
“No se lo permito a ella ni a nadie”
“Yo reaccioné como me parece que tengo que reaccionar”, subrayó Bianchi a la diaria, y agregó que cuando vio la camiseta le dijo: “Yo soy la presidente de la comisión. Tú con ese buzo acá no permanecés, porque esta es la casa de la democracia. Acá estamos los que pensamos de todas las maneras, hay un mínimo de decoro y de sensibilidad que tú no estás cuidando, porque es una ofensa”. Bianchi agregó que en otra oportunidad la senadora frenteamplista entró con el buzo de “Todos somos familiares”, que está “perfecto” y “nadie dice nada, al contrario...”, pero “adjudicarles” complicidad ya es otra cosa.
“Me hiere la sensibilidad, que porque voy a votar el no desafuero de Manini, tú me digas que soy cómplice. Así que te sacás el buzo o te retirás de la comisión”, contó Bianchi que le dijo a Della Ventura. “Y ella se sacó el buzo, y quedaba entre nosotros, porque además en la Comisión de Asuntos Administrativos no se levanta versión taquigráfica, porque es donde se tratan las destituciones. Después entraron los demás y nadie se enteró”, agregó.
Bianchi sostuvo que la libertad de expresión “tiene límites, por suerte”, por lo tanto, “no podés hacer cualquier cosa en cualquier lado y menos en la casa de la democracia”. “No puedo sentarme en una comisión enfrente de una persona que me dice que soy cómplice porque voy a adoptar una actitud que para mí es esencialmente jurídica. Por otra parte, el reglamento exige decoro hasta en la vestimenta, cosa que se está perdiendo, pero esto es un ataque directo. Que me digan que porque no voy a votar el desafuero de Manini soy cómplice no se lo permito a ella ni a nadie”, finalizó.
Por su parte, Gandini dijo a la diaria que no corresponde que un legislador ingrese al Senado con una “publicidad de su pensamiento que puede ofender a otros”, por lo tanto, entendió el planteo de Bianchi. Agregó que “no fue ni censura ni falta de libertad de expresión”, ya que Della Ventura puede “pedir la palabra y opinar lo que le parezca”, pero “venir con una camiseta arriba de un buzo” que dice “desafuero o complicidad” es “una ofensa” para los que no van a votar el desafuero.
Por último, se refirió a la anécdota de Castro, de 2005. Dijo que el hecho de que una diputada se siente en ese lugar -la presidencia de la Cámara de Diputados-, donde estuvieron “próceres”, con “un termo, un mate de vaso y una bolsa de pan con grasas en la falda, y coma y tome mate” no le pareció “adecuado”, porque “se pierde autoridad hasta para conducir el debate”.