Ingresá

Ilustración: Ramiro Alonso

Un asunto eludido en las grandes campañas

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Andrés Alba.
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Hoy es 25 de octubre. Faltan dos días para las elecciones nacionales.

Desde las 00.00 de hoy, los “medios de difusión escrita, radial o televisiva” deben abstenerse de “cualquier tipo de manifestaciones o exhortaciones dirigidas a influir en la decisión del cuerpo electoral”. Se debería discutir con seriedad una revisión de esta norma, pero mientras la veda esté vigente corresponde respetarla. Lo que sí se puede hacer es reflexionar sobre problemas generalizados, cuyo señalamiento no beneficia ni perjudica a ninguno de los partidos en competencia por el gobierno nacional.

En esta edición, varias especialistas opinan sobre las prioridades y urgencias para el próximo gobierno en relación con la violencia de género, la autonomía de las mujeres y la distribución desigual de las tareas de cuidados. Las tres áreas tienen en común que, si bien es posible y necesario seguir avanzando en el terreno de la legislación y la coordinación institucional, Uruguay podría lograr mejores resultados sólo con las normas y orientaciones ya establecidas si destinara recursos adecuados para su cumplimiento.

Lo mismo sucede en otros terrenos de gran importancia, que van desde muy diversas políticas sociales hasta la prevención del lavado de activos y la corrupción, pasando por las tareas del Poder Judicial, las de cuidado del ambiente y muchas más. En más de una ocasión se ha prometido “gastar mejor” para lograr desempeños estatales de mayor calidad con el mismo desembolso, e incluso con uno menor, pero la experiencia muestra que, aun con niveles más altos de eficiencia, es preciso gastar más. La cuestión es de dónde deben venir los recursos.

Anteayer publicamos un interesante artículo que, con apoyo en los resultados de una encuesta encargada por el Instituto de Economía a la Usina de Percepción Ciudadana, analiza dos tendencias contrapuestas en las personas consultadas. Por un lado, la mayoría expresó preocupación por los niveles de pobreza y desigualdad en Uruguay, y opinó que el Estado debe aumentar los impuestos a las personas con mayor ingresos para mejorar la situación de las más pobres. Por otro lado, una mayoría aún más significativa consideró que en nuestro país los impuestos ya son altos o adecuados.

No hace falta hacer encuestas para sospechar, con muy poco temor a equivocarse, que casi nadie se percibe como parte del grupo al que hay que cobrarle más impuestos. Esto determina que, al diseñar las campañas electorales, la gran mayoría del elenco partidario decida abstenerse de anunciar que quiere subir la carga tributaria y prefiera decir que la mantendrá en sus niveles actuales o la reducirá, reiterando la promesa incumplida de lograr más con lo mismo e incluso con menos. Otra estrategia, en algunos casos, es afirmar que será posible resolver grandes problemas sociales con medidas que sólo afectarán a un puñado de personas muy poderosas.

A nadie le cae mal la idea de que la economía crezca y sea posible recaudar más con los impuestos actuales, pero esta situación, sin duda deseable, no llegará en el corto plazo que marcan nuestras urgencias. Sería muy saludable que el sistema partidario reconociera los datos de la realidad para ayudar a que la ciudadanía también los reconozca.

Hasta el lunes.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura